La visita de Elisa Carrió al programa de Mirtha Legrand fue un compendio de la A a la Z de nuestro medio pelo, con dos de sus dos representantes más conspicuas, sacándose chispas vaya a saber por qué viejas disputas. Mirta se mostró muy enojada especialmente por lo bajo que está en las encuestas Lilita. En definitiva, un almuerzo para coleccionar, una radiografía del alma rancia de los voceros de nuestra vieja oligarquía.
Dicen que nadie soporta un archivo. Pero Lilita está haciendo historia. El tema es que ahora, a quienes más preocupan sus dislates, son aquellos que esperaban que se convirtiera en una opción opositora y que incluso le habían puesto varias fichas. Ahora ven, que gastaron pólvora en chimango.