La elección de delegados de trabajadores de los subterráneos porteños convocada para este viernes reinstala el debate sobre la vida gremial. El enfrentamiento entre el actual cuerpo de delegados y la conducción de la UTA contrasta con la nueva señal de unidad y convivencia que dieron los Hugos que conducen la CGT y la CTA, que a la vez deben contemplar realidades como la de los trabajadores del subte, que no revistan orgánicamene en ninguna de las dos centrales.

No es nueva la bronca entre la conducción de la UTA –enrolada en la CGT– y los delegados de la empresa Metrovías, concesionaria del servicio, que prefieren no adherir expresamente a ninguna de las dos grandes centrales pero que muestran prácticas emparentadas con las que reivindica la CTA. Hubo varios episodios de violencia, casi siempre con los delegados como víctimas que, de todos modos, optaron por no intentar caminos de desvinculación de la organización sindical.

Ahora, la discusión es por una nueva elección de los representantes más directos de los trabajadores y Télam dio cuenta este miércoles del contrapunto entre el titular de la UTA, Roberto Fernández, y el delegado Néstor Segovia.

Fernández aseguró que el viernes "va a haber elecciones normalmente" y dijo que el proceso electoral de delegados "está dentro de la ley" y dentro de lo estipulado por el Ministerio de Trabajo.

"Nosotros hemos multiplicado la cantidad de delegados, y ahora lo vamos a hacer por sectores. Antes eran 21 delegados y ahora serán 44", detalló Fernández.

"Parece que a esta gente (el cuerpo actual de delegados) no les gusta el sistema de sectores. Pero no por eso tienen que llegar a este enfrentamiento por capricho, amenazando y poniendo de vuelta de rehenes a los pasajeros", sostuvo, refiriéndose a la advertencia de los delegados respecto de un paro.

El titular del gremio afirmó que "la UTA no avala ninguna medida de paro", y dijo que pedirán a los trabajadores "que trabajen normalmente" el viernes.

Solicitó a su vez a las autoridades del Ministerio de Trabajo "que controlen" cómo el cuerpo de delegados llevará adelante la eventual medida de fuerza, porque, afirmó, "no va a ser voluntario de parte de los trabajadores, seguramente van a poner obstáculos
en las vías".

Segovia, por su parte, anunció para el viernes "un paro total de actividades" si no se revierten las "irregularidades" en el proceso electoral, a partir de la implementación de la nueva modalidad dispuesta por la conducción de la UTA.

"Nosotros creemos que faltan más delegados. En Constitución hay 80 compañeros y tenemos tres turnos laborales. Tendría que haber 2 delegados. Y en boleterías, con 130 trabajadores, hay una sola delegada", mencionó Segovia.

De todas maneras, señaló que ellos están "tratando de buscar la forma de evitar este paro", porque "se trata de cuestiones que se pueden solucionar".

"No tendríamos que estar discutiendo una interna gremial, sino un aumento salarial. Por eso apelo al compañero (Roberto) Fernández para que lleguemos a un punto de acuerdo y evitemos la medida de fuerza", llamó Segovia.

Evitar un nuevo escándalo para dar pasto a los medios del establishment con la tragedia de Rosario todavía fresca aparece como la mejor alternativa para los intereses del conjunto de la clase trabajadora, que no parece en condiciones de desgastarse frente a los nuevos embates patronales con la crisis financiera internacional como marco.

Por el contrario, por abajo y por arriba soplan vientos de unidad, sólo posible de sostener encontrando los mejores mecanismos para dirimir las diferencias bajando los niveles de violencia, estableciendo reglas de juego claras y a respetar a rajatabla.

Esa es la señal que baja de encuentros como el que sostuvieron este martes el jefe cegetista Hugo Moyano y el titular de la CTA Hugo Yasky

Vale repasar algunas frases. Moyano dijo que “no se puede descartar nunca” una unión con la CTA y sostuvo que “la pelea tiene que ser en conjunto, en la calle y en los espacios de poder que podamos ocupar”.

“Si hay un mandato que surge claro de nuestros compañeros en las bases, si hay una convicción, es que tenemos que construir más unidad para tener más fortaleza en nuestras disputas para construir un país más justo”, agregó Yasky, según se puede ver en la crónica de Página 12.

En el grueso de los medios, quedó reflejado que, por lo pronto, CGT y CTA acordaron “unidad de acción” ante los efectos de la crisis.

Otro de los grandes aspectos de la construcción de la unidad es el de los modos de dirimir las diferencias. La elección de delegados en el subte porteño es una de las próximas estaciones.

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