El arranque del Bicentenario mostró un trajín del mercado laboral algo diferente con relación al primer mes del año pasado, cuando la debacle financiera que explotó en Estados Unidos y se propagó como reguero de pólvora por todo el mundo, destruía fuentes de empleo a lo pavo y hasta provocaba cierres de fábricas, en muchos casos manejadas por multinacionales que hacen gala de la defección cada vez que las papas queman.

Sin necesidad de tragarse la píldora del optimismo para pensar que la defensa de los puestos de trabajo es cosa del pasado, hoy se advierte que tanto en la región como a nivel nacional no afloran conflictos en cadena por despidos o intentos de bajar la persiana como a comienzos de 2009.

Más bien, a caballo de la lenta reactivación económica en sectores claves de la economía, que en algunos casos ya generan mano de obra, y con el fantasma inflacionario merodeando otra vez cerca, los trabajadores que lograron conservar sus empleos juntan fuerzas para meter presión y conquistar mejores condiciones o derechos relegados. También, claro, por recuperar terreno perdido en el poder adquisitivo de los salarios.

Una pauta del cambio de escenario en comparación con el primer mes de 2009 es que, tanto las seccionales locales de la CTA como de la CGT convocaron para estos días a sendas reuniones de sus principales dirigentes a los efectos de abordar el tema salarial y las negociaciones paritarias. “Vamos por un salario digno”, se propone ahora como eje principal de discusión con las patronales, cuando la consigna enarbolada por el movimiento obrero rosarino en los albores de 2009 era “que la crisis no la paguen los trabajadores”.

Y los obreros que fueron víctima de la maldita crisis, un entorno adverso que se anexó a los problemas internos que venían de arrastre, hoy miran expectantes. Una señal positiva en este sentido es el reciente anuncio del Ministerio de Trabajo de la Nación sobre la creación de fuentes de empleo. “Después de tres trimestres de caída del empleo, en el último trimestre se invirtió la tendencia y se volvieron a crear en el país puestos de trabajo”, resaltó Carlos Tomada, titular de la cartera, la semana pasada.

Este lunes, en tanto, el ministro de Economía Amado Boudou se pronunció en idéntica sintonía. “En el cuarto trimestre del 2009, empezamos a notar crecimiento neto de empleos, es decir diferencia entre bajas y altas. Hay cerca de un punto de baja en desocupación, que ya está en 8,3 por ciento y lo que viene para el 2010 es que se crecerá a tasas altas”, señaló el titular del Palacio de Hacienda.

Como botón de muestra para la región, la planta de General Motors comunicó la semana pasada la creación de 300 nuevas fuentes de empleo. Después de un año de franca contracción, el cuadro económico y laboral de Santa Fe está en mejoría. Ejemplos de la ligera recuperación son el reverdecer del agro acompañado por las lluvias y los pronósticos de cosecha record, el despegue de la industria de la maquinaria agrícola y la marcha acelerada del sector automotriz.

Atemperada la crisis del empleo en la provincia, la preocupación central de la clase trabajadora y sus representantes parece estar ahora en lograr mejores condiciones y actualizar los salarios, corroídos por los niveles de inflación. Algunos gremios del sector privado ya consiguieron un aumento en los haberes, como Smata y Aceiteros, por citar dos ejemplos; otros discuten en paritarias y otros calientan motores para llegar a la futura mesa de negociación con el peso suficiente a la hora de engordar el bolsillo maltrecho. En el sector público juegan todas las fichas a obtener una recomposición salarial, o de lo contrario “la calle”, como amenazó un peso pesado del sindicalismo santafesino.

Paritarias estatales

El Ejecutivo provincial convocó a paritarias para este miércoles. El convite comprende a los sindicatos que nuclean a los empleados estatales, como UPCN y ATE, y para otro turno a los sindicatos docentes. Los principales dirigentes gremiales anticiparon que irán por un aumento del 20 por ciento, que el empleador rechazó sistemáticamente al considerarlo “exagerado” e “imposible de pagar” por la situación financiera que atraviesan las arcas provinciales, como argumentaron el propio mandatario santafesino y sus principales funcionarios, anteponiendo “las consecuencias” de la frustrada reforma tributaria.

Todo indica que la conflictividad laboral seguirá a la orden del día en la provincia, aunque en este comienzo de año el principal eje de disputa aparenta ser otro. Desde la Festram, la federación que agrupa a los sindicatos municipales de la provincia, anticiparon la pretensión de alcanzar un 20 por ciento de incremento en los haberes. Desde el Palacio de los Leones, en sintonía con la Casa Gris, se mostraron esquivos a aceptar tal porcentaje de suba salarial y esperarán primero el desenlace de las paritarias provinciales.

En el ámbito de la Intendencia rosarina se suma otra pelea, que elige como escenario la calle, protagonizada por los empleados contratados del municipio, que respaldados por ATE reclaman el pase a planta permanente. La seccional local de la Asociación de Trabajadores del Estado exige el reconocimiento del intendente Miguel Lifschitz a la hora de llamar a paritarias. “Tenemos personería gremial Nº 2. El municipio viola la libertad sindical y no cumple con la ley”, plantean desde ATE.

