General Motors despidió este viernes a 500 trabajadores de su planta de Alvear. La medida se da luego de un conflicto sindical y antes de una parada temporaria de la producción planificada por la empresa, que afirma que hubo una caída en las ventas y está en pleno plan de ajuste en Estados Unidos, donde anunció el cierre de dos plantas.
Apenas enterado de la noticia, un funcionario local del Ministerio de Trabajo de la Nación dijo que no cree que el motivo de los despidos pueda ser “una crisis internacional que todavía no tiene consecuencias” que justifiquen tamaña decisión. Desde la seccional local de Smata, en tanto, dijeron que se esperan medidas similares también en otras terminales automotrices como Mercedez Benz y Renault y consideraron que los despidos son “para presionar al gobierno”. La empresa fue citada a una reunión a las 3 de la tarde en Trabajo de la provincia.
Autoridades de las carteras laborales nacional y provincial tomaron contacto rápidamente con dirigentes de la seccional local de Smata encabezada por Marcelo Barros. El área de Trabajo de la provincia ya venía ocupándose de General Motors por el conflicto que se desarrolló desde el último lunes, cuando los trabajadores resolvieron paralizar la planta para exigir la reincorporación de uno de sus compañeros, cesanteado el viernes pasado.
Ahora, ante los 500 despidos, Rubén Ferreyra, funcionario local del Ministerio de Trabajo de la Nación, planteó, en declaraciones a LT2 que “este es el mascarón de proa para quebrar una resistencia sindical”.
“No respetan a la gente, no respetan al gobierno, no respetan nada estas empresas multinacionales”, se quejó Barros desde Smata. Y evaluó que los despidos son “en parte” por el reciente conflicto en la planta de Alvear y porque las automotrices “quieren presionar al gobierno”. En este sentido, Barros afirmó que se esperan medidas similares en las terminales de Mercedez Benz y Renault.
La viceministra de Trabajo de la provincia, Alicia Ciciliani, recordó que en General Motors rige una conciliación obligatoria dictada por el conflicto por el despido del viernes pasado y adelantó que los representantes de la empresa fueron citados para las 15 de este viernes a una reunión.
En Estados Unidos, General Motors tiene planificado un fuerte ajuste de personal. En una nota publicada el 14 de octubre pasado el diario El País de España dio cuenta de la decisión de la automotriz de cerrar dos plantas en territorio norteamericano, que se da en medio de conversaciones para una fusión con Crhysler y significa cesantear a 2.700 trabajadores.
