Ernestino se pone loquito.
Ernestino se pone loquito.

El Señor I dedicó buen rato a escuchar y leer sobre el cruce entre Ernesto Tenembaum y el diputado Agustín Rossi y aprovecha la ocasión para invitar a reflexionar sobre una muy extendida actitud en la práctica periodística, que es la de igualar la visión y la versión del periodista con la única verdad. Ahí está Ernestito endilgando a Rossi que está perdiendo “el sentido de la realidad”. Y el Señor I se pregunta por qué catzo Ernestito se arroga expresar ese “sentido de la realidad” si no es más que un ser humano común y corriente, aunque labure para el grupo Clarín, lo escuche mucha gente y gane buena teca.

Vale también –entre tantísimos que podrían citarse– un ejemplo más cercano para la rosarinidad: el “me consta que es buena persona” con que suele evaluar a algunos de sus entrevistados Luis Novaresio en su programa radial. Los entrevistados sobre los que no dice eso ¿son malas personas?

¿Dónde le entregaron el “buenapersonómetro” al bueno de Luis? ¿Dónde se graduó Ernestito de “sentidor de la realidad”? ¿Cuándo fue que tantos periodistas empezaron a creerse dioses pese a no ser más que laburantes, incluso en la mayoría de los casos mucho peor pagos y más precarizados que otros sectores de la clase trabajadora? ¿Por qué fue que tantos periodistas empezaron a gastar tanta energía en puteríos contra otros periodistas tan parecidos a los de los programas faranduleros? ¿Por qué hay tantos periodistas que perdieron la costumbre del “after tour” del oficio pródigo en bohemia y filosofadas debidamente estimuladas, sin más pretensión que el encuentro más pleno, distendido y amoroso con los compañeros y compañeras de trabajo? ¿Por qué estos muchachos tan prestos para el buchoneo de cuestiones ajenas silencian los conflictos sindicales en los medios, dejaron de participar en las asambleas de los gremios de prensa y hasta pasaron a dedicarse a explotar y basurear a principiantes en las redacciones y estudios?

El autoendiosamiento de los periodistas no reconoce fronteras ideológicas y políticas. Narcisistas recargados frente a micrófonos, cámaras y teclados hay de derecha, de izquierda, del centro y de adentro. El quilombo arranca de suponer que el periodismo es una profesión en la que se “triunfa” o no se triunfa según supuestas capacidades individuales relacionada con interpretar o expresar lo que piensa “la gente”.

Es notable esto de pretender interpretar o expresar a un conjunto cuando se actúa cotidianamente con total escisión de los haceres y sentires colectivos, suponiéndose el periodista un autosuficiente sabelotodo, dedicándose sistemáticamente a la aserción y los recortes caprichosos en desmedro de la pregunta y la polémica, de la reflexión, de la búsqueda de data, de la contextualización, del análisis en términos históricos y de procesos sociales y políticos, de la comprensión desde la curiosidad y la capacidad de asombro.

Ahí está Ernestito afirmando que Rossi y los millones que como Rossi entienden que el actual gobierno nacional mejoró y no empeoró la situación de los jubilados perdieron el sentido de la realidad, y al ratito nomás afirmando que las prácticas monopólicas de Ernestina, Magnetto y compañía no son una realidad sino sólo “verso”. Antes de ser TNmbaum, Tenembaum seguro compartió espacios con cuestionadores del monopolio Clarín para el que ahora trabaja. Muy probablemente tal vez él mismo haya señalado y cuestionado a ese monopolio al que hoy niega afirmando que es un verso.

El Señor I no se va a poner a buscar en los archivos contradicciones de TNmbaum. Con certeza, el propio Señor I tampoco resiste un archivo. El problema no es trabajar para Clarín. El problema es pretender que Clarín deja de ser un monopolio cuando uno consigue conchabo en una de sus empresas. El problema es obviar que el trato que Clarín dispensa al grueso de sus trabajadores es mucho peor que el de este gobierno con los jubilados. Lo fulero es olvidar las propias limitaciones –propias de la condición humana– y pretender erigirse en dueño de la verdad. En eso andan Ernestito y varios otros. Así se van haciendo famosos y van engordando sus billeteras. Y bueno, que se jodan. Así se van quedando cada vez más solos.

  • Sadop Rosario pidió un 35% de aumento salarial

    El secretario general del gremio de la docencia particular, Martín Lucero, aseguró que “si
  • Los siete Locos

    El Marcelo Bielsa de Newell’s, Vélez, Athletic Bilbao, Leeds United, y las selecciones de
  • Solidaridad de clase

    Beatriz Introcaso, titular de Coad, habló de la “desazón” en las universidades por las pol
Más notas relacionadas
Más por Admin
Más en Columnistas

Dejá un comentario

Sugerencia

Sadop Rosario pidió un 35% de aumento salarial

El secretario general del gremio de la docencia particular, Martín Lucero, aseguró que “si