Desde junio último hasta acá, los despidos ya son 15. Igual, los trabajadores insisten en votar sus delegados y ya pusieron fecha: el 17 de diciembre. Para lograr el objetivo piden el respaldo de todos quienes, a diferencia del grupo Clarín, defienden la Constitución y las leyes también en lo que a derechos laborales se refiere.

Probablemente varias veces el grupo Clarín haya informado en sus medios de prensa de los datos sobre la escasa sindicalización de los trabajadores en la Argentina. Lo que seguró no publicó es que sus empresas son un ejemplo al respecto, y más en estos días en los que los trabajadores de Canal 13 y Todo Noticias quieren elegir delegados sindicales, de acuerdo con lo establecido por la Constitución y las normas vigentes. Pero la patronal de Artear, empresa del grupo Clarín, no quiere. Y como no quiere que haya delegados despide a todos aquellos que pintan para serlo.

Las empresas del grupo Clarín son un gran bolsón de ilegalidad en todo sentido; en primer lugar respecto de los derechos laborales. Salvo en algunos pequeños ámbitos, no se respeta el convencio colectivo de trabajo de prensa televisada ni el estatuto del periodista profesional”, prologa Ricardo Junghanns, candidato a delegado y uno de los que recibió una notificación de despido que rechaza.

“Nosotros en Canal 13 y TN hemos comenzado hace un año a insitir en contar con un ámbito de legalidad en la relación laboral y le planteamos a la empresa discutir la aplicación del convenio, pensando luego en revertir un atraso salarial que viene desde el 2001, cuando tuvimos descuentos de entre el 11 y el 18 por ciento”, relata Junghanns, que como buen editor concatena naturalmente la saga del conflicto.

Y sigue entonces con que ante el pedido de discutir el convenio la respuesta patronal fue poco coloquial: los primeros despidos.

Con el ojo morado, los trabajadores fueron al golpe por golpe y respondieron con una campaña de agremiación a la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires, la Utpba. En un solo día, y con el Ministerio de Trabajo de la Nación debidamente notificado, se afiliaron 80 empleados de Artear, donde no estaba afiliado el 90 por ciento del personal, que Junghanns estima en unas 200 personas vinculadas de diversos modos, incluidos pasantías, contratos basura, prestaciones de servicios eventuales.

Si no el ojo morado, con lo de la agremiación a la empresa le quedó la sensación de que le mojaron la oreja. Y respondió con más despidos, tocándole esta vez a Junghanns y a Marcelo Moreira, otro editor de noticias, también candidato a delegado.

El nuevo embate patronal fue denunciado el miércoles pasado en las oficinas en Buenos Aires de la cartera laboral nacional por la Utpba, que a la vez ratificó la convocatoria a elegir representantes sindicales. Y este miércoles 10, a las 15, habrá una nueva audiencia en la sede de Trabajo de Callao 110, donde se expresará nuevamente el reclamo gremial de reincorporación de los despedidos. “Invitamos a todos a movilizarse para acompañarnos”, convoca Junghanns, que destaca el creciente nivel de solidaridad que están recibiendo de organizaciones sindicales, políticas, sociales, de defensa de los derechos humanos.

“Nos están acompañando de todas las líneas y todos los sectores”, celebra, en diálogo con este diario digital. Y reflexiona: “En esta etapa no nos parece importante discutir las internas gremiales, porque lo primero es consolidar la mirada de que es posible organizar sindicalmente en el grupo Clarín. Por el peso de Clarín, es necesaria la organización que represente a los trabajadores en sus empresas”, prioriza Junghanns, y destaca que “sin la Utpba esto no hubiera sido posible”.

Menos entusiasmados están los trabajadores que quieren organizarse gremialmente con la actitud de la cartera laboral: “¿Cómo puede ser que a ocho días de los últimos despidos solamente dieron vista a las partes? Están demorando en dictar la conciliación obligatoria, algo que aparece tan fácil en otros espacios. ¿En Clarín no se puede?”, inquiere el editor cesanteado.

En estos días habrá respuestas en ese sentido, y se verá si la impunidad patronal del gran pulpo mediático local puede más que el mero intento de un colectivo de trabajadores por ejercer sus derechos legalmente reconocidos. “Es increíble a que 25 años de la vuelta de la democracia en canal 13 y TN estemos pidiendo que podamos votar”, resume Junghanns.

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