Mariotto, Rosso y Lázzaro, por la nueva ley.
Mariotto, Rosso y Lázzaro, por la nueva ley.

Funcionarios nacionales del área de comunicación ratificaron en un seminario con la participación de especialistas de otros países que el gobierno apuesta a que se sancione una nueva ley que regule el funcionamiento de los medios en la Argentina. “Hay un compromiso muy fuerte para poder salir de la ley de radiodifusión de la dictadura”, dijo Gabriel Mariotto, interventor del Comfer. De todos modos, el funcionario evitó definiciones en cuanto a los tiempos que baraja el gobierno para concretar el anhelo: "El proyecto está en gran parte ya elaborado y recibe aportes permanentemente de distintos sectores de la comunidad", explicó, y agregó que "no hay plazos" aún para determinar cuándo se enviará al Congreso la iniciativa, resistida por los grandes grupos de comunicación que verían restringidas sus prácticas concentradoras.

Mariotto volvió a agitar el tema en las jornadas nacionales "Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia", organizadas por el Comfer y por la Secretaría de Medios en conjunto con la Coalición por una Radiodifusión Democrática, conformada por numerosas organizaciones sindicales y sociales y de medios de comunicación comunitarios como el Foro Argentino de Radios Comunitarias (Farco).

Desde hace varios años, la Coalición viene difundiendo los llamados 21 puntos por una radiodifusión democrática, que prevén poner freno a la concentración de varios medios en manos de un mismo grupo económico y partir en tres el espectro radioeléctrico, de modo tal que se reparta por partes iguales entre las empresas comerciales, el Estado y las organizaciones sin fines de lucro.

En el comienzo de las jornadas que se realizan en Buenos Aires, Mariotto destacó que “prácticamente son cotidianas las reuniones en ámbitos académicos, gremiales y universitarios” en las que se debate el tema con aportes "muy ricos" como fruto.

También destacó que "intelectuales y luchadores de Estados Unidos, Uruguay y España" y otros países participen de las jornadas para "dar cuenta de por dónde andan sus naciones con respecto a la democratización de las comunicaciones".

"Al concepto restrictivo que tiene la 22.285 (actual regulación de Radiodifusión) se suma la oportunidad de poder anticipar un escenario democratizador con respecto a las nuevas tecnologías, porque estamos en los umbrales de la digitalización, por eso este debate nos parece impostergable", puntualizó después el titular del Comfer.

En la apertura de las jornadas, ayer jueves a la tarde, expuso también el subsecretario de Medios, Daniel Rosso, quien remarcó que en la Argentina "cuatro cadenas de medios controlan el 80 por ciento de los contenidos", y consideró que esto es "producto del neoliberalismo de los ’90". En referencia al proyecto de modificar la ley de radiodifusión, Rosso dijo que "estamos discutiendo un modelo de democracia, para salir de uno donde los grandes temas son discutidos por una esfera chica, la clase política".

El funcionario remarcó que ese modelo fue implantado en "los ’90, donde se reservó a los medios el rol de entretenimiento, con un Estado que no intervenía". "Necesitamos una esfera pública donde se puedan discutir estos grandes temas, un nuevo modelo que ponga la política en el centro de la escena", opinó.

También estuvieron presentes en la apertura del seminario el titular del Sistema Nacional de Medios, Tristán Bauer, el coordinador general del Comfer, Luis Lazzaro, y el vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, Damián Loreti.

Reclamada desde el mismo retorno de la democracia, la nueva ley de radiodifusión se viene postergando por las fuertes presiones de los grupos económicos dedicados al negocio de los medios, que hasta aquí lograron que los distintos proyectos que se barajaron no prosperen.

Es que las amenazas de campañas de desprestigio de estos grandes grupos generan temor en la dirigencia política, cada vez más dependiente de la cuestión mediática para sostenerse en los dístintos ámbitos de poder.

Incluso Néstor Kirchner dio una muestra de debilidad ante las presiones al renovar licencias a los grandes grupos durante su gestión como presidente y mantener un buen tiempo al frente del Comfer a Julio Bárbaro, defensor de los intereses de los sectores mediáticos más poderosos.

Pero al mismo tiempo, Kirchner incorporó al gobierno a varios militantes sindicales del ámbito de la prensa que siempre impulsaron las modificaciones de las que ahora se vuelve hablar, particularmente a partir del conflicto del gobierno con los propietarios de campos.

Por otro lado, y si bien hay numerosas experiencias que se sostienen desde hace varios años, los intentos de generar nuevos medios, concebidos desde una lógica distinta a la de los grupos económicos, no terminan de consolidarse como una alternativa con insercion lo suficientemente masiva para disputar la agenda pública con los grandes canales, radios y diarios.
 

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