Los Repro, en retroceso

“Estamos observando una desaceleración en la cantidad de pedidos del Repro, una herramienta de contingencia que existe para enfrentar situaciones de crisis”, anotició días atrás el ministro de Trabajo de la Nación Carlos Tomada. “Después de tres trimestres de caída del empleo, en el último trimestre se invirtió la tendencia y se volvieron a crear en el país puestos de trabajo”, resaltó el funcionario.

Según datos de la cartera laboral de la provincia que comanda Carlos Rodríguez, Santa Fe terminó 2009 con 10.957 trabajadores beneficiados con Repro, distribuidos en 152 empresas. Si bien los datos correspondientes a enero se encuentran en proceso, de la estadística oficial se desprende que a partir de julio del año pasado, cuando el pico de entrega de estos complementos salariales de 600 pesos para cada trabajador de empresa en crisis en la provincia ascendió a 245 establecimientos fabriles, hay un retroceso en la entrega de los Repro.

Cuadro de situación

El cuadro de situación laboral en la provincia de apoco va mutando. Hacia fines de 2008 y principios de 2009 Santa Fe era noticia por los conflictos laborales desatados en General Motors, Paraná Metal y Mahle, por mencionar los más resonantes. A partir de la crisis internacional, contexto que tuvo un fuerte impacto sobre la evolución de las exportaciones de la provincia, se perdieron en Santa Fe unos 30 mil puestos de trabajo formal, repartidos en unas 400 empresas, la mayoría ligadas al comercio exterior. Son los mismos sectores de la economía, como el metalúrgico y el automotriz, los que hoy muestran signos de recuperación.

El verano pasado la planta de General Motors radicada en Alvear anunciaba el despido de 500 trabajadores. La medida patronal no se concretó pero sí hubo “retiros voluntarios” y sistemas de reducción de la jornada laboral y de los salarios. El automotriz es uno de los sectores que mostró una notoria recuperación si se lo coteja con el pico de la crisis financiera internacional a mediados del año pasado.

General Motors Argentina anunció la semana pasada que la firma norteamericana invertirá 90 millones de pesos en su planta de Alvear para ampliar su capacidad de producción. La inversión generará 300 nuevos puestos de trabajo, que se sumarán a los mil que anunciara la firma automotriz meses atrás, cuando la Ansés otorgó un préstamo de 70 millones de dólares, lo que le permitió mantener su proyecto de expansión al comenzar a fabricar el Chevrolet Ágile y el Corsa Classic. Además, Smata, el gremio de los mecánicos, consiguió un aumento de salarios escalonado del 22 por ciento a principios de enero pasado.

La empresa OIL M&S SA, capitaneada por el empresario kirchnerista Cristóbal López, confirmó semanas atrás la compra de Paraná Metal y anticipó un plan de inversión para reactivar la planta. Una mirada retrospectiva a los primeros meses del año anterior trae el recuerdo del anuncio del cierre de la autopartista asentada en Villa Constitución, con casi 1.200 operarios en la calle. Un anunció que finalmente quedó en el aire, aunque sí la firma aplicó suspensiones rotativas y reducciones salariales.

“El año pasado, para esta fecha, estábamos con un intento de cierre encima, convocatoria de acreedores y con una carpa frente a la planta”, recordó Juan Actis, secretario adjunto de la UOM Villa Constitución. “El presente es más alentador que el año anterior”, agregó. Vale acotar que la UOM nacional anunció que va por un aumento del 22 por ciento. “Vamos a ver qué sale de la paritaria, pero este año vamos a dar la pelea salarial”, sostuvo Actis.

El caso de la ex Mahle fue el más emblemático de la región. La firma alemana no dudó en cerrar la fábrica de aros de pistón de la zona oeste de la ciudad en abril del año pasado, al argumentar una abrupta caída en las ventas. Aros Kim, una autopartista de capitales nacionales, concretó la compra de la ex Mahle a fines de 2009 y anunció que en marzo próximo incorporará a 150 trabajadores de los 450 que fueron despedidos y que percibieron sus correspondientes indemnizaciones.

Más consumo

Como se estimaba en las postrimerías del año pasado el consumo se incrementó en el primer mes de 2010, según revelaron datos oficiales. Además de la acompasada recomposición del mercado laboral tras los abruptos cimbronazos, una punta para pensar la reacción del consumo popular converge en dos medidas del gobierno nacional de carácter distributivo ejecutadas a fines de 2009, como la asignación universal por hijo para obreros informales o desocupados, y el plan de empleo cooperativo Argentina Trabaja. Igual, nada reemplaza al empleo bien remunerado.

“Cuando avanzamos con los trabajadores en la distribución del ingreso, los sectores del poder económico endurecen la puja distributiva y pretenden recuperar lo perdido subiendo los precios y generando inflación”, planteó la mesa nacional del movimiento Evita en un comunicado. La clase trabajadora todavía busca reponerse del cross a la mandíbula que se comió en 2009, con despidos y pérdida del poder adquisitivo del bolsillo. Ahora la pelea se da en otro ring, es otra pelea. Es la pelea por recomponer el salario.

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