En medio de una verdadera histeria mediática, que incluye la frenética búsqueda del primer caso no ya argentino sino del propio barrio del movilero de turno, la gripe porcina se extiende desde la pantalla a la vida real. El caso de un bebé de dos años fallecido en Estados Unidos, la llegada en cuenta gotas de la moderna peste a la vieja Europa, médicos que se prestan gustosos a posar para mostrar que portan barbijos luego de llegar de México, y la estadística de cada caso a escala global, aún aquellos no chequeados, configuran un panorama que poco ayuda a dimensionar la gravedad, o no, de la ya declarada pandemia gripal vinculada lateralmente a los moradores de porquerizas. Donde se vendían 10 barbijos por día, ya se venden 250. Eso es información. La venta aumentó 25 veces, de lo que hay que cuidarse es que la enfermedad no quiera plagiar esa progresión.
“El calor significa dengue y el frío gripe, así que no sabemos qué sería mejor”, comenta sesudamente un improvisado conductor radial de Rosario que lamenta no poder echar la culpa de la irrupción viral al gobierno nacional. A continuación, el conductor, especialista en competiciones automovilísticas, no se tienta de responsabilizar a las autoridades mexicanas, y da lectura a los últimos casos conocidos.
“Son 159 los muertos en México”, se lee en el zócalo de una pantalla que emite los gráficos y mapas que indican, por país, la cantidad de casos de gripe porca. La voz en off del relator de ese canal de cable modula un cable de Télam: “Ese es el número de víctimas que se sospecha fueron causadas por la gripe porcina. Se registraron un total de 2.498 casos de personas con problemas respiratorios agudos, de los cuales 1.311 están hospitalizados”. El mapa se mueve de izquierda a derecha y hace viajar al televidente de América a Europa.
El número de muertes que se sospecha fueron causadas por gripe porcina en México se elevó de 152 a 159, informó anoche el ministro de Salud, José Angel Córdova. Eso es información. En conferencia de prensa, el funcionario dio a conocer una reducción de 20 a siete en el número de casos “confirmados” por gripe porcina, según reza con claridad un despacho de la agencia italiana Ansa reproducido en Argentina por la agencia oficial de noticias.
“El ministro –repite el cable– informó que en el país (en México) se han registrado un total de 2.498 casos de enfermedades respiratorias agudas, de los cuales 1.311 personas permanecen hospitalizadas. El cable no lo dice, pero en el Distrito Federal viven 30 millones de personas. El total de casos aztecas representan, entonces, menos del 0,01 por ciento de la población de la capital de México. No es para andar escupiendo en la boca a nadie, pero pareciera que con organización y logística sanitaria, se trata de un brote controlable. Los próximos días darán la verdadera dimensión de la potencial pandemia.
La cosa mediática se agrava a la par que para el mundo real la cosa práctica se presenta auspiciosa cuando se confirma que, en México, en cuanto a la gripe porcina, sólo se ha podido constatar con absoluta certeza “la presencia de 26 casos comprobados correspondientes, de pruebas de análisis estricto y cotejo de expedientes, siete corresponden de manera indubitable a fallecimientos causados por el nuevo virus de la influenza porcina”. La autorizada palabra corresponde al mismísimo ministro de Salud azteca.
El funcionario indicó que con un laboratorio que ya fue instalado en el país y el apoyo de otros de Canadá y de Estados Unidos este miércoles podría conocerse el resultado de 150 casos más. 176. 30 millones. Pandemia. ¿Qué están leyendo los productores de los medios? ¿Qué están tomando?
El jefe de la cartera de salud mexicano finalizó la conferencia de prensa con un dato que no fue suficientemente divulgado: “En los hospitales del país se registra en los últimos días una reducción progresiva de posibles casos de gripe porcina”.
Mientras tanto, la venta de barbijos aumentó. “De 10 barbijos que vendía por día pasamos a vender 250”. En Rosario, una sola droguería ya pidió 50 mil barbijos que llegarían a principios de la semana que viene.
Y también aumentó la venta de la vacuna antigripal. No cura la gripe porcina, pero no importa, es lo de menos.
