En un reportaje que concedió al Diario Popular defendió a Messi y calificó de “sinvergüenzada” las críticas. Advirtió que los clubes grandes “se la van a tener que aguantar” por los repartos equitativos y porque “los chicos” ahora están arriba en la tabla. Sostuvo que siempre estuvo de acuerdo con Víctor Hugo Morales pero que antes no lo podía decir. No descartó que a futuro la AFA tenga canal propio de TV. Sobre la dupla Bilardo-Maradona dijo que hubo un acuerdo pero que si insisten con las peleas se van a tener que ir los dos.
Las primeras nubes de enero cubren el cielo marplatense. Es el amanecer de un año agitado para el fútbol y en el que, la Copa del Mundo de Sudáfrica, se gana el centro de atención. Julio Grondona, como cada verano, elige Mar del Plata como sede de su descanso, lejos de las cámaras, los micrófonos y las declaraciones. Disfruta, a pleno, de la compañía de sus nietos, Pablo Humberto, María Julia, María Soledad, Giuliana, Lara, Lucía y María Pía, los hijos de Liliana, Humberto y Julito, a los que no duda en definir como “los siete tesoros que me dio una vida plena que me ha tocado vivir y que, durante los últimos 50 años, compartí con una mujer maravillosa como Nélida”.
Distendido y hasta feliz, agradece con una sonrisa amplia el saludo de la gente que se le acerca; la mayoría le manda un mensaje de optimismo a Maradona que él recoge con respeto. Después, vuelve su vista al mar, toma aire y recuerda: “Conocí esta ciudad en el año ‘47, con 16 años, en nuestro primer veraneo. No soy de tomar sol ni de meterme mucho al mar, ni siquiera de chico porque siempre le tuve mucho temor al agua… me siento más seguro en un avión que en un barco, pero si pudiera elegir una ciudad para vivir seguramente sería Mar del Plata. Me gusta mucho”.
Hace un tiempo Grondona decidió no conceder más reportajes. Y mantiene con firmeza su determinación, más allá de que confiesa, “atiendo y converso con todos, pero en forma personal”. Sin embargo, acepta la propuesta de dialogar con DIARIO POPULAR, en un encuentro que ya se ha convertido en un clásico y que cobra mucha más relevancia en este año trascendental para el fútbol argentino. Pero advierte: “es la única excepción que voy a hacer porque, sin hablar, me siento más seguro. A esta altura de mi vida me siento con derecho de elegir con quien hablar”.
El encuentro es decorado por cuatro trofeos históricos que simbolizan la carrera del máximo dirigente deportivo del país: el buzo verde que usó el Pato Fillol en el ‘78, la 10 de Maradona del ‘86, la camiseta de Batista del subcampeonato del ‘90, y la que usó Batistuta en 1994. Reliquias invaluables que pertenecen al museo personal de Augusto Digiovanni y que se exponen en el Parador B-12 de Punta Mogotes, ambientado especialmente con todo el clima del Mundial que se viene. Una producción que entusiasma a don Julio: “Estas camisetas tienen un valor sentimental muy grande para mí”, y se embarca en un ida y vuelta por todos los temas.
—¿Está entusiasmado con la Selección Argentina?
—Sí. Ya pasó lo peor. Estoy satisfecho porque nos clasificamos y contento porque se han probado muchos jugadores que era algo que antes criticaban, aunque ahora también se quejen porque lo contrario. Además, estoy entusiasmado con un grupo joven muy valioso y la conformación un cuerpo técnico que dejó de lado un montón de cuestiones personales para darle prioridad a un objetivo. Porque no nos olvidemos que es muy difícil conformar un grupo de trabajo con personalidades de primer nivel, todos acostumbrados al protagonismo. Es imposible que cada uno de ellos, cuando se va a su casa y se acuesta, no piense que tienen razón en todo lo que piensan porque arrastran trayectorias llenas de gloria. A eso hay que agregar la ayuda de los periodistas en el lleva y trae y no es fácil escapar a los guiones de cine catástrofe que les gusta armar…
—¿La relación Maradona-Bilardo es buena?
