Hijo con corbata

Tras el fallecimiento de Eduardo Duhalde, este martes Juan Fresneda asumió la titularidad de la secretaría de Derechos Humanos. Abogado como su padre, desaparecido junto con su madre en La Noche de las Corbatas, Fresneda es uno de los fundadores de HIJOS y principal impulsor, como querellante, de la condena a Menéndez y Videla.

La designación fue formalizada mediante el decreto 725, publicado en el Boletín Oficial con las firmas de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; y el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak.

Juan Martín Fresneda tiene 36 años y hasta este nuevo nombramiento se desempeñaba como titular de la delegación Córdoba de la Anses. En su carácter de abogado, llevó adelante varias querellas por delitos de lesa humanidad perpetrados en la provincia mediterránea durante la última dictadura militar, a la que se mudó desde Catamarca para estudiar Derecho.

Y es que su historia está atravesada, de forma trágica, por este negro capítulo de la historia argentina. Fresneda tenía dos años cuando fueron secuestrados sus padres, Tomás Fresneda y María de las Mercedes Argañaraz, en Mar del Plata en julio de 1977 durante los episodios conocidos como La Noche de las Corbatas.

Segundo hijo del matrimonio Fresneda, por cuanto al momento del rapto, su madre estaba embarazada de cuatro meses, fue testigo junto con su hermano mayor Ramiro del siniestro que marcaría su vida para siempre. Al momento, el tercer hermano aún no fue encontrado ni restituido. En el juicio oral por la desaparición de sus padres, en el que están imputados 16 policías y militares, Ramiro admitió que, a pesar de contar con sólo cuatro años aquel invierno del 77, nunca se pudo sacar de la mente la imagen de su madre aferrándose al marco de una puerta el día que se la llevaron.

Tomás Fresneda, especializado en derecho laboral, había militado en la Juventud Peronista y prontamente convertido en un estorbo al representar a trabajadores y comisiones gremiales. Por tales motivos, fue desaparecido, junto con su mujer y otros abogados, en una serie de operativos que la dictadura llevó adelante contra un grupo de abogados laboralistas de Mar del Plata. En el caso de la familia Fresneda, al registrar primero su domicilio pero no encontrar a Tomás allí, sino a María Mercedes, Ramiro y Juan, se llevaron a éstos al estudio jurídico de Fresneda padre donde finalmente éste se presentó y entregó, desarmado, sabiendo que tenían a su familia amenazada.

Años más tarde, se conocería que el matrimonio fue llevado a La Cueva, el centro clandestino de detención que funcionó en la Base Aérea de Mar del Plata. Mientras tanto, los niños quedaron a cargo de sus abuelos y fueron criados luego por una tía en Catamarca. Ambos estudiaron Derecho en Córdoba al finalizar el secundario.

Justamente, fue durante la época del secundario en Catamarca cuando Juan Martín comienza a acercarse a la militancia, en las marchas del silencio por el crimen de María Soledad Morales, quien tuviera su misma edad cuando asesinada en aquel entonces. Una vez en Córdoba, se sumó a la coordinadora antirrepresiva Unidos. Posteriormente, trabajó activamente en la Universidad Trashumante, colectivo de educadores populares que viajaban por el país haciendo talleres.

En su camino como co-fundador de HIJOS y querellante en los tres primeros juicios que logró reabrir la vecina provincia por delitos de lesa humanidad contra Luciano Benjamín Menéndez y Jorge Rafael Videla, Fresneda abrazó el proyecto nacional que desde 2003 Néstor Kirchner y Cristina Fernández impulsaron e impulsan. A partir de entonces, se sumó a las filas kirchneristas y siendo uno de los principales referentes de la cordobesa agrupación La Jauretche y apoderado del Frente para la Victoria (FpV) en esa misma provincia, ocupó durante las elecciones de 2011 el quinto lugar en la lista de candidatos a diputados nacionales.

Con el legado de Duhalde

La gestión de Eduardo Luis Duhalde frente a la Secretaría de Derechos Humanos tuvo como uno de sus ejes principales el apoyo estatal al desarrollo de los juicios contra represores; habilitando al Estado a presentarse como parte querellante en los mismos.

El desafío del novel secretario será continuar con el legado del fallecido Duhalde y avanzar en las políticas de restitución de identidad y restitución de restos de desaparecidos.

Fuentes: Télam, Página 12.