Mantener el espíritu solidario de los fundadores y actualizar las propuestas de gestión y servicios a las necesidades de las nuevas generaciones es el desafío que se plantearon mutualistas de todo el país que se reunieron en Rosario.
El encuentro fue en el salón Metropolitano y los dos mil participantes, provenientes de mutuales de la colectividad italiana diseminadas en todo el territorio nacional, dieron marco multitudinario a la celebración del 150 aniversario de la fundación de entidad rosarina Unione e Benevolenza, que motivó la realización, los días jueves 28 y viernes 29 de abril, del Congreso Nacional de Sociedades Italianas de Socorros Mutuos.
Lo de honrar el valor de la solidaridad y la ayuda mutua que animó a los pioneros del mutualismo “gringo” y también de otras nacionalidades -que fundaron las primeras entidades hace ya un siglo y medio, cuando Argentina daba sus primeros pasos como Nación- fue una de las apelaciones que rondó tanto los discursos en los actos de apertura y cierre como las charlas en distintas comisiones de trabajo en la que cruzaron impresiones y experiencias los representantes de las mutuales, que al mismo tiempo abordaron la convocatoria a replantear varios aspectos de su funcionamiento cotidiano.
En este último aspecto, se escucharon muchas voces a favor de empuñar la consigna del congreso, “integración, apertura, participación”, para definir a partir de allí nuevas líneas de gestión, prestación de servicios, funcionamiento institucional y sustentabilidad económica adecuadas a los distintos tipos de entidades, un objetivo que se viene barajando no sólo en el mutualismo sino en el conjunto de la economía solidaria.
Estas políticas de “apertura, integración, participación” son respaldadas e impulsadas por el Estado a través del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), cuyo titular, Patricio Griffin, encabezó la apertura y el cierre del congreso con discursos en los que rescató la historia de las entidades de las colectividades de inmigrantes y abordó los desafíos a futuro del mutualismo y el cooperativismo.
“No es mala palabra que las mutuales hagan negocios”, señaló Griffin, que además abogó por un mayor protagonismo del sector: “No somos un club de amigos ni una sociedad de beneficiencia; tenemos que ser actores en la economía del país desde el espacio de la economía social”, enfatizó.
Además, Griffin abordó en el cierre del encuentro una de las inquietudes que circuló en las comisiones de trabajo que funcionaron, donde se pidió mayor celeridad en las diversas tramitaciones que deben realizar las mutuales. En este sentido, explicó que la duración de los trámites se ve condicionada por la intensificación de controles sobre la actividad de las entidades de la economía social.
Esto de los controles fue abordado por Griffin también en diálogo con periodistas que asistieron al congreso. Y un ejemplo que brindó fue “el del fraude financiero, que avanzó a través de la desregulación de los años ’90 y que hizo que por cambios de controles mesas de dinero se hicieran mutuales”.
“Hemos cerrado muchísimas, hemos avanzado en el control y el diagnóstico de estas entidades, que muchas veces están vinculadas a bancos extranjeros que tienen canales de financiación a través de falsas mutuales o cooperativas de crédito; y hemos hecho muchas denuncias penales”, informó el presidente del Inaes.
“La misión principal que nos dan las leyes de mutuales y cooperativas es la promoción y el desarrollo. Esta etapa de progresivo rigor fiscalizador era necesaria, y estamos en condiciones de insistir más en la recuperación de las actividades económicas que si no las hacen las cooperativas y mutuales cuesta mucho hacer, como por ejemplo la de construcción de viviendas. La posibilidad de evitar los efectos de boom inmobiliario es la ayuda mutua”, continuó Griffin, que recordó que se estima en un 8,7 por ciento la actual participación de la economía social en el Producto Interno Bruto (PIB).
El aparte de Griffin con la prensa fue al cabo de la apertura del congreso, en el salón en el que por la noche se presentara la obra Venimos de muy lejos, a cargo del grupo Catalinas del Sur.
La obra, que con su pintura de los conventillos de La Boca en plena oleada migratoria emocionó a los continuadores del mutualismo gringo, no fue la única expresión artística que tuvo lugar durante el encuentro. El coro Italia, en el que confluyen cantantes de distintos coros de la colectividad italiana rosarina, deleitó a los participantes en la apertura y el cierre, en los que además de Griffin hubo varios oradores.
El jueves, en el comienzo, hablaron Néstor José Pattini, presidente de Unione e Benevolenza; Víctor Rosseti, presidente de la Federación de Mutuales e integrante del directorio del Inaes y José Cerchio, titular de la federación de la colectividad piamontesa.
En el cierre los oradores fueron el intendente Miguel Lifschitz, Pattini, el presidente del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria Agustín Rossi, el cónsul general de Italia en Rosario, Rosario Michiché y el ministro de Producción de la provincia Juan José Bertero.
La avidez por profundizar lazos con referentes de entidades de distintas provincias aportó a un rico intercambio entre los mutualistas de todo el país que llegaron a Rosario, que redondeó el sabor a jornadas históricas que se paladeaba en el ambiente. Los de más trayectoria entre los mutualistas juraban no recordar una reunión del sector con tantos participantes.
Así es que el primer balance de los dirigentes de la Federación de Entidades Mutualistas de la provincia de Santa Fe, entidad organizadora del congreso junto con Unione e Benvolenza y el Inaes, fue más que positivo. Y en los próximos días serán difundidas las conclusiones del trabajo de las comisiones.