—Entiendo que sí. Hubo una reunión en la que se aclaró todo. No tienen excusas de nada. Ahora, la única alternativa que tienen si se enojan es abrir la puerta e irse. La camiseta argentina es más importante que Maradona, que Bilardo y que Grondona.
—Uno podría entender celos de Bilardo por ocupar el lugar de Maradona… ama esa función. Como Bianchi con Basile o Menotti con Gallego.
—Pero justamente con Bilardo eso no ocurre. Es más, creo que es todo lo contrario. Está ubicado diametralmente en el lado opuesto; es demasiado respetuoso del cargo. En exceso diría. Si ellos, cuando van a aceptando cargos no aceptan que la función anterior se terminó, se perjudican. No es lo mismo ser presidente de Arsenal, que de Independiente o de la AFA. Si no tenés el equilibrio necesario para darte cuenta de lo que tenés que hacer en el lugar que te toca actuar, las cosas no te van a salir bien. Porque no podés pensar.
—¿Y cómo está Diego? ¿Por qué alrededor de su imagen siempre se genera cierta incertidumbre?
—Porque es Maradona. Siempre fue así. Desde que empezó a jugar, siempre fue distinto y generaba la misma incertidumbre que adentro de la cancha donde nadie sabía para que lado iba a salir. ¿Por qué lo quieren cambiar?.
—Maradona, en una publicidad, dice “en éste, mi mundial” ¿Será cierto?
—No sé. Nunca hay que adelantarse a las circunstancias. Me tocó, en el ‘63, como presidente de la Comisión de fútbol, jugar un partido final: si Independiente le ganaba a San Lorenzo era campeón, si perdía podía ser campeón River. No sé cómo, antes del partido, entraron los gaiteros a la cancha y largaron las palomas… Desde ese día, jamás voy a hablar de manera anticipada.
—Pero por otro lado, no son pocos los que, en cualquier lado, aseguran que “Argentina se vuelve en la primera ronda”.
—Deben ser personas que estudian los astros y con poderes mentales. Pero no son pronósticos, son deseos… Hay muchos que quieren que nos vaya mal.
—No se quiere anticipar, pero ¿nunca imaginó lo que significaría que Argentina salga campeón del mundo ahora con Maradona como técnico?.
—Sería reeditar la historia de Beckembauer. Quien sabe, se puede dar otra vez. Y si se da… personalmente me puedo morir tranquilo, porque si pasa eso me tengo que tirar de cabeza a una pileta y si no salgo, no importa.
—¿Cómo ve al equipo?
—No hay equipo todavía. La Selección Argentina que va a jugar el Mundial se va a ir formando sobre la marcha, como ocurrió históricamente. Lo demás son cuentos. En el ‘86 empezamos jugando con Clausen y Garré y terminamos con Cucciufo y Olarticoechea; Enrique no jugaba. Y salimos campeones con la nuca de Olarticoechea que salvó un gol en el final, y en el ‘78 con el palo de Fillol. Son circunstancias que, si las analizás punto por punto, te das cuenta de que “todo está escrito”. Los partidos se ganan en la semana previa.
—¿Quiere decir que el equipo va a estar en la pelea por el título?
—Es lo que espero. Pero no me anticipo a nada. En México, cuando fuimos campeones del Mundo, se fueron dando las circunstancias y se fue armando un gran equipo alrededor de un jugador después de una clasificación angustiosa. Todo es muy parecido a lo que pasó ahora, y si no es parecido, es igual. Con una pequeña diferencia: Diego vivía en la Argentina y tenía una cierta experiencia de nuestro medio, pero en el caso de Messi debemos comprender que es argentino como todos nosotros, pero necesitó ir a Europa para equilibrar su físico porque acá nadie lo tenía en cuenta y lo dejaron tirado. Entonces, que no quieran ahora que a Messi le pase lo mismo que a Maradona en el ‘82, cuando pensaban que él solo nos iba a sacar campeón del mundo. Hay que ayudarlo y apoyarlo.
