Esta semana que pasó, periodistas y panelistas 6,7,8 , el programa producido por Diego Gvirtz, estuvieron en la Feria del Libro, en una mesa sobre “La construcción de la realidad a través de los medios de Comunicación”. Claro, son los nuevos culpables de las afrentas a la “libertad de prensa” por simplemente, analizar a los “analistas”, por poner bajo la lupa a los “popes” intocables del periodismo que como Papas Benedictos portan investiduras de palabras santas y hasta se sienten “escrachados”. Y por supuesto, los perdiodistas de 6,7,8 se defendieron y contraatacaron. “Nosotros comentamos la realidad de acuerdo a nuestra propia perspectiva, es curioso que se nos acuse de agredir. Nuestro agravio es que se diga la verdad y la verdad a veces es un archivo y el análisis que no hay en ninguna parte”, dijo Sandra Russo. “No hace falta ser muy valiente, hay que desmarcarse del discurso dominante y empezar a ver la realidad”.
Por su parte, Orlando Barone defendió la verdad actual de la información y habló de que un sector de la sociedad permaneció “embaucada”. “Estaban embaucados por los embaucaudores y sometidos por una razón de fuerza, por una capacidad mediática, monopólica y hegemónica que lograba hacer de una mentira una verdad”.
El periodista aprovechó el espacio para defenderse de las declaraciones que lo acusaron por cobrar un salario que “salía del bolsillo de la gente”. A Barone le paga la productora “y la productora hace un negocio con el canal que le permite ganar dinero por la publicidad que hay”, aclaró. Y fue más allá: “El sueldo de todos nosotros no podría llegar ni al porcentaje de un zócalo de lo que gana Magdalena Ruiz Guiñazú, Pepe Eliaschev y otros periodistas”, disparó.
Luciano Galende sostuvo que hasta hace algún tiempo se escuchaba “un sólo sonido porque había claramente en la Argentina una sola hegemonía”.
“Antes estaban desequilibradas las cosas y eso hacía que muchos nos sintiéramos no respetados”, agregó.
A partir de un programa de televisión se puede observar cómo ese discurso hegemónico comienza a tener “fisuras difíciles de recomponer –remarcó–. Fisuras que no son errores periodísticos, o información mal chequeada, sino que son omisiones y mentiras. Y no somos unos cuantos periodistas que nos damos cuenta de eso sino miles de personas”, advirtió ante el aplauso de todo el público presente.
“Hay un primer paso que fue dado en este problema de los medios y que ya tiene una ley, y es indispensable que este paisaje mediático sea modificado en función de la democracia”, indicó.
“Algunos hablan de miedo y yo no sé cómo hacen”, dijo a su turno Carlos Barragán.
“(Joaquín) Morales Solá no hizo nada por la democracia y, sin embargo, la democracia le abre un Congreso para que él vaya y diga que está asustado”, comentó.
Russo hizo mención a lo ocurrido en la cumbre de la Unasur, donde se designó a Néstor Kirchner como Secretario General del bloque. “Hay una nueva América Latina y un mundo mejor es posible, y es posible ahora, porque antes no pudo ser porque hemos vivido en la región dictaduras paralelas”, concluyó con más aplausos y cánticos.
