El candidato presidencial Hermes Binner denunció presuntas prácticas clientelares del gobierno nacional. “Papá Noel fuera de temporada en Rosario”, escribió en su cuenta de Twitter, mientras su equipo de prensa distribuía fotografías de camiones cargados de cocinas y colchones en el predio de Gendarmería.
Desde el kirchnermismo consideraron que se trata de una acción de “mala leche” del mandatario, porque su gobierno conoce el mecanismo de asistencia del Ministerio de Desarrollo Social nacional, e incluso participa de las reuniones para resolver emergencias. El gobernador no realizó ninguna mención a las denuncias realizadas no por opositores sino por los propios integrantes del Frente Progresista sobre distribución de subsidios provinciales durante la campaña por las elecciones primarias en Santa Fe.
“En las últimas semanas, en diferentes localidades del departamento General López se vienen sucediendo irregularidades en la articulación y distribución de recursos provenientes del Ministerio de Desarrollo Social. El reparto poco claro de subsidios o bienes no perecederos se intensificaron con el correr de los días hasta convertirse en un elemento de propaganda electoral”. La frase no está en la cuenta de Twitter de Binner ante la llegada de la presidenta Cristina Fernández a la provincia, sino que pertenece al diputado provincial de la UCR, Alfredo Menna, y fue difundida públicamente a través de un comunicado de prensa el 2 de mayo pasado.
Entonces, faltaban 20 días para las elecciones primarias de Santa Fe, donde Binner ataba su suerte al resultado de su delfín para la Gobernación, el socialista Antonio Bonfatti, y el radicalismo, asociado políticamente al PS, denunciaba lo que ahora asombra al candidato presidencial del Frente Amplio Progresista (FAP).
“Soy joven, tengo 27 años y creí en la política de la mano del Partido Socialista porque pensé que era un espacio diferente donde la chequera, los aprietes y la intolerancia no existían; participé en todas las capacitaciones de parte del sector de Hermes y del Cemupro a las que me invitaron, los discursos y las charlas eran muy progresistas y creía estar participando en un espacio político diferente; la práctica y la realidad me mostraron lo contrario, discursos vacíos que no concuerdan con la práctica. Esto hace que los jóvenes sigamos pensando que todos los políticos son iguales y que la práctica de la política es, con perdón de la palabra, una mierda”, dijo el 11 de abril pasado Soraya Lavina, vicepresidenta comunal de Villa Mugueta.
La joven jugó entonces en el sector interno del titular del PS, el senador Rubén Giustiniani, y sufrió “aprietes y amenazas para torcer esta voluntad”, según ella misma denunció en aquella oportunidad.
La práctica republicana a la que fue sometida la comuna, añadió Lavina, fue la retención de recursos públicos. “Tenemos fondos que se nos adeudan desde el año pasado, sin los cuales a la comuna se le complica hacer obras y funcionar.
Agregó que cuando pidieron explicaciones por la falta de cumplimiento de los pagos recibieron como respuesta: “Y muchachos, se la tienen que aguantar, están en una lista negra y los fondos están trabados”. Nueva política en estado puro.
Hasta ahora, el gobernador Binner nunca dio cuenta de esas denuncias que salpicaron a su sector político, y que no fueron realizadas por el opositor Partido Justicialista de Santa Fe sino por integrantes del oficialista Frente Progresista, lo cual le otorgan aún mayor validez. La prensa independiente tampoco indagó todavía en el caso.
Sí causó más preocupación los dichos del candidato presidencial del FAP en su cuenta de Twitter, donde el sábado por la noche escribió: “En el predio de Gendarmería Nacional 30 camiones descargaban electrodomésticos anticipando la llegada de Cristina”.
Su equipo de prensa acompañó el operativo con la difusión, vía correo electrónico desde la cuenta psprensa2010@gmail.com, de 9 fotografías en las que se ven los camiones en el predio de Gendarmería ubicado en Laprida y Rueda, algunas de las cuales muestran incluso a Binner y esposa, Silvana Codina, patrullando el sitio donde “el clientelismo” se consuma.
En declaraciones radiales, Binner dijo este lunes: “Ocurre esta situación que habla, en primer lugar, de pensar que hay un clientelismo político en el cual tal vez haya mucha costumbre para ellos, en este gobierno, pero nosotros creemos que no es la forma de distribuir igualdad entre la gente”.
Coincide en eso con el diputado radical Menna, escandalizado cuando dijo que “se dieron otras situaciones inadmisibles, por ejemplo, durante el entretiempo de un partido de fútbol en una localidad del departamento (General López), donde el candidato a senador de la lista «El cambio continúa» se trasladó hasta el centro de cancha y con micrófono en mano anuncio la entrega de un subsidio de 30 mil pesos al club”.
Consultado acerca del destino de la ayuda social, Binner respondió este lunes en Radio Dos: “Yo no tengo una agencia de investigación, simplemente relato lo que vi”.
Más convencido que el propio mandatario del destino “clientelar” de la ayuda, el periodista Roberto Carferra repreguntó: “¿Está mal esto? En términos éticos, morales, la cuestión de que el gobierno nacional distribuya colchones y cocinas, uno sabe que detrás de esta acción hay una situación de presunta seducción política. Yo te doy esto a cambio de tu atención electoral en la próxima elección, pero ¿usted considera que está mal esta situación?”.
(Digresión: el periodista no pregunta, sino que afirma que existe una situación de extorsión política que tiene a los más débiles como víctima y que no requiere más averiguaciones que un twitt del gobernador. Equivalente a consultar a alguien si pegarle un tiro en la cabeza a un persona “¿usted considera que está mal esta situación?”).
Invitado por el periodista, Binner repuso: “Lo que pasa es que nosotros estamos acostumbrados a la dádiva en lugar de acostumbrarnos a los derechos. La gente tiene derecho a tener una vivienda digna ¿no? Y creo que dándole una cocina no se soluciona más que encontrar un voto”. Tras la lapidación, relativizó: “Es un terreno en el cual entramos en suposiciones (¿?)”.
Avezado lector de la Carta Magna, el candidato del FAP ilustró: “La Constitución habla del derecho a la salud, a la educación, al trabajo pero no habla de hacer clientelismo”. Y, trascartón, exhibió su hilacha gorila: “Que es uno de los defectos del populismo”.
La dádiva socialista es republicana, la ayuda social peronista puro populismo clientelar.