—¿Qué le dice a Maradona cuando hablan?
—Lo mismo que les digo ahora a ustedes. Cuando terminó el partido entre Estudiantes y Barcelona lo abracé a Verón y le dije: “Tenés que irte contento, dieron más de lo que todos pensaban”. Los triunfos no son problemas, la joda es cuando te toca descender. La victoria te dura un día, la derrota es para una vida.
—A la distancia, ¿cuál es la reflexión de lo que pasó en Montevideo, con los insultos de Diego a la prensa?
—Que hubo mucha viveza de parte de los medios. Se armó una bola de nieve que se hizo cada vez más grande. Y es que ustedes tienen la habilidad de tener en jaque al entrevistado que debe estar atento para no decir lo que ustedes quieren… pero tienen la virtud de encontrar siempre a algún boludo que dice lo que le quieren hacer decir.
Messi
En la última entrevista con Grondona, el fastidio por el recuerdo de Lionel Messi en el banco de suplentes observando la eliminación de Argentina en la definición por penales en Alemania en el último mundial, seguía latente. Es que Messi es el dilecto de Don Julio; él estuvo muy atento para que hoy sea patrimonio argentino (lo hizo debutar prematuramente para evitar que España lo nacionalizara y se adueñara de su talento) y, desde entonces, apuesta en grande por él.
—¿Le molestan las críticas a Messi?
—Totalmente. Me duelen mucho. Es una sinvergüenzada. Me hace pensar que Messi no es material para los medios y por eso lo matan; si jugara acá y fuera negocio, entonces sería Jesucristo. Hay muchos que no quieren que Maradona pierda el espacio que logró como jugador y le pegan a Messi para perjudicarlo. Yo estoy completamente de acuerdo con lo que dijo la mamá de Lio y por eso la AFA le mandó una carta en respaldo a las declaraciones de la señora. ¿Cómo va a decir que porque Messi es argentino, contra Estudiantes tendría que haber ido para atrás? Una barbaridad…
—¿Lo ilusiona el 2009 que tuvo Messi como para pensar otra vez en la gloria?
—Cuando va a la cancha, instintivamente busca al mejor. En lo personal, iba a ver a Arsenal y quería que la tuviera mi hermano (Héctor), iba a ver a Independiente y si la pelota la tenía el arquero, yo buscaba a Bochini para ver cuanto faltaba para que le llegara a los pies, después me desesperaba porque la pelota le llegara a Maradona. Y ahora quiero verlo a Messi. Es algo inconsciente, pero por algo te pasa. Con eso no quiero menoscavar a los demás, pero es así. Como me pasaba en el año ‘37, cuando mi viejo me llevaba a la cancha a ver a Independiente que tenía un equipazo, yo lo buscaba a Erico.
—¿Y por qué Messi, hasta ahora, en la Selección no pudo hacer lo mismo que en Barcelona?
—Me parece que los que no pudieron fueron sus compañeros. Porque en esos ejemplos que yo nombré recién, los rivales ponían dos o tres a marcar a esos jugadores, entonces tenían que aparecer los otros. Tal vez, en general, los jugadores no rindieron en su nivel. Pero hay que tener un poco de memoria, nosotros veníamos pasando a todos por encima las eliminatorias del ‘86 cuando Perú nos ganó con Reyna marcando a Maradona y después casi quedamos afuera. Los árbitros, en este sentido, juegan un papel preponderante y deben ser equilibrados.
—¿Puede ser que para un sudamericano sea más fácil marcar a Messi que para un europeo, por una cuestión de previsibilidad?
—No creo. Es más, si los árbitros hacen cumplir las reglas como corresponde, el equipo que juegue contra Messi seguro que termina con dos menos. Y eso pasa en Europa, y eso va a pasar en el Mundial. Acá prevalece el abuso de los desleales y los simuladores.
