Como si nadie se hubiera percatado de su tendencia a jugar a los cowboy, el productor sojero tomó un banco en una pequeña localidad de Entre Ríos justo un día antes del diálogo propuesto por el gobierno nacional y aceptado a regañadientes por la Mesa de Enlace.
Precisamente, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, había expresado su esperanza de que “los ruralistas vengan a buscar caminos de solución y no como actores políticos”, y se había quejado del “tono insultante” que usaron el viernes pasado en el minimalista acto de Leones. A primera vista, el hecho se inscribe en un escenario a tres puntas: por un lado, un claro mensaje acerca de cómo quiere De Ángeli que se perciba la llegada de las cuatro entidades a la negociación; por otro, el "Melli" le envió un mensaje de texto a Eduardo Buzzi, que juntó pocos asistentes en Leones; por último, una poco sutil sugerencia al gobernador de Entre Ríos, Sergio Uribarri, para que se vaya del kirchnerismo y se ponga del lado de los vaqueros. Los indios ya deben estar pensando en cómo hacer cumplir sus más urgentes petitorios.
El dirigente de la Federación Agraria Argentina (FAA) sucursal Entre Ríos, está al frente de unas 250 personas que se encuentran desde las 10 de este lunes en el interior de una sucursal del Nuevo Banco de Entre Ríos SA (BERSA).
Sin apartarse un centímetro de su brutal estilo, De Ángeli lidera a quienes exigen la reprogramación de sus deudas. El ruralista que explota campos que pertenecieran a Alfredo Yabrán anticipó que permanecerán allí “hasta que las autoridades brinden una respuesta al petitorio”.
El grupo de productores encabezados por De Ángeli se encuentra ocupando la sucursal Hasenkamp del Banco de Entre Ríos, a la espera de las autoridades les den respuesta a un petitorio en el que reclaman que solucionen sus necesidades financieras.
Con la logística propia de quien tiene decidido llevar adelante un movimiento que provocará escándalo, el grupo de De Ángeli se reunió a la mañana de este lunes en el cruce de las rutas 127 y 32, y luego se trasladó hasta la ciudad de Hasenkamp para hacer el reclamo dentro de la sede bancaria, para lo cual no tuvo mejor idea que tomarlo.
Sin embargo, el productor de soja desmiente todo: “El banco no está tomado porque puede operar y atender a sus clientes sin inconvenientes”, explicó a Télam De Ángeli, quien debe suponer que puede entrar con 250 personas a un hospital sin que los cirujanos dejen de operar a sus pacientes.
En el documento los ruralistas piden, entre otras cosas: reprogramación general de las deudas del sector agropecuario; tasas de interés de un dígito; plazos de vencimientos acorde al nuevo ciclo productivo y la suspensión de los débitos automáticos de cuenta corriente. En cualquier momento se presentan ante la Corte Suprema con mil milicianos y le piden al presidente Ricardo Lorenzetti que queme los expedientes que les molestan.
