.jpg "De Ángeli: ¿Mate Cocido o Mate Cosido?")
Ni en el más efervescente momento de histeria que la clase media expresó frente al corralito impuesto por Domingo Cavallo las huestes comandadas mediáticamente por Nito Artaza fueron capaces de tomar un banco para hacerse oír y reclamar por sus fondos. Alfredo De Ángeli lo hizo. Y el establishment no se escandalizó.
Por estas horas, a las autoridades del Banco de Entre Ríos SA (BERSA) les debe ser más sencillo entender al gobierno nacional cuando éste dice que negociar con los dirigentes más visibles de las patronales agropecuarias es harto difícil. La línea gerencial del banco también debe estar mensurando que los problemas de comunicación que se le adjudican al gobierno para explicar su política agropecuaria tienen que ver más con la apoyatura mediática que consigue la Mesa de Enlace que con la falta de estrategas en marketing político oficialista.
La discusión entre los productores de la Federación Agraria Argentina (FAA) y el BERSA no es nueva, pero se habían logrado avances importantes. En el petitorio De Ángeli pide, entre otras cosas, la reprogramación general de las deudas del sector agropecuario; tasas de interés de un dígito; plazos de vencimientos acorde al nuevo ciclo productivo y la suspensión de los débitos automáticos de cuenta corriente. Al menos tres de esos tópicos ya habían sido resueltos por la entidad bancaria, según informaron las autoridades del BERSA. Como con el gobierno, los patrones piden lo que ya les dieron y así levantan la apuesta. Pero los grandes medios hablan de protesta y ni por asomo mencionan los logros en las negociaciones.
La toma, repudiada hasta por la Sociedad Rural de Entre Ríos (SRER), fue denunciada como tal por las autoridades de la entidad bancaria, quienes manifestaron su asombro por “la violencia de los manifestantes” y luego hicieron la denuncia penal.
Ahora que parece estar en boga el concepto decimonónico de “Federalismo sin Nación”, que retrotrae la discusión a los tiempos de los caudillos, la primera castigada fue la SRER, ya que la entidad madre, la Sociedad Rural Argentina (SRA), no la acompañó en la condena de la ocupación. Por el contrario, su titular, Hugo Biolcatti, apoyó el copamiento. ¿Se viene el bloque “Entre Ríos Federal” y la SRER retira a sus hombres de la mesa nacional de la SRA?
Que la toma no fue una medida inconsulta dentro de la FAA lo demuestra la sesuda reflexión de uno de sus principales dirigentes: “¿Por qué no se le pone retenciones al juego, a la pesca, a las entidades financieras?”, preguntó el vicepresidente Pablo Orsolini. Pero De Ángeli también le mandó un mensaje a Eduardo Buzzi: “Vos seguí rugiendo en Leones frente a mil tipos que yo convoco a las cámaras de la TV nacional con sólo 25o monos y la toma de un banco”, podría haber sido el texto de la misiva.
Los medios porteños –los grandes como Clarín y La Nación, y aquellos de baja tirada como Crítica– que actúan como principal sostén en la cobertura mediática de la patronal en este conflicto, eligieron mayoritariamente calificar de “protesta” lo que claramente y a la vista de todos fue una ocupación forzada de un establecimiento privado con atención al público. El colmo, como era de esperar, lo protagonizó La Nación al incluir el Episodio Hasenkamp en un “panorama de los principales escenarios de protesta” en todo el país. Tal vez, en las próximas horas, el héroe de muchos en Gualeguaychú deba usar tamaño exabrupto en formato de coartada, si lo llaman a declarar a partir de la denuncia penal que presentó la institución bancaria por la “protesta”.
Más risible resultan los cambios que algunos medios hicieron de sus titulares en las respectivas ediciones on line. Luego de haber encabezado con un contemplativo “De Angeli y un grupo de ruralistas protestan en un banco en Paraná” (¿?), Ámbito Financiero prefirió hacer honor a su nombre y pasó a titular “En una medida polémica, De Angeli y ruralistas mantienen una protesta en un banco en Paraná”, sin que las seguras llamadas de los bancos anunciantes le hayan impuesto averiguar que la toma era en Hasenkamp.
Jorge Lanata también debe haber atendido protestas de los popes de los bancos, porque de titular “De Angeli: «La banca privada no se enteró que estamos en emergencia»”, pasó a encabezar así: “De Angeli copó un banco para exigir la refinanciación de deudas del agro”. Aún así, los avisos de bancos no se notan en Crítica de la Argentina Kirchnerista. Tal vez lleguen.
El BERSA te hace el verso
La defensa de una banca privada que nunca estuvo a la altura de las circunstancias en el actual proceso de desarrollo económico, en el que por imperio del cambio de paradigma perdió protagonismo aunque no las mañas, la asumió la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), en un comunicado en el que manifiesta su rechazo “a actitudes y prácticas violentas con las que algunos grupos minúsculos han querido reemplazar la razón por la fuerza”.
Tal vez las jugosas pautas publicitarias con que los bancos asociados a Adeba untan las carteras de los medios logren lo que hasta ahora no consiguió el comunicado: algo de coherencia entre lo que pregonan a diario sus editorialistas y la condena a la usurpación del cowboy de Gualeguaychú. Problema de ellos, salvo que en el medio queda mucho lector incauto que no ve la hora de saber qué dicen esos gurúes de la palabra tarifada.