Los clubes grandes y el dinero de la TV
Los históricos equipos grandes (Boca, River, Independiente, Racing, San Lorenzo), más Vélez, tiraron la bronca por el reparto que se hizo de los ingresos por los derechos de televisión, en un tema que todavía sigue levantando temperatura en los pasillos de AFA, a tal punto que se amenazó con formar una liga paralela, entre estos equipos y algunos invitados del exterior, lo que llamó a risa a Grondona, porque sabiendo de memoria los estatutos, se animó a mencionar que algunos dirigentes “no terminaron ni la primaria en el fútbol”.
—¿Qué pasa con este tema?
—Piensen esto: en FIFA, todas las asociaciones que están afiliadas, cobran, en la etapa de cuatro años, de un mundial a otro, un millón de dólares. Y el ingreso es similar para Trinidad y Tobago, como para Inglaterra. Y lo mismo para Argentina, Brasil, o el que sea. Y ahora, ésa es mi pelea, entonces, con el equiparamiento de las instituciones, con el tema del recurso de la televisión. Porque hoy se transmite a todos los clubes, los diez partidos de cada fecha, y ya no hay grandes y chicos. Y de esa manera, todo lo nuevo que venga, se tendrá que repartir en partes iguales, y dejaremos ese plus original, que se tiene, desde la división anterior.
—Pero los clubes grandes no quieren saber nada con eso.
—Ellos dicen que defienden a sus socios, y por eso reclaman más dinero. Es mentira. A sus socios y a sus instituciones los pueden defender cumpliendo con las obligaciones que tiene cada club, y aquellos que hacen actividades distintas al fútbol, que tengan los recursos necesarios, para cubrir los gastos, como corresponde. Entonces, mirando para adentro, pueden equilibrar las financias de sus propias entidades, hacen planteos lógicos, y si los cumplen, no van a tener problemas.
—¿Le molestó que el grupo de los seis haya hablado de una liga paralela?
—Nooo. No leyeron los estatutos. Es más, por esos comentarios, diría que algunos no terminaron la escuela primaria en el fútbol. Realmente, es difícil que uno, que tiene treinta años sentado en un sillón, pueda hablar con esta gente, que apenas llega a los tres años en el fútbol. Después, está el tema de los socios y la demagogia que deben hacer para tapar algunas cosas, son situaciones que no las tomo en cuenta.
—¿Puede existir una postura conciliatoria, para hacer que esos seis equipos jueguen sólo sábados y domingos, para que sumen recursos a través de las recaudaciones?
—Si podemos lograr que ellos jueguen sólo esos días, bienvenido sea. Porque los demás clubes, jamás objetaron tener que jugar el viernes o el lunes. Acá lo que pasa, es que se tienen que utilizar todos los días, porque también está la Copa Sudamericana. Y el problema real es otro.
—¿Cuál, específicamente?
—Los más chicos, los de menos convocatoria, están en lo alto de la tabla de los posiciones. Y los otros, que antiguamente estaban arriba, ahora están abajo. Entonces, ¿qué pasa? pierden concurrencia, en las canchas, y a eso se suman los medios, que no venden con los otros equipos. Pero se la van a tener que aguantar. Y tengo un ejemplo, con los clubes que van surgiendo, porque antes, Vélez estaba en otro grupo, y ahora no se puede quejar. Porque si ellos estuvieran en la posición de Estudiantes o de Newell`s, querría saber qué votarían.
—El argumento de los grandes es claro, dicen que ellos aportan más televidentes.
—Pero los demás, aportan su presencia, en todos los partidos. Porque ya no se transmiten sólo los cinco encuentros más importantes de la fecha. Se dan todos, los diez. Y aparte, si bien aquel grupo aporta más televidentes, los costos y los gastos, generales, son iguales. Serán diferentes, si los otros aumentan su presupuesto, y pagan más. Y gracias a esa inversión, superior, podrán tener mejores equipos. Por algo, también, cobran más de sponsor en la camiseta, de publicidad estática, y reciben todo ese dinero gracias a que hay partidos de fútbol entre grandes, chicos y medianos.
La guerra contra los empresarios
—¿El fútbol, ahora, es de los empresarios?
