El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcatti, reiteró este jueves su conformidad con la creación del Ministerio de la Producción: consideró que "es un paso adelante" y resaltó la figura de Débora Giorgi, la nueva ministra, de quien dijo que "tiene buen manejo con las entidades productivas".
En declaraciones radiales, el dirigente rural dijo que las entidades del agro "son optimistas" tras la medida tomada por la presidenta. Si bien aseguró que es "una medida destinada a satisfacer al sector industrial", Biolcatti rescató que "también satisface al sector rural". Además, afirmó que para que funcione, el nuevo organismo "tiene que tener todas las facultades de un ministerio".
"Es preciso otorgarle la jerarquía y el poder suficiente para diseñar las políticas", pidió el titular de la Rural, que concurrió a la jura de Giorgi –ayer miércoles a la tarde– tras participar de una reunión de la Mesa de Enlace rural con el vicepresidente Julio Cobos en la que el tono fue muy distinto, con críticas al gobierno y hasta anuncios de una jornada de “duelo productivo” para mediados de diciembre.
Pero después del cónclave con el vice Judas, los dirigentes ruralistas se llegaron hasta la Casa Rosada para participar del acto de asunción de Giorgi, quien fuera ministra de la Producción de la provincia de Buenos Aires. Y en ese marco llegaron los aplausos verbales de Biolcatti, que se sumaron a los del empresariado industrial, menos enfrentado con la Rosada que los propietarios rurales y contento no sólo por la designación de Giorgi sino también por las medidas recientemente anunciadas por Cristina, que prevén reducciones y exenciones de aportes patronales para fomentar el empleo en blanco y perdones tributarios para fomentar la repatriación de capitales.
Menos entusiasmado se vio al mundo sindical, que recibió con perfil bajo los anuncios. Y claro: el sentido de las medidas es el de aliviar cargas a patronales y grandes ahorristas que guardan allende las fronteras nacionales.
La expectativa es que estas medidas se compensen o complementen con otras que apunten más de lleno a mantener el poder adquisitivo de los salarios, como por ejemplo un aumento a los jubilados nacionales, el “sobreaguinaldo” de 500 pesos que pidió en su momento la CGT y un aumento de las asignaciones familiares.
