Los indignados han cumplido con la promesa hecha al decidir desmontar la acampada en la plaza de Catalaunya, y fueron a manifestarse delante del parlamento, situado en el parque de la Ciutadella de Barcelona, con el objetivo de impedir el tratamiento del presupuesto que plantea recortes en "gastos sociales", como sanidad y educación.
Aunque la intención, era realizar una acampada en el parque durante la noche del martes. Motivo por el cual comenzaron a concentrarse en distintos puntos de la ciudad desde las siete de la tarde. El fuerte dispositivo policial y el cierre de las puertas del parque poco después del mediodía les impidió, a los cerca de 4 mil indignados, ingresar al mismo. Y realizar allí la acampada en espera de la llegada de los parlamentarios la mañana del día 15.
Así fue que los manifestantes al grito de “Paremos el Parlamento”, decidieron realizar su acampada frente a uno de los accesos situado en el paseo Picasso.
Desde primera horas de la mañana se concentraron frente a las puertas del parlamento para bloquear el ingreso de los diputados, este hecho provocó que la policía utilizara la fuerza para desbloquear algunos de los accesos y así permitir que los parlamentarios y los empleados pudieran acceder al recinto. El operativo policial que incluyó a más de 400 agentes y un helicóptero se saldo con 36 heridos leves 12 de ellos policías.
La próxima cita del movimiento 15-M será el domingo 19 de junio con una manifestación que bajo el lema “La calle es nuestra, no pagaremos su crisis”, planea hermanar las principales ciudades de España y Europa en el reclamo contra las políticas de ajuste que se vienen aplicando en el continente siguiendo los designios del FMI y el Banco Central Europeo.
Helicópteros para esquivar a los indignados
El presidente de la comunidad Artur Mas y su gabinete de gobierno debieron recurrir a helicópteros para acceder al recinto y sortear así el bloqueo de los manifestantes. El resto de diputados lo hicieron escoltados por la policía en furgones y coches oficiales, los pocos diputados que se animaron a entrar a pié fueron insultados y zarandeados al grito de “ninguno, ninguno nos representa” por los concentrados en el lugar.
Algunas voces en la marcha
Pedro: Cuando el rio suena, agua lleva….. Los mensaje son claros: la crisis no la generamos la gente de a pie, que son sin embargo los que la pagan. El sacrificio no se reparte por igual entre ricos y pobres. Las expectativas de futuro no se pueden cortar de raíz para una generación nueva (los jóvenes no tienen porque pagar los desaguisados de sus mayores). Hay algo que no funciona bien en un país en que los políticos sólo escuchan (y atienden) a las entidades financieras, pero no a su pueblo.
Eduardo: Cuando los políticos se separan del pueblo y no atienden y ni siquiera prestan atención a sus reclamos dejan de ser sus representantes, si a esto sumamos la corrupción de estos y la represión que ejercen ante los que se manifiestan ya pasan a ser dictadores, algo de todo esto está pasando en España y especialmente en Catalunya, ¿saben a dónde puede llevar todo esto?
Yopi: Las fuerzas secretas y la diplomacia, mientras los gobiernos dejen que las multinacionales decidan, las políticas estarán cada vez más y más obsoletas.
Angelo: ¿Es legal plantarnos un helicóptero sobre nuestras cabezas a cualquier hora? ¿Acaso los grises (policía Franquista) necesitaban tanta tonteria para repartir estopa con más contundencia que los mossos? (Policía autonómica de Catalunya). Nuevos medios para avasallar al pueblo como siempre. ¿Cumple el helicóptero normativas medioambientales y de contaminación acústica? Basta ya de prepotencia gubernamental, fuera helicópteros, fuera coches.
(*) Tomás Labrador es un periodista rosarino que vive desde hace varios años en España, en la actualidad reside en Barcelona.