En particular, el BERSA SA, una de las joyas de la abuela echada a rodar en la mesa de ruleta menemista, no cumple lo que se dice un rol productivista. Tan es así que el gobierno entrerriano incluyó entre el temario a tratar en la Convención Constituyente que sesionó en 2008 la creación de un banco de desarrollo que viniera a suplir la carencia de una banca privada que no se hace cargo de otra cuestión que su renta, por cierto nada exigua.
La Comisión de Producción, Trabajo y Desarrollo Sustentable de dicha Convención fue la encargada de la redacción final que dejó sentadas las bases para crear “un banco de la provincia que se constituya en herramienta para el desarrollo económico y social de Entre Ríos”, según consta en el portal Análisis Digital en su edición del 29 de agosto de 2008.
Precisamente uno de los que primero sacó los pies del plato kirchnerista para defender a la gauchocracia en pie de guerra en 2008, el ex gobernador Jorge Busti, se solazó con la idea de un nuevo banco en manos del Estado, pero algún síndrome culpógeno lo llevó a justificar la privatización de aquel que ya estaba en manos públicas: “Luego vino la gobernación de Mario Moine. Se habla del neoliberalismo pero ellos (socialistas y seguidores de Elisa Carrió) también fueron gobierno, en el 2001 y 2002”, contestó Busti, que aseguró que el banco “tenía entonces fuertes compromisos y perdía muchísima plata. Fue una necesidad de Moine la privatización”, registró Análisis Digital.
Calidad institucional
Resulta por lo menos curioso que los más enconados defensores de la institucionalidad y, por sobre todo, de la propiedad privada, reduzcan el Episodio Hasenkamp a una protesta más, sobre todo porque seguramente no dejarían pasar la oportunidad de pedir la cárcel y otras delicias si se tratara de famélicos dando pelea por su pan o despedidos defendiendo su derecho al trabajo.
El presidente de la UCR, Gerardo Morales, afecto a reclamarle al gobierno nacional mayor calidad institucional, “justificó hoy la decisión al afirmar que es «consecuencia de la lógica conflictiva del kirchnerismo y, a la vez, de la actitud unilateral de un Gobierno que no quiere oír los reclamos del sector» agropecuario”, según consigna el portal Ámbito Web. El diario de negocios no cita el artículo periodístico firmado por Horacio Verbitsky el 13 de julio de 2008, titulado Animal Planet, en el que se afirma: “Según fuentes del radicalismo transversal, el presidente de la UCR, Gerardo Morales, canalizaría inversiones en un fondo de siembra de Santiago del Estero a través de su hermano Freddy”. Una joyita.
La gesta De Ángeli
Las luchas de De Ángeli contra presuntos poderes expoliadores de víctimas campesinas no son novedosas. La anterior al copamiento del BERSA de Hasenkamp fue registrada por el sitio económico ON 24 seis días antes de la toma, el martes 17 de febrero. “La semana pasada, el director de Federación Agraria Argentina de Entre Ríos (De Ángeli) se puso al frente de un centenar de productores y realizaron una sentada frente a los tribunales de Nogoyá, ciudad ubicada a unos 110 kilómetros al sudeste de Paraná. Con la movilización y luego de la reunión del dirigente con el juez comercial Carlos Humberto Blanco, se difirió el remate del campo del productor Luis Mario Graglia, afiliado a la FAA. La deuda inicial era de 25 mil dólares y hoy rondaría en un millón de pesos. El productor podría acceder a una renegociación de la deuda”. Se ve que De Angeli se entusiasmó.
Otro antecedente de deudores defendidos por el “Melli” es el de su segundo en FAA, Juan Alberto Echeverría, quien tiene dos causas penales por evasión fiscal. “El crédito del fisco verificado y/o admitido en la quiebra es de 1,8 millón de pesos, pero sólo tiene a su nombre una casa hipotecada y con cláusula de inembargabilidad”, según se puede leer en la edición de Página 12 del 8 de julio de 2008”.
Qué lomo, papá
En medio del encuentro entre las patronales agropecuarias y el gobierno nacional por invitación de éste último, y a casi un año del inicio del conflicto por la renta extraordinaria que arroja aún hoy la soja, cabe repasar algunos hechos incontrastables:
Desmoronada la resolución 125, los pequeños y medianos productores no pueden beneficiarse con la baja de las retenciones que hubiera supuesto la baja de los precios internacionales, los reintegros en fletes, etc; se bajaron retenciones a varios cereales y otros cultivos; por la sequía se declaró la emergencia agropecuaria nacional; se adoptaron medidas unilaterales del gobierno que beneficiaron al campo, en especial al sector cárnico con la liberación de exportaciones; el precio de la soja apenas está por debajo de los valores de hace un año; la superficie sembrada de soja se incrementó, y las exportaciones agropecuarias también crecieron; y, afortunadamente, el lomo vale menos de 80 pesos el kilo, aunque ese no sea un dato que alegre al tomador de bancos, que en su intento por emular al ladrón de ricos Mate Cocido tal vez termine con el Mate Cosido.
