Arriba Boca. River último.
Arriba Boca. River último.

El conjunto "xeneize" ganó como visitante en el Monumental y con un jugador menos por expulsión de Ibarra. El equipo de Ischia quedó a ocho puntos del líder y dejó al de Simeone último en el Apertura.

Boca reúne 17 puntos y se situó a 8 del puntero San Lorenzo, al que recibirá el 2 de noviembre. River suma 8 unidades sobre 30 y quedó a "años luz" en su intento por reeditar el título del Clausura.
Diego Simeone dispuso un 4-3-1-2, con Diego Buonanotte claramente definido como enganche, mientras que Carlos Ischia opuso la famosa “cuenta regresiva”, el 4-3-2-1, con Nicolás Gaitán como socio de Juan Román Riquelme en la creación.
River fue abiertamente en busca del triunfo y se descuidó de mitad de cancha hacia atrás, como a los 10 minutos, cuando Hugo Ibarra sorprendió con un remate desde afuera que se fue cerca del palo izquierdo de Juan Marcelo Ojeda.
El local, paulatinamente, confundió velocidad con apuro y empezó a dividir el balón, en tanto que Boca intentó afirmarse y salir de contraataque.
Pero de tanto insistir, River estuvo a punto de marcar a los 18 minutos, cuando el tiro de Falcao García no fue contenido por Javier García y el balón pegó en la base del palo izquierdo. El reemplazante de Mauricio Caranta finalmente atrapó la pelota y respiró aliviado. Boca fue desbordado en el medio y dio la sensación de que Riquelme se siente incómodo con un acompañante en la generación de juego.
Como único eje de la circulación, el “10” del seleccionado argentino es “genio y figura” y no la versión tan apagada de los primeros minutos en el Monumental.
A los 24 minutos, García mostró todos sus nervios por defender el arco de Boca en un superclásico, al no retener un disparo de ristian Villagra, quien apareció en diagonal y buscó sorprender desde afuera del área.

Los volantes externos de Boca aparecieron muy poco en ataque, pese a que Lucas Viatri trabajó bien como pivote, por lo que al equipo “xeneize” le costó sorprender en ofensiva.

Ante su falta de profundidad, el conjunto conducido por Ischia apeló a los tiros desde media distancia, pero careció de potencia en los envíos.

A pesar de contar con un dibujo simple, River no elaboró juego porque Buonanotte le ganó en escasas ocasiones a Sebastián Battaglia, mientras que Augusto Fernández estuvo más preocupado por las eventuales proyecciones de Jesús Datolo que por inquietar en ataque.

En el período final, Simeone incluyó a Mauro Díaz por Santiago Salcedo, con lo que priorizó el volumen de juego por encima de la presencia en el área rival.

A los 6 minutos, Ibarra fue expulsado por insultar al juez asistente Ricardo Casas y pareció que dejaba a Boca a merced del ímpetu riverplatense.

Pero en un tiro libre en forma de centro de Riquelme desde la izquierda, Viatri sorprendió con un anticipo ofensivo de cabeza y anotó el inesperado gol de Boca.

Consciente de la inferioridad numérica, Ischia sacó a Gaitán y puso a José María Calvo para cubrir el lateral derecho de la defensa que quedó libre ante la expulsión de Ibarra.

La respuesta de Simeone fue el ingreso del atacante Andrés Ríos por un inexpresivo Augusto Fernández.

Sin Gaitán en la cancha, la figura de Riquelme en el control de la pelota creció, a tal punto que hasta se dio el lujo de aparecer como extremo derecho y rematar cruzado, muy cerca del palo derecho de Ojeda.

Boca volvió a ganar en el Monumental después de 5 años (Apertura 2003), cuando venció 2 a 0 bajo la dirección técnica de Carlos Bianchi, torneo en el que se consagró campeón.

Esa estadística y haber salido airoso del "cabaret" al que lo introdujo la dudosa marginación de Caranta y las polémicas declaraciones de Cáceres contra Riquelme, invitan a los de la Ribera a soñar con una vuelta olímpica en el ámbito local, que se niega hace dos años y medio.
 

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