Una broma sobre la visita del Papa a Inglaterra cayó mal en el Vaticano. Se trata de un supuesto documento secreto de la Cancillería que entre el temario proponía que el Santo Padre abriera una clínica de aborto, que consagrara un matrimonio homosexual y que lanzara una serie de preservativos con la marca Benedicto. El informe sugería también que el Papa cantara karaoke junto a la Reina con fines benéficos.
Los consejeros del Papa Benedicto XVI “se lamentaron” de haber aceptado la invitación de Gran Bretaña para que el Sumo Pontífice visite ese país en septiembre próximo, tras conocerse este fin de semana un documento secreto de la Cancillería británica que incluía varios chistes.
Entre las bromas, una en que el Santo Padre abriera una clínica de aborto, que consagrara un matrimonio homosexual y que lanzara una serie de preservativos con la marca Benedicto.
El periódico inglés The Times informó este que los consejeros del Papa creen que fue un error aceptar la visita oficial.
El documento, fechado el 5 de marzo de 2010, que generó una fuerte pelea entre Londres y el Vaticano, también sugirió en tono bromista que durante la visita papal al Reino Unido debería modificarse el himno nacional británico, de God Save the Queen (Dios Salve a la Reina) a God Save the World (Dios Salve al Mundo).
Tras la polémica, la Cancillería británica se vio forzada a pedir disculpas por el memorando escrito por un funcionario de bajo rango del Foreign Office y según el Times la visita papal quedó ahora en peligro.
El documento fue elaborado como parte de un legajo con temas a ser discutidos por ministros británicos en relación a la llegada del Sumo Pontífice a Gran Bretaña.
Sugería que durante la visita, Benedicto XVI podía demostrar su dureza contra el reciente escándalo de paidofilia, “al despedir a obispos sucios”, al tiempo de abrir una línea telefónica de ayuda para los niños abusados.
El informe sugería también que el Papa cantara karaoke junto a la Reina con fines benéficos, y que pidiera perdón por la Armada Española, el nombre que dio Felipe II a la gran flota que armó en 1588 para apoyar la invasión de Inglaterra durante la Guerra anglo-española de 1585-1604.
Un vocero del Foreign Office calificó el documento de “inaceptable”, en tanto que el embajador británico ante la Santa Sede, Francis Campbell, se reunió de inmediato con funcionarios del Vaticano para disculparse por el hecho.
Según el Times, el documento bromista “generó mucho enojo en Roma”.
(Fuente : Ansa / Foto: Desde un rincón del mundo)
