Se pinchó.
Se pinchó.

El equipo de Leonardo Astrada no pudo aprovechar el hombre de más trás la expulsión de Guiñazú, y terminó perdiendo 1 a 0 ante el Inter de Porto Alegre en el partido de ida de la final de la Copa. El desquite será el tres de diciembre en Brasil.

Cuando a mitad del primer tiempo, el árbitro expulsó al volante del Inter, Pablo Guiñazú (ex Newell’s), parecía que la primera final de la copa iba a ser un trámite sencillo para Estudiantes pero terminó siendo todo lo contrario. En su afán por hacer valer ese hombre de más y la localía y en la desesperación por lograr un buen resultado que le permitiese ir a Brasil con la tranquilidad bajo el brazo, el Pincha acabó por no conseguir nada de eso. Y encima perdió.

El equipo de Astrada empezó a caer en la desesperación por convertir, abusando de los pelotazos y los centros sin ton ni son, y terminó dejando demasiados espacios en el fondo. El conjunto brasilero por su parte se convenció que esa desventaja numérica no era tal en lo futbolístico y desplegó nuevamente sus armas. D’Alessandro y Alex comenzaron a progresar por los costados y en una de esas tantas excursiones, el ex River habilitó al único punta Nilmar, y cuando éste ingresaba al área el pobre Desábato se lo llevó puesto y le cometió penal. El árbitro lo sancionó correctamente y Alex lo transformó en gol. Después fue acomodarse y aguantar con uno menos y de visitante. Y encima ganó.

El partido de vuelta se jugará el próximo miércoles 3 de diciembre en Porto Alegre y vale la pena recordar que en las instancias finales el gol de visitante no se contabuiliza como doble por lo que las chances de Estudiantes, más allá de haber perdido como local y con un jugadormás, siguen intactas.
 

 

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