El papa Benedicto XVI declaró este lunes a su llegada al aeropuerto de Santiago de Cuba, primera etapa de su histórica visita a la isla, que lleva en su corazón “las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos los cubanos” y que llega como “peregrino de la caridad”. Además, dijo que le pedirá a la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba “su intercesión para que guíe los destinos de esta amada nación por los caminos de la justicia, la paz, la libertad y la reconciliación”.
El máximo líder católico, el alemán Joseph Ratzinger celebró una primera misa al aire libre en la plaza Antonio Maceo, de Santiago, después de ser recibido por el presidente Castro y, si bien no está en la agenda, el Vaticano no se descarta un posible encuentro con el hermano del mandatario y líder de la Revolución, Fidel.
“Llevo en mi corazón las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos los cubanos, dondequiera que se encuentren, sus sufrimientos y alegrías, sus preocupaciones y anhelos más nobles, y de modo especial de los jóvenes y los ancianos, de los adolescentes y los niños, de los enfermos y los trabajadores, de los presos y sus familiares, así como de los pobres y necesitados”, dijo el pontífice.
“Vengo a Cuba como peregrino de la caridad, para confirmar a mis hermanos en la fe y alentarles en la esperanza, que nace de la presencia del amor de Dios en nuestras vidas”, añadió el Papa ante del presidente Raúl Castro en la ceremonia de bienvenida en Santiago de Cuba para una visita que se prolongará hasta mañana.
Benedicto XVI destacó que la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, y cuyo santuario visitará, “ha sostenido la fe y ha alentado la defensa y promoción de cuanto dignifica la condición humana y sus derechos fundamentales; y continúa haciéndolo aún hoy con más fuerza”.
“Las profundas raíces cristianas (…) conforman la identidad más honda del alma cubana”, remarcó al responder el saludo que le brindó el presidente Castro, quien le manifestó que “Cuba lo recibe con afecto y respeto y se siente honrada con su presencia”.
El Papa destacó que se hacía realidad “el momento tan deseado de visitarles, y que gracias a la bondad divina he podido realizar”, al tiempo que recordó “la histórica visita” de su predecesor Juan Pablo II en 1998, “que ha dejado una huella imborrable en el alma de los cubanos”.
El papa Benedicto XVI partió por la mañana del lunes hacia Cuba desde México. El presidente azteca, Felipe Calderón, lo despidió en el aeropuerto de Guanajuato, le agradeció la visita y haber “sembrado una semilla de paz” en el pueblo.
Calderón sostuvo en su mensaje de despedida que los mexicanos “recibimos a Su Santidad con profunda alegría, especialmente los jóvenes”. “México lo llevará a usted siempre en el alma”, añadió.
