El hostigamiento de la conducción nacional de Atilra contra la seccional rosarina del gremio se tradujo de la peor manera. Unos 200 seguidores de referentes nacionales llegaron hasta el centro de ventas de Sancor a agredir a trabajadores locales.

Buscaron particularmente a los delegados y al secretario adjunto de Atilra Rosario, Ariel Chávez, que fue uno de los que más golpes recibió.

Por la tarde, en la sede del gremio local hubo una conferencia de prensa en la que Atilra Rosario recibió el respaldo de otros agrupamientos sindicales, como Amsafé, ATE, Aceiteros, la Asociación Bancaria y Prensa. También respaldaron a los trabajadores lácteos agredidos las conducciones de la CTA a nivel local y provincial y la APDH. El repudio incluyó a los directivos de Sancor, por haber permitido el ingreso de “de una patota integrada por alrededor de 200 personas ajenas a la empresa, que penetraron en el establecimiento con el único propósito de agredir a los trabajadores”.

El incidente comenzó a partir de las 10 de la mañana, cuando colectivos, trafics y autos llegaron hasta Circunvalación a la altura del 3500. De inmediato, los recién llegados, identificados con la conducción nacional de Atilra, ingresaron a la sede de Sancor explicando que iban a realizar una asamblea de la que los trabajadores locales no tenían noticias. Pero rápidamente empezaron los golpes contra Chávez y los delegados, a los que persiguieron por todo el establecimiento durante largo rato.

De allí que en la nota que enviaron a los directivos de la firma, los trabajadores rosarinos preguntan “por qué razón no denunciaron inmediatamente lo que estaba ocurriendo a la autoridad policial o judicial a los fines de que se pusiera fin a la agresión y se identificara y detuviera a los integrantes de la patota, entre los que pudimos reconocer a un solo trabajador de Sancor, el señor José Carlos Melfi, quien fue partícipe activo de la agresión de la que fueron víctimas, entre otros, los compañeros Gustavo Ariel Chávez, secretario adjunto de este sindicato, Mauro Tejerizo y Héctor Romero, trabajadores y delegados del personal de Sancor”.

Además, desde la seccional local, cuyo secretario general es Víctor Vega, ligaron la agresión a anteriores “intervenciones indebidas” de directivos de la empresa “en cuestiones internas que atañen a los trabajadores y a su organización sindical, alentando la realización de una campaña de hostigamiento contra los representantes gremiales democráticamente elegidos por los trabajadores”.

El mismo afán de no respetar las decisiones de los trabajadores rosarinos es lo que mueve a la conducción nacional al hostigamiento contra la seccional local, afirman en Atilra Rosario, recordando que el último antecedente de enfrentamiento es el conflicto en La Serenísima por el convenio para los repositores.

El gremio a nivel nacional es conducido por Héctor Ponce, dirigente de Sunchales, quien ayer jueves llegó hasta la puerta del establecimiento local de Sancor poco después de las agresiones.

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