El anuncio histórico de bancarrota del gigante automotriz se hace antes de la apertura de Wall Street. Poco después, Barack Obama se pronunciará sobre medidas para el sector. La nueva GM que emergerá de la bancarrota será controlada en 72,5 por ciento por el Tesoro de los Estados Unidos.
El presidente estadounidense, Barack Obama, hará este lunes al mediodía un anuncio sobre la industria automovilística, poco después de que General Motors comunique su bancarrota en forma oficial. El dato surge de las citas oficiales en la agenda del mandatario norteamericano. El anuncio se espera para alrededor de las 11.55 (las 12.55 en la Argentina), según reportó la agencia italiana Ansa.
General Motors hará su anuncio a eso de las 8 de la mañana (las 11 en la Argentina) sobre su bancarrota en un tribunal de Nueva York, el mismo que lleva adelante el caso de Chrysler.
La empresa, según versiones difundidas por la prensa local, debería nombrar a Al Koch como principal oficina de reestructuración con el objetivo de liquidar los bienes que quedan en bancarrota.
El proyecto en estudio, según las mismas fuentes, prevé en realidad, en el marco del capítulo 11, la venta de los bienes valiosos de GM a una nueva empresa.
El gobierno estadounidense debería invertir 60.000 millones de dólares para facilitar la reestructuración de la sociedad y agilizar la salida de la bancarrota de la nueva General Motors.
La industria automovilística se prepara así a vivir una histórica jornada con la noticia de la bancarrota de General Motors antes de la apertura de Wall Street y el probable pase de otro ícono estadounidense, Chrysler, a manos de una empresa controlada por un inicial 20% de la automotriz italiana Fiat.
La nueva GM que emergerá de la bancarrota será controlada en 72,5% por el Tesoro, en 17,5% por el fondo Veba del sindicato United Auto Worker y en 10% de los acreedores, que podrán contar con 15% en dos bloques de 7,5% cada uno condicionado al logro de determinados umbrales de capitalización.
En tanto, una fuente del gobierno norteamericano indicó que la bancarrota de General Motors durará entre 60 y 90 días.
El Tesoro estadounidense concederá a General Motors 30.100 millones de dólares de financiamiento que le permitirán operar normalmente durante la bancarrota.
A cambio, el Tesoro recibirá alrededor de 60% de la nueva GM, que surgirá tras la bancarrota, según la misma fuente. Además, añadió la fuente, el gobierno canadiense participará en la reestructuración de la automotriz.
Ottawa y el gobierno de Ontario otorgarán financiación por 9.500 millones de dólares y a cambio recibirán cerca de 1.700 millones de dólares de débito y acciones privilegiadas y cerca del 12% de la nueva GM.
En tanto, al fondo Veba (Voluntary Employee Beneficiary Association) del sindicato United Auto Worker (UAW) le corresponderá 17,5% de la nueva automotriz, dijo la fuente estadounidense.
El Veba podrá nombrar un director independiente en el consejo de administración, pero el fondo no gozará de ningún derecho a voto. El Veba recibirá 6.500 millones de dólares de acciones privilegiadas y asumirá una deuda de 2.500 millones de dólares