El masivo acto que se realizó en la ciudad metalúrgica este viernes reforzó la posición de los trabajadores de Paraná Metal en la negociación por el futuro de su fuente de trabajo, que continúa esta misma jornada.

Apenas finalizada la movida que juntó a unas cinco mil personas, dirigentes de la UOM villense que conduce Alberto Piccinini y de la comisión interna de Paraná Metal partieron a participar de nuevas reuniones, con el objetivo de revertir la suspensión sin goce de sueldo de unos 1200 trabajadores, que mantienen una carpa en el acceso a la ex Metcon, sobre la ruta 21.

Desde allí partió la columna de los obreros afectados a media mañana. En el camino hasta el centro de Villa Constitución, los trabajadores fueron recibiendo la solidaridad del grueso de la población villense, que protagonizó una nueva jornada inscripta en la tradición de lucha de una comunidad que tuvo sus hitos en los 70 y en el año 1991, en último gran conflicto en Acindar.

La adhesión se expresó en el cierre de numerosos comercios, cuyos dueños y empleados fueron saludando el paso de la columna con aplausos y hasta algunos redoblantes.

Según informó a este diario digital la periodista villense Ariela Georgiadis, en la céntrica plaza San Martín el palco se montó en la vereda de cara a la Iglesia y la Jefatura de Policía y la gente se agolpó sobre la ancha calle principal, que lleva el mismo nombre que el paseo público.

El acto se extendió hasta pasada la una de la tarde, y hablaron a la multitud dirigentes de la UOM local y de la seccional Campana, de ATE y de Amsafé. También se dirigieron a la multitud una integrante del grupo de mujeres autoconvocadas conformado por esposas de los obreros de Paraná Metal y el propietario de una de las empresas contratistas de Paraná Metal, que cerró filas con el reclamo gremial: “Yo soy hijo de un metalúrgico”, remarcó, expresando todo un sello de identidad de una ciudad como Villa, que se mueve al ritmo de la fuerte presencia de la industria metalúrgica. El cierre del acto estuvo a cargo del secretario general de la UOM villense, Alberto Piccinini.

Mientras continúa la negociación para revertir las suspensiones y garantizar la continuidad de la fuente laboral, en el acto se confirmó que los trabajadores afectados percibirán un subsidio de 500 pesos antes de Navidad y que se está negociando otra ayuda, de 600 pesos, para atemperar los efectos de la suspensión.

También se comentó en la movilización que fueron creciendo las donaciones para que los obreros afronten en mejores condiciones el mal trance y puedan mantener la carpa instalada frente a la fábrica. Un ejemplo es de Horació Vaquié, intendente de la ciudad y ligado al negocio de la venta de carne, que donó una vaquillona para la celebración navideña junto a la planta.

Vaquié y otras autoridades locales de los distintos sectores políticos acompañaron a los trabajadores en la movilización, en la que apareció hasta Raúl Castells, otro que prometió donar comida para la carpa.

Según informó en Villa el Diario El Sur, los dirigenes de la UOM apuestan a que el gobierno nacional ayude al reinicio de la actividad en una empresa que solicitó el procedimiento de crisis en el Ministerio de Trabajo provincial y se presentó a concurso de acreedores, al tiempo que paralizó la producción y suspendió a todo el personal.

El miércoles pasado los dirigentes sindicales se reunieron con funcionarios de primera línea de la Casa Rosada. En los encuentros se evaluaron diversas alternativas. Y se esperaba que este viernes los propietarios de Paraná Metal –un grupo de ex gerentes de Acindar- se reúnan en Buenos Aires con el secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno.

En este marco, el acto de este viernes marcó que la comunidad villense no está dispuesta a que la fábrica permanezca paralizada.

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