Una vez consumado el empate- derrota ante el débil San Martín tucumano en el Gigante, el técnico canalla invitó a pelear a aquellos que lo escupieron y, al mejor estilo Maradona, dió la dirección de su casa. Lo cierto es que su continuidad depende del resultado del próximo viernes ante Racing en Avellaneda y ya se habla de Cuffaro Russo como principal candidato a sucederlo.
"A Toresani: Segurola y La Habana 43.., séptimo piso. A ver si me dura 30 segundos". Con estas palabras, Diego Armando Maradona invitaba al Huevo Julio César Toresani a pelear, luego de un altercado en un Boca- Colón allá por la década de los 90.
A Central las cosas no se le están dando de la manera en que sus hinchas, dirigentes jugadores y, sobre todo, cuerpo técnico, imaginaban y esperaban después del prometedor arranque, goleando a Estudiantes en el Gigante y con destellos de un fútbol brillante. Y en la noche del viernes, los hinchas perdieron la paciencia y mostraron su peor costado.
A Pablo Sánchez, que entendía que el papelón futbolístico que habían brindando sus dirigidos podía significar el fin de su aventura como técnico de su querido Central, los simpatizantes canallas, lo despidieron con una lluvia de escupitajos cuando se disponía a bajar las escaleras rumbo a la zona de vestuarios y el entrenador no lo soportó. Luego de contestar con insultos, decidió comenzar la conferencia de prensa invitando a aquellos que lo habían salivado, a que se acerquen a su domicilio particular para pelear como hombres. "Soy hincha de Central y no me molesta que me puteen. Sí que me escupan. Vivo en Alvarez 230 con mi mujer e hijas. Y espero al que me escupió. Lo espero solo y sin policía. No tengo custodia ni la pienso tener, así que, a todos aquellos que me escupieron los invito a que se acerquen a mi casa, repito, Alvarez 230 y estoy siempre solo."
No fue una decisión acertada la del entrenador canalla, más allá de que es inustificable la reacción de los hinchas. No es entendible, tampoco que se piense en despedir a un cuerpo técnico cuando se llevan disputadas solamente 8 fechas, pero la locura en la que está inmerso el fútbol argentino y el hecho de que resulta mucho más económico echar a 5 tipos que a un grupo de 30 jugadores, hacen que el principal fusible sean siempre los técnicos.
En los pasillos del Gigante ya se hablaba de Ariel Cuffaro Russo, como principal candidato a ocupar el puesto de entrenador en caso de que se consense la salida de Sánchez. Hombre ligado a la figura paternal de Don Angel Tulio Zof, tendría el visto bueno de la dirigenmcia y una buena imágen entre los socios e hinchas después de haber conseguido la última campaña aceptable del canalla y la última gran victoria ante Newell’s, trás eliminarlo de la Copa Sudamericana en 2005.
El próximo viernes, Central visitará al ascendente Racing y de ese resultado dependerá mucho la continuidad o no de Pablo Andrés Sánchez, uno de los grandes ídolos de la institución, un jugador exquisito que puede darse el lujo de asegurar, sin temor a equivocarse, que nunca hizo un gol feo o de rebote, uno de los integrantes de la última camada que le dió alegrías al pueblo canalla, pero que como técnico aún debe aprender a amoldar sus ideas futbolísticas respecto al material humano con el que cuenta, que marró en algunas de las variantes realizadas son¡bre todo jugando como local, y que por sobre todas las cosas, debe aprender que a los hinchas no se los debe invitar a pelear, y mucho menos en la puerta de su casa.
