Hace 7 años que la causa de los hijos apropiados por la dueña de Clarín, Ernestina Herrera de Noble descansa un sueño injusto en los tribunales de San Isidro. En estos 7 años, nada ha pasado, ningún ejercicio de su magistratura ha justificado el lugar que la sociedad le ha conferido al juez Conrado Bergesio. Sólo ha respondido con el silencio.

Pero de pronto, luego de tanta inmovilidad, todo se se pone en funcionamiento, el juez despierta y ordena, pero mal, qué pena, se olvidó de las leyes… ¿Es casualidad que esto haya sucedido justo una semana después de la presentación del Dr. Corazza de La Plata en el Juzgado de San Isidro, donde se pide que en esta causa se respete la Ley y estos chicos sean cruzados con todo el Banco de Datos y no sólo con algunos?

Una Abuela, Chicha Mariani, hace 33 años busca a su nieta desaparecida por la dictadura militar y reclama simplemente que se cumpla la Ley. Esa Ley, la misma que se olvidó el juez Bergesio, es la que las Abuelas de Plaza de Mayo, supieron crear e imponer a la sociedad como modelo de equidad. Esa Ley que dice simplemente que todos los niños, hoy jóvenes, desaparecidos, que fueran siendo encontrados serían cruzados con todas las muestras existentes en el Banco Nacional de Datos Genéticos del Hospital Durand. Y esto es lo que pide el Juez Corazza en su presentación.

Muestras pertenecientes a casi 300 familias a quienes les han robado un niño durante esa maldita época y que allí esperan ser cruzadas con todos los hombres y mujeres que aun viven en estado de esclavitud (no es una frase, ese es el estado de los que han sido víctimas de la privación del conocimiento de sus orígenes, de su identidad real).

Así se hizo hasta hoy. ¿Pero qué sucede ahora? La Sra. de Noble falsifica un expediente (falso desde la carátula hasta el cierre según la declaración del Dr. Marquevich, juez de la causa, que sí la llevó adelante, metió presa a la poderosa señora, lo cual le costó el puesto) y dice en el mismo que ella tenía a la bebé Marcela desde junio de 1976, quien, como un moderno Moisés es rescatada de una canasta en la puerta de su casa, (el hecho de que ella, la Sra. de Noble, la rescatadora, viviera en otra ciudad en ese mismo momento no es tenido en cuenta por el Juez Bergesio).

En una época en que todo era posible, fraguar expedientes, fechas, nacimientos, muertes, como ha podido comprobarlo la misma institución Abuelas de Plaza de Mayo al investigar las causas de sus hijos y nietos, ¿por qué la Sra. de Noble se iba a privar de mentir sobre un hecho fundamental como el de la fecha de la apropiación de la pequeña? Y además, cuando se les creyó a los apropiadores?, ¿cuando se les creyó a los Miara, Silva, Vildoza, Lavallén, Siciliano… o este caso es diferente?

Dejamos de lado el verdadero motivo de la apropiación de niños para la Sra. de Noble, ella necesitaba supuestos hijos del Sr. Noble para disputar la herencia a la única hija realmente reconocida por el mencionado periodista, Guadalupe. Dejemos de lado el hecho, que este hombre ha podido adoptar dos niños y darles sus nombres 10 años después de muerto. La Sra. de Noble, tiene fundados motivos para mentir, le va no sólo la fortuna, también la libertad en ello.

Pero, por el otro lado, ¿por qué se permite que se cruze a Marcela y a Felipe con los niños nacidos antes de junio de 1976, dando por cierto lo que dice el acusado, y ignorando las leyes vigentes?

¿Por qué la Sra. Carlotto no se da cuenta de este pisoteo a las leyes que la institución que ella hoy preside, ayudó a crear en épocas cuya presidencia la ejercía la Sra. Chicha Mariani?

Y aquí esbozo otra pregunta, ¿será que están tratando de ocultar algo? ¿Será que el juez de pronto se dio cuenta que si los cruza con esas 20 familias admitidas en cuestión la Sra. de Noble no corre ningún riesgo, pero que si deja avanzar el pedido del Juez Coraza de La Plata de que sean cruzados con todos, ahí sí tambalea el andamiaje armado hasta ahora?

¿Será que todos, y al decir todos, quiero decir exactamente eso, todos, los implicados en esta causa tienen miedo?
Hasta ayer, el hecho de que Marcela Noble y Clara Anahí Mariani sean una misma persona era una posibilidad entre tantas otras, hoy, frente a tanta espúrea desesperación para que sus ADN (los de Marcela y los de la familia Mariani Teruggi) no sean cruzados, mueve a serias sospechas.

¿Será que Marcela es realmente Clara Anahí?

Todos sabemos que el dinero y el poder compran voluntades, éticas y trayectorias, esperemos que esta vez no sea así y quienes tienen en sus manos los resortes necesarios para que se cumpla la ley muestren un gesto de grandeza y así lo hagan. Tarde o temprano la verdad saldrá a la luz y quienes taparon la verdad por omisión o acción, verán sus figuras manchadas por esto.

Expresamente pido a la institución Abuelas de Plaza de Mayo que haga honor a su historia y exija que se cumpla la Ley que ellas idearon. Que Marcela y Felipe Noble sean cruzados con todo el Banco de Datos Genéticos, incluyendo a los Mariani Teruggi.

Otra actitud sería excesivamente triste.

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