La noticia podría ser que el ex presidente y actual senador Carlos Menem quedó al borde del procesamiento –por quinta vez en una causa penal– si se toma nota de las cuantiosas pruebas acumuladas en el expediente que contiene la polémica venta del predio de la Sociedad Rural, realizada en 1991. Claro que tal vez sea preciso dar contexto a aquella operación político-inmobiliaria y anclarla con un perverso círculo que comenzó con la habilitación de obra que el progresista ex jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, otorgó a la empresa La Rural de Palermo Sociedad Anónima, a pesar de que el Código de Planeamiento Urbano porteño lo impedía expresamente.
Ese grupo empresario es el que creó la UTE que desde hace cuatro años le permite al empresario colombiano Francisco de Narváez obtener buena parte de los fondos con que financia su campaña a gobernador de la provincia de Buenos Aires representando al más rancio antikirchnerismo.
Por supuesto esa decisión también deparó pingües ganancias a una de las entidades que integran la Mesa de Mangazo Agropecuario que jaquea al gobierno de Cristina Fernández. Cosas de la progresía vernácula, muchas veces bendecida por el kirchnerismo con los aceites esenciales de la transversalidad.
De modo que, en síntesis, Menem quedó a un paso de sumar su quinto procesamiento, esta vez por haber autorizado la venta de los terrenos de La Rural en 30 millones de dólares, a casi 100 millones menos de su valor real. El juez Sergio Torres, quien analizó el expediente 6.219/001, decidirá después de Semana Santa su situación procesal, tras el planteo presentado por la defensa días atrás.
La agencia Télam informaba que, la semana pasada, “el juez federal (Torres), luego de concluir con la ronda de declaraciones indagatorias, comenzó a decidir si procesaba, sobreseía o dictaba la falta de mérito de Menem y otros involucrados. Pero la defensa del senador por La Rioja hizo un planteo de prescripción, lo que se interpretó como una táctica para ganar tiempo”.
Así, el juez Torres terminará resolviendo después de la Semana Santa, en principio la solicitud de prescripción de los abogados de Menem, y luego sobre el tema de fondo.
Peritaje exhaustivo
En la causa, que contiene más de tres mil fojas, se atesora un peritaje exhaustivo, realizado por el decano del cuerpo de peritos tasadores de la Corte Suprema, Juan José Bialet Salas, quien trabajó junto a su colega Mónica Silvia Grille. El trabajo concluye que el predio tenía en 1995 “un valor piso de 131.800.000 pesos”. Esa cifra equivale a dólares, puesto que en aquel momento regía la Ley de Convertibilidad.
En 1991, Menem autorizó la venta de ese predio de 12 hectáreas, que pertenecía al Parque Tres de Febrero (los bosques de Palermo) creado por Domingo Faustino Sarmiento, en 30 millones de dólares, es decir poco más de 100 millones por debajo de su valor. Desde 1985, el Congreso le cedía a la SRA el predio a cambio del 5 por ciento de la recaudación.
En su informe, los peritos de la Corte señalan que “el mismo día de la firma de la escritura”, la Sociedad Rural Argentina, que es una asociación sin fines de lucro, creó “La Rural de Palermo Sociedad Anónima”, con objetivos comerciales regidos por la ley 19.550, que regula el funcionamiento y da encuadre legal a las sociedades anónimas.
Basándose en un análisis contable sobre el ingreso potencial, los peritos llegaron a algunas conclusiones que vale la pena mensurar, porque el predio podría haber valido incluso más que los casi 132 millones de dólares que se calculan a valor inmobiliario: “131.800.000 pesos es el valor piso, no opinando respecto del valor techo, el cual surgiría con mayor claridad si se hubiera efectivizado el proyecto realizado por un banco de inversión referido a la obra total terminada, tan cuestionada y cuya realización no permite por ahora el Código de Planeamiento Urbano”.
Cabe recordar que la obra puso ser llevada a término gracias a una polémica decisión tomada por el entonces jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, quien aprobó el final de obra pese a la violación manifiesta del Código de Planeamiento Urbano.
La Rural de Palermo SA, una bella historia
Luego, en 1995, la Rural de Palermo SA y la compañía estadounidense Ogden Argentina SA constituyeron una Unión Transitoria de Empresas (UTE) que, en 2005, adquirió el empresario colombiano Francisco de Narváez, quien para algunos representa la esperanza pelirroja que dará cristiana y blanca sepultura al kirchnerismo bonaerense y sus aliados.
El hombre de negocios –también socio de Daniel Vila y José Luis Manzano en el grupo América, concesionario de señales públicas de radio y televisión– comenzó a explotar el centro internacional de exposiciones y congresos y las áreas de entretenimiento, gastronomía y hotelería de La Rural de Palermo SA. Y no le está yendo nada mal.
De Narváez se afilió al Partido Justicialista y siempre se opuso al kirchnerismo, pero ahora es calificado por la mayoría de los medios como “justicialista disidente”, sobre todo desde que decidió ser candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires. Plata para los afiches no le falta al ex propietario de Casa Tía, quien en alguna fiesta de disfraces provocó exclamaciones de admiración por su arrojada caracterización de Diavolo Rosso.
Se dirá que De Narváez ya era millonario antes de La Rural SA, pero su fortuna se vio incrementada notablemente a partir de ese ingreso al mundo agroganadero y le abrió las puertas al no menos glamoroso mundo de las corporaciones multimedia, algunas de las cuales se olvidaron de pagar el favor a la hora de narrar El Episodio Cromañón.
Presunción de “casi inocencia”
Al analizar la rentabilidad que va a tener el predio con ese centro, los especialistas del cuerpo de peritos tasadores de la Corte Suprema aseguraron que fue “casi inocente” obviar el interés empresario por invertir 100 millones de dólares en el predio cuando el gobierno de Menem fijó un valor de 30.
Nada se dice, sin embargo, de la “casi inocencia” de Ibarra al declarar piedra libre al consorcio empresario que, de ninguna manera, argumentó entonces que su fin era la recaudación de fondos para los niños huérfanos, ni siquiera los del Frente Grande luego de la partida del padre político de Ibarra, Carlos Álvarez, del último gobierno progresista de la Argentina, la Alianza encabezada por Fernando “Aspas” De La Rúa.
Tal vez Ibarra ni siquiera califique en el rubro “inocencia”, ya que las implicancias de su decisión administrativo-económica fueron advertidas en su momento por el diario Página 12, a través de distintas notas escritas por Horacio Verbitsky.
Un detalle que recuerda los nombres de algunos emblemáticos personaje del conservadurismo de derecha que tuvieron un rol destacado en aquel gobierno progresista: además de Menem, el juez Torres deberá decidir la situación procesal del ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, y del ex titular de la Comisión de Venta de Inmuebles Estatales, Matías Lucas Ordoñez, entre otros ex funcionarios. También el del ex titular de la SRA, Eduardo Zavalía, amigo personal de De la Rúa y cariñoso saludador de Ibarra en oportunidad de cada una de las inauguraciones de la Exposición Rural que tuvieron al Hombre de Cromañón como visitante ilustre. Si fuera el único progresista de derecha…
(Fuente datos: Agencia Télam)