—Voy a ser muy duro: los dirigentes tenemos que ser cuidadosos con el ingreso de los empresarios y los agentes a los clubes, porque ellos son los que se ganan la vida, vendiendo carne humana.
—¡Epa! ¿Está enojado con ellos?
—Es que veo las transferencias de los jugadores, que están dos meses en un lado, dos meses en el otro, pidiendo más, pidiendo menos, porque así se ganan la comisión. ¡Avivémosnos! Por favor… Cómo va a ser que un jugador es transferido tres veces en un mismo año…
—Pero los empresarios no van a los clubes con un revólver, alguien les abre la puerta, hasta con cierta complicidad…
—Me perdonás: no. Ahí, está el error. Porque al jugador, también le conviene pasar de un club a otro, y entonces, empiezan las presiones, para que las ventas no se frenen. Y el dirigente, ¿qué va a hacer? Y después, en todo este guiso, si todos prueban el mismo arroz, yo no soy quién para denunciarlos o para decir que existe o no.
Ya no tan lejos de Víctor Hugo
Una de las sorpresas que ofreció la charla con el titular de la AFA, tuvo que ver con la autocrítica y el sinceramiento que hizo en relación a los contratos de TV, y específicamente, el análisis de su pelea permanente, de la última década, con el periodista Víctor Hugo Morales, de Radio Continental. Grondona dio a entender que los dos pensaban lo mismo, pero que él no lo podía ejecutar porque nadie le ofrecía un plan B para no dejar al fútbol sin los recursos de la televisión.
Grondona explicó: “Lo que pasa es que Víctor Hugo, sigue sosteniendo un hecho, sin aclarar una pequeña cosa: que no lo pude demostrar antes, porque no tenía a nadie atrás, como plan de alternativa. Y encima, los que estaban atrás, tenían el temor de seguir mi idea. Esa es la diferencia. No es que yo quería que la AFA siga ligada a las empresas anteriores, que comercializaban los derechos de televisión. O que yo me pensaba beneficiar con esos convenios. No tengo necesidad, por suerte. Yo sigo estando como estuve siempre. Entonces, lógicamente, jamás me preocupé en querer contestar, nunca he reaccionado, y algún motivo tendría que existir. Para que se piense por qué no reaccionaba a las críticas”.
Y en ese sentido, bajó la guardia, y contó: “¿no podría ser, que yo no reaccionaba a las críticas que recibía de Víctor Hugo por el acuerdo con la TV, porque compartía y venía lo que él decía, y no podía tener una solución al tema? Lo dejo para que lo piensen…”.
Canal AFA
En su charla con Diario Popular, Grondona informó que la AFA podría tener su propia señal de televisión. “Ahora, nos vamos a poner a trabajar en el proyecto para tener un medio propio, con sede en el predio de la AFA en Ezeiza. Va a ser algo oficial, como es la TWE, en Deportes, buscándole la vuelta, para acompañar a la Televisión Pública, y así, el fútbol, que es el deporte de todos, que esté en manos de todos”.
Y especificó, nuevamente: “el proyecto involucra la realización de un canal propio de la AFA, y todo se concentraría en Ezeiza”. Después, agregó que “como salió ahora Maradona, con su canal, puede salir AFA, y desde ahí hacer un trabajo constructivo, mostrando el trabajo que hacen las instituciones de todo el país, para que se sepa bien, cuál es la tarea deportiva y social que desarrollan”.
En ese sentido, Grondona dejó en claro que “no quiero que ahora pase, lo que me ocurrió a mí en mi juventud, cuando nunca me dijeron por qué, el dinero argentino no vale. Y me voy a morir, pensando que el dinero argentino nunca valió. Yo no quiero que los chicos de ahora, no conozca la verdadera realidad del deporte más lindo que tiene el país. Entonces, se buscará, de oficializar un canal, con gente capaz, con gente que tenga ganas de hacer las cosas bien, que no tenga necesidad de inventar nada, que ‘fuente` de fideos se termine, y todas esas cosas”.