Las primeras proyecciones de la campaña agrícola 2012/13 muestran «un considerable incremento en el interés de los productores en otros cultivos» como arveja, garbanzo y lenteja, según la Bolsa de Comercio de Rosario.

«La posibilidad de asociar estas leguminosas a una posterior siembra de soja de segunda resulta uno de sus principales atractivos», explica la bolsa rosarina, que añade que estos cultivos presentan algunas similitudes desde el punto de vista agronómico, pero advierte que su desarrollo comercial en el país es escaso y heterogéneo, aunque la producción sea de larga data.

En ese sentido, señala que no existen mercados concentradores ni posibilidad continua de concertar contratos forward (a término), con muy pocas excepciones, y que las operaciones consisten fundamentalmente en ventas directas del productor al exportador, con descuento de retenciones a la exportación por el 2,5%.

En lo que respecta al garbanzo, la superficie ocupada pasó de 3.000 hectáreas en 2000 a cerca de 80.000 en la campaña 2011/12, particularmente en Córdoba y las provincias del norte.

«Con la siembra próxima a iniciarse se espera alcanzar una producción de 80.000 toneladas, teniendo en cuenta que los rindes oscilan entre 800 y mil kilos por hectárea», añade el informe.

Las cotizaciones experimentaron «muy poca variación» en los últimos meses, y por estos días se pagan entre 200 y 850 dólares la tonelada, según el calibre, de acuerdo con datos publicados por Agricultores Federados Argentinos (AFA).

En cuanto a la arveja, su expansión en los últimos años «también ha sido notable», señala la bolsa rosarina; debido a la fuerte demanda, el área sembrada se ubicó en 2011 en 130.000 hectáreas, mientras el año pasado se autorizaron ventas externas de hasta 77.000 toneladas, cuando en 2009 el volumen fue de 37.000.

Las posibilidades comerciales, en este caso, «son más limitadas que las del garbanzo», pero el producto posee igualmente «una demanda razonablemente fluida»; los precios de la mercadería con entrega a cosecha (diciembre-enero) se encuentran en torno a 175 dólares la tonelada, en baja respecto de los 200 dólares que se pactaban durante el último verano, agrega la bolsa.

La comercialización de la lenteja, en tanto, «es mucho más limitada que la de arveja y garbanzo, así como también su producción y exportación»; no obstante, también se registra «un crecimiento considerable», y el volumen exportado se multiplicó por seis entre 2009 y 2011, al pasar de 2.200 a 12.500 toneladas.

Su cotización se ubica en un punto intermedio entre los garbanzos y las lentejas, aunque sin demanda permanente, por lo cual predominan los contratos de producción con precio acordado.

Para la bolsa rosarina, estos productos «representan una alternativa real al cultivo del trigo, si bien su mercado es mucho menos profundo y tienen un desarrollo comercial más precario».

De todos modos, «de continuar la tendencia de crecimiento que han experimentado en las últimas campañas, cabe esperar un afianzamiento de las relaciones comerciales entre los distintos actores de la cadena», concluye la entidad.

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