El genocida Albano Harguindeguy está imputados en el juicio. | Foto: Carlos Cermele / Télam.

El Tribunal Oral Federal de Paraná, que investiga delitos de lesa humanidad cometidos en Concordia, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú durante la dictadura, rechazó este miércoles el pedido de la querella de allanar dependencias de la Iglesia católica en busca de elementos que puedan estar vinculadas con una nota publicada recientemente por el periodista Horacio Verbisky.

En la nota, Verbitsky reveló que la política de desaparición forzada de personas que el ex dictador Jorge Rafael Videla, admitió últimamente en reportajes y ante la justicia, fue hecho conocer en 1978 a la Conferencia Episcopal Argentina.

Sobre la base de los datos aparecidos en la nota, el abogado querellante Rubén Pagliotto solicitó al tribunal local que ordene el allanamieno de las instituciones religiosas que están vinculadas con la denuncia, para obtener mayor información.

Tras un cuarto intermedio, el tribunal rechazo el pedido del abogado querellante, pero decidió incorporar a la causa la nota de Verbitsky.

La megacausa que se ventila en los tribunales paranaenses tiene como principal imputado al ex ministro del Interior de la última dictadura, Albano Harguindeguy.

El ex comandante del II Cuerpo de Ejército, general Ramón Genaro Díaz Bessone, fue apartado de la causa debido a los problemas físicos y psíquicos derivados de un reciente ACV que sufrió.

En este juicio están imputados también los jefes de los regimientos de ejército de Gualeguaychú, Juan Miguel Valentino, y de Concordia, Naldo Miguel Dasso, y varios integrantes de la delegación Concepción del Uruguay de la policía Federal, entre ellos el oficial Darío Mazzaferri, quien permanece prófugo desde 2007.

En la megacausa Harguindeguy se investiga el secuestro y los tormentos y torturas aplicados a 30 personas, de las cuales cuatro permanecen desaparecidas.

En la audiencia de hoy, dos ex suboficiales y un ex soldado del Escuadrón de Caballería Blindada II de Gualeguaychú reconocieron que en esa dependencia militar del sur entrerriano hubo civiles detenidos, pero dijeron desconocer por qué razón fueron conducidos a ese lugar.

Los testigos admitieron que los jefes les decían permanentemente que debían estar atentos y preparados ante la posiblidad de un ataque de «subversivos» a esa unidad militar.

Fuente: Página 12 / Télam

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