La presidenta Cristina Fernández realizó este jueves una fuerte defensa de la minería en el país, la cual explicó, se encuentra actualmente “subexplotada” pese a ser “una actividad de gran importancia” que genera puestos de trabajo bien remunerados. Admitió, no obstante, la necesidad de controlar la actividad para que no impacte negativamente en el medioambiente.
El acto se llevó adelante en la explotación minera santacruceña de Cerro Vanguardia a 70 kilómetros de Puerto San Julián, en ocasión de su inauguración; y estuvieron presentes el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta; el gerente general de Cerro Vanguardia, Jorge Palmés; el secretario de Minería, Jorge Mayoral; y el intendente de Puerto San Julián, Nelson Gleadell.
Como en la superficie de la mina había guanacos tomando agua, la Presidenta utilizó esta imagen para “desmitificar”. “Las cosas se pueden hacer bien, o mal y en Cerro Vanguardia se han hecho bien”, dijo la jefa del Estado ante un auditorio compuesto por funcionarios nacionales provinciales, empresarios y trabajadores mineros.
También apuntó a los slogans que muchas veces se esgrimen en las discusiones sobre minería y aclaró que es una actividad de la que “no se puede prescindir”.
“No debemos negarnos a una gran oportunidad, que en nuestro país está subexplotada”, disparó y enfatizó que en países como Canadá y Australia, la minería “es una actividad de gran importancia”.
Asimismo, Cristina defendió la participación privada en esta actividad al recordar que este tipo de explotaciones “requieren de grandes inversiones en un comienzo”, pero bajo “la vigilancia de parte de las autoridades electoralmente elegidas”.
En ese marco, ponderó la creación de empresas provinciales de minería, que se vinculan con las privadas, brindan seguridad al medio ambiente y se preocupan por la creación de empleo.
“Cerro Vanguardia está siendo tomado como modelo por las provincias que a través de sus empresas buscan que haya más injerencia en el medio ambiente y en la creación de empleo”, aseveró la primer mandataria, a la vez que destacó que “Puerto San Julián tenía pocas expectativas antes de la mina, y ahora se duplicó la población a partir de la creación de la mina”.
“En el plano ambiental, la población de esta localidad santacruceña creía que la mina le iba a sacar el agua a San Julián y ahora no sabemos qué hacer con el agua que brota”, agregó.
“Se pueden hacer mal en otros países, tirar los desechos en cualquier parte, pero si se hacen bien las cosas no hay industria que no sea beneficiosa”, reflexionó, y añadió: “Es necesario que las corporaciones sepan que no hay cambio de reglas, sino que hay mayores exigencias frente a la sociedad en el cuidado del medio ambiente, y en qué se hará del lugar tras el cierre de la mina”.
Fuente: Télam
