El presidente Rafael Correa.
El presidente Rafael Correa.

Aunque restan algunos pasos formales para que el actual presidente ecuatoriano, Rafael Correa, salga a disputar su reelección, todos los dirigentes –oficialistas y opositores– dan por hecho que volverá a encabezar la fórmula de la Alianza País.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, parece tener el camino allanado a un nuevo triunfo en las elecciones de febrero, a la luz de la fuerte dispersión que afecta a la oposición, complicada además por la ausencia de un potencial candidato que pueda pelearle el triunfo al mandatario.

Aunque restan algunos pasos formales para que Correa salga a disputar la jefatura del Estado, todos los dirigentes, oficialistas y opositores, dan por hecho que el presidente volverá a encabezar la fórmula de la gobernante Alianza País, según especularon en los últimas semanas medios locales.

La nueva Constitución exige a los partidos, en su artículo 108, "procesos electorales internos o elecciones primarias" para decidir sus postulantes, y la Alianza País planea iniciar el trámite para ese paso con una convención nacional en noviembre.

En rigor, el oficialismo es la fuerza que menos problemas tiene con ese precepto, por la certeza de que el único candidato será Correa, aunque debe definir nombres para los cargos provinciales y municipales.

Para las demás fuerzas, el escaso tiempo para armar una interna, la carencia de padrones fiables y la inexistencia de una ley complementaria juegan en contra.

Pero las dificultades para la oposición van bastante más allá: el escollo central es que no existe un candidato que pueda poner en riesgo el triunfo de Correa y también pesan el desprestigio de la clase política tradicional y la erosión de los partidos más antiguos, derrotados ya cinco veces por Correa.

De los candidatos que le pelearon la presidencia a Correa el año pasado, sólo el ex mandatario Lucio Gutiérrez, de Sociedad Patriótica, parece con ganas de volver a la campaña.

Ni el magnate Álvaro Noboa, del Partido Renovación Institucional Acción Nacional (PRIAN) ni el asambleísta León Roldós (RED Ética y Democracia) mostraron intención de ser aspirantes.

Periodistas de medios quiteños estimaron "casi imposible" un escenario en que la derecha y la centroderecha se unan en busca de armar una coalición fuerte, y se desconoce qué camino seguirán los partidos Unión Demócrata Cristiana (UDC), Roldosista y Social Cristiano (PSC).

Algunas versiones señalaron que dirigentes del sector sondearon la predisposición del economista Pablo Paredes, del pequeño partido Futuro Ya, para ser el candidato de consenso, pero éste ya habría rechazado la oferta.

Tampoco le disputará el mando a Correa el alcalde de Guayaquil -la ciudad más importante del país-, Jaime Nebot, quien ya anunció que buscará su reelección.

Tras el apretado triunfo del No en Guayaquil y por haber sido la cabeza visible de la campaña contra la nueva Constitución, Nebot aparecía como un postulante potable para la oposición, pero el alcalde prefiere quedarse en la ciudad.

Así las cosas, la chance más seria de confrontación para Correa aparece de la mano de sectores que podrían romper "por izquierda" con el oficialismo y armar una coalición. En esta fuerza podrían confluir sectores indigenistas y ambientalistas, que buscarían convertir al ex ministro Alberto Acosta en el candidato.

Acosta, ex hombre de absoluta confianza de Correa, fue el presidente de la Asamblea Constituyente hasta que renunció por disidencias con el mandatario.

No obstante, conservó su banca de asambleísta y acompañó al oficialismo, aunque su alineamiento ya no es absoluto.

En febrero, los ecuatorianos irán a las urnas por sexta vez en poco más de dos años. A las últimas elecciones presidenciales se sumaron la segunda vuelta entre Correa y Noboa, el plebiscito por el Sí o el No a la reforma constitucional, la elección de constituyentes y la consulta para respaldar o rechazar la nueva carta magna.

Apenas se reinstale la Asamblea Constituyente, debe elegir una Comisión Legislativa y de Fiscalización -que hará las veces de Congreso- que, a su vez, debe designar un nuevo Consejo Electoral.

Se espera que el 23 de noviembre se oficialice el llamado a nuevos comicios de presidente y vice, diputados, prefectos y alcaldes, compulsa que se haría el 22 de febrero.

El nuevo jefe del Estado asumirá en abril. Como la flamante Constitución considera que el próximo será el primer período de los electos, Correa podría buscar otra reelección en 2013 y retener el sillón principal del Palacio Carondelet hasta 2017.

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