La jueza federal e integrante del Tribunal Oral Federal Penal de Rosario, Laura Inés Cosidoy, salió –como cada tanto– a hacer fuertes declaraciones a los medios de comunicación. Esta vez, a propósito del tráfico de efedrina, cargó contra las políticas de seguridad del gobierno provincial al que criticó por "autismo" y "soberbia". Además, volvió a valorar la tarea del ex jefe de Drogas Peligrosas, Alejandro Franganillo, y se mostró en desacuerdo por la decisión de su reciente pase a retiro.
"He notado cambios para atrás, he notado autismo, he notado que no se advierte, que no se oye lo que está pasando alrededor, que no se habla, que simplemente se dice que está todo bien", disparó la jueza, sobre el trabajo del gobierno provincial en cuanto al control del trafico de drogas, en declaraciones realizadas a LT8. "Realmente creo que el término de autismo y en determinados momentos soberbia en un tema que es muy grave para tener este tipo de equivocación", agregó.
El tema que disparó sus intervenciones mediáticas —también dio un reportaje a Radio 2—, fue la detención de un rosarino apuntado como el mayor vendedor de efedrina de Argentina. El hombre es Mario Roberto Segovia y está acusado de trasladar un total de 8.171 kilogramos de efedrina desde Buenos Aires a Rosario entre los años 2006 y 2008.
"Puntualmente la cuestión de este personaje puede sorprender pero creo que puede no sorprender dentro de lo que pasa en la región, no únicamente en Rosario, en las facilidades que tiene cada uno para tener este tipo de actividad", sostuvo Cosidoy.
"Rosario no estuvo del todo ausente en el tema de la efedrina porque hay que recordar que hubo un supuesto laboratorio de calle Entre Ríos en pleno centro, esa persona no estaba en ese momento cuando se allanó y realmente era una cadena importante por la cantidad de efedrina que adquirió, que recién con el triple crimen se supo y hasta ese momento no se había investigado para que era, para que se usó, donde estaba, pero a partir de ese momento hubo varios procedimientos en la ciudad porque se sabía a partir de las investigación que venía de Buenos Aires que algo podía haber acá en Rosario, cosa que a las autoridades de la provincia y de la ciudad por lo visto no conmovió porque se dejó que fuera la autoridad que estaba interviniendo y nada más la que investigara", puntualizó la magistrada.
En cuanto a sus denuncias públicas contra la corrupción institucional, recordó: “Hay un solo grupo en la ciudad de Rosario del que yo pueda decir está trabajando sin cobrar por la impunidad y lo están presionando bastante a ese grupo también, es el grupo que estaba a cargo del comisario Franganillo, todo lo demás sigue tal cual lo he denunciado hace tantos años".
"Creo que estamos viviendo una situación muy grave que aparentemente no quieren advertir y que hay serias denuncias hechas por connivencia contra autoridades y jefes policiales que nunca prosperaron ni tuvieron la atención de quienes la tienen que tener, ni siquiera en los casos en que he hecho denuncias me han respondido a nivel de ministerio ni gobernación", se quejó.
"Veo algo más grave que ineficacia, no se le da importancia a la cuestión, no se quiere advertir porque no se quiere admitir, nunca tuve oportunidad de tener un contacto personal con autoridad del gobierno, una vez a través de los medios cuando denuncié connivencia policial en Villa Constitución el ministro (de Seguridad de la provincia, Daniel) Cuenca dijo que cuando yo denunciara cosas serias me iban a escuchar", insistió.
En tanto, en declaraciones realizadas poco después a Radio 2, volvió a defender a Franganillo. “¿Jubilar al comisario Alejandro Franganillo y a 1800 personas más es tener disposición para una política de lucha contra el narcotráfico?”, preguntó en referencia al pase a retiro en septiembre pasado del jefe de la ex Drogas Peligrosas.
Según Cosidoy tras el alejamiento de Franganillo, cientos de oficiales “sufren presiones para volver a recaudar porque se había acabado la caja en Rosario”.
