Como si fuera una agente de Control, donde reportaba el Súper Agente 86, la líder de la Coalición Cívica (CC), Elisa Carrió, puso en su boca la palabra “caos”, le dio una connotación “K”, y estableció que la “única salida es el orden”. El Jefe y la 99, de parabienes.
Lilita hizo, nuevamente, gala de su estilo profético: "Me veo presidenta, pero sólo cuatro años", sostuvo, sin dejar pasar la oportunidad de legitimar ese aserto con otra frase fuerte, poblada de anhelos por ser parte de las grandes mayorías: “El pueblo me pidió que unifique a otros sectores”.
Y en tren de vaticinios, para no desilusionar a quienes la prefieren en ese rol, pero cerca del confort del Hotel Conrad, en Punta del Este, la titular de la CC mostró un futuro posible y poético para sí misma luego de cumplir el sueño de aposentarse en el sillón de Rivadavia: "Un retiro espléndido, vendiendo palabras al mar".
Lilita no quiso dejar potenciales aliados a la vera de la ruta, y tras entusiasmar al electorado con su certeza de que "estamos en la instancia previa al caos", confesó su predisposición a “tomar un café político" con el vicepresidente Julio Cobos, pero si éste renuncia a hacer oposición desde el mismo seno del gobierno.
Carrió reveló a los medios que la consultaron que "hay un gran desorden, económico, social" y como "la única salida es el orden” sonó demasiado al estilo de Juan Carlos Blumberg, aclaró su concepto de orden: “No es represión, estoy hablando de un orden de libertad, de ciudadanía, de derecho, republicano". Casi tan republicano como su vaticinio del inminente caos en medio de una crisis económica global que reclama menos profecías que propuestas. Casi.
Lilita no se privó tan siquiera de opinar en torno de construir una alianza para llegar a cumplir su deseo presidenciable: “El pueblo me pidió que unifique a otros sectores”. Y agregó, con escasa modestia y modesto republicanismo: “Es una instancia importante porque los liderazgos en algunos espacios no se discuten, no es como en la Alianza donde el candidato a presidente era (Fernando) De la Rúa y el conductor del partido (UCR) era (Raúl) Alfonsín. Acá la candidata soy yo y la conductora de la Coalición Cívica soy yo".
Se puede vaticinar, entonces, que la líder de la fuerza que en 2007 quedó más de veinte puntos detrás de la fórmula encabezada por Cristina Fernández de Kirchner desfilará en lo que resta de la semana por todos y cada uno de los programas de cable, políticos o no, y por las pocas producciones de TV abierta que sobreviven en verano.
