General Motors anunció este martes que ahora su intención es evitar los despidos y apelar a suspensiones hasta junio próximo. Un vocero planteó esta opción en LT2, a poco de una nueva reunión con directivos de Smata, a los que llamó a “evitar el todo o nada”.
El portavoz de GM echó la culpa de la situación a la crisis en Estados Unidos y a la baja de ventas en Chile y Brasil, y dijo que el fin de la fabricación de las camionetas Grand Vitara implica un 10 por ciento de reducción de la producción en la planta de Alvear.
Ante la “situación muy crítica en Estados Unidos” la industria automotriz de ese país, de la que GM es un emblema, “está solicitando 25 mil millones de dólares de apoyo” al gobierno, indicó Leonardo García, el directivo que habló en LT2 rompiendo el silencio que la patronal venía sosteniendo en medio del grave conflicto que generó al despedir a más de 400 trabajadores de la fábrica cercana a Rosario.
Después se refirió a la “situación puntual” por la “decisión de la marca Zuzuki” de dejar de fabricar la Grand Vitara. “Esto tiene un impacto directo en nuestra planta (de Alvear), en lo inmediato se va a reducir nuestra producción un 10 por ciento”, indicó, al tiempo que insistió en que las conversaciones con el sindicato por esta situación se iniciaron “hace varios meses”.
Incluso, sostuvo que Smata “ha rechazado nuevamente la propuesta de la empresa”, que no especificó. Pero ratificó que “hoy no hay despidos, todos los telegramas han quedado sin efecto”. Y afirmó, en respuesta a una pregunta sobre si la empresa está dispuesta a pagar doble indemnización, que “la propuesta de GM hoy apuesta a suspensiones y no a despidos”.
