Capitanich aseguró que Argentina mantiene «la misma línea de negociación» que la adoptada en la reestructuración de 2005, con voluntad de cumplir, pero bajo una condición de negociación «justa y equitativa» para todos los bonistas. Además, afirmó no tener dudas de que hay “intereses ocultos” que buscan “apropiarse de activos reales y financieros” del país.
«Mantenemos la misma línea de negociación. La perspectiva argentina es de cumplir con el proceso de reestructuración de la deuda pública iniciado en 2005. En ese contexto solicitamos condiciones de negociación justas y equitativas para el cien por ciento de los bonistas, para conservar condiciones que permitan a la Argentina seguir cumpliendo», dijo Capitanich en su habitual conferencia de prensa matutina en casa de Gobierno.
Agregó que no tenía ninguna duda de que detrás de esta cuestión había «intereses ocultos que tienen que ver con la perspectiva de apropiarse de activos reales y financieros de la República Argentina», al ser consultado sobre cómo influyó el reciente descubrimiento por parte de YPF del yacimiento Vaca Muerta en la perspectiva de los fondos buitre.
«Argentina obviamente tiene condiciones estratégicas a nivel internacional, por sus reservas estratégicas en minería, gas y petróleo, como también reservas estratégicas de provisión de agua dulce, clave para el consumo humano y el riego», sostuvo Capitanich.
En este sentido, consideró que «no es casualidad que hoy la humanidad enfrente múltiples conflictos a raíz de la disponibilidad de bienes de carácter estratégico», e insistió en la necesidad de sostener «una defensa irrestricta» de los «bienes estratégicos» de la Argentina.
«El pueblo argentino debe estar unido, el gobierno defenderá el interés nacional, como lo viene haciendo», consignó el jefe de Ministros.
Por otro lado, Capitanich volvió a señalar a nivel interno como «absolutamente imprescindible» la «necesidad de una opinión del Poder Judicial», por entender que «es necesario evaluar el proceso de negociación de aquí en más» y porque, en el marco de la «división de poderes» que rige en un «país soberano», la Justicia «debe expedirse sobre esta cuestión que incumbe a todos los argentinos».
En tanto, sobre el Congreso Nacional, afirmó que su rol es «apoyar las iniciativas de negociación del gobierno argentino en el marco de una política de Estado», e indicó que, aún «con matices», se observa «unidad respecto al apoyo del gobierno argentino en virtud de que se trata de una política de Estado que trasciende a un gobierno».
«El Congreso cumple su rol y este rol es apoyar las iniciativas de negociación del gobierno argentino en el marco de una política de Estado. Si bien hay algunos planteos que tienen que ver desde la legitimidad del origen de la deuda hasta la estrategia en sí misma de la negociación, finalmente todos coinciden en que se trata de una política de Estado y que debe ser necesario el respaldo al gobierno», postuló Capitanich.
El jefe de ministros dijo también que el Estado argentino ha publicado solicitadas en diarios extranjeros para «hacer conocer a la comunidad internacional cuál es la posición argentina y la estrategia utilizada, así como también las condiciones que pide para garantizar las condiciones de mayor inclusión social y equidad distributiva en el país».
Capitanich también habló de la «equidad en el trato», y dijo que «el uno por ciento no puede alterar las condiciones del 92 por ciento, y eso no puede ser vulnerado por ningún juez del mundo».
En cuanto a los detalles de la presentación formal que Argentina hará a los bonistas que reclaman a través de la Corte de Justicia de Estados Unidos el pago del cien por ciento del valor nominal de esos títulos, Capitanich dijo que «será informado por el ministro de Economía, Axel Kicillof».
El jefe de Ministros también mencionó el respaldo recibido por países de América latina e, incluso, señaló un artículo publicado por el diario New York Times donde se mencionan «las consecuencias sistémicas» que tienen «los procesos de reestructuración de deuda», la situación que hoy vive la Argentina.
Fuente: Télam
