Sorpresivamente, los representantes de la empresa General Motors no se presentaron este martes a la audiencia de negociación para buscar una salida al conflicto que generaran al disponer más de 400 despidos en su planta de Alvear. Paralelamente, en la fábrica trascendió que la patronal quiere presionar a los trabajadores que están cumpliendo tareas de producción para que firmen que no están de acuerdo con la rotación de las suspensiones, que es lo que pide el gremio para llegar a un acuerdo.
“Los líderes y coordinadores tienen orden de hacer firmar a los compañeros que no están de acuerdo con la rotación de las suspensiones”, dijo un trabajador de General Motors esta martes a las 2 de la tarde. El operario que habló con este diario digital forma parte de los 150 trabajadores efectivos a los que la empresa quiere suspender hasta diciembre del 2009 con una rebaja progresiva de salarios.
“Quieren enfrentar a los compañeros que están produciendo con nosotros”, dijo también el operario, tras informar de la no presentación de los negociadores de General Motors a la audiencia con dirigentes de Smata en la sede rosarina del Ministerio de Trabajo de la provincia.
De la negociación de este martes iban a participar dirigentes nacionales de Smata, que llegaron hasta Rosario para intentar llegar a un acuerdo basado en suspensiones que abarquen a todo el personal de la fábrica, y no sólo a los 150 a los que no se les permitió retornar a sus puestos de producción.
El conflicto se originó por la decisión patronal de despedir a más de 400 trabajadores, medida que fue suspendida por la conciliación obligatoria dispuesta por la cartera laboral provincial, que aún rige.
