Tras varios días de arresto, el subcomisario Julio Zapata y los subalternos de dicha dependencia, sargento ayudante Liliana Edit Isaac; cabo María José Zarate; y cabo Luis Guillermo Martínez, fueron beneficiados con la libertad firmada este martes por la tarde por el magistrado interviniente.
Los investigadores consideran que, tras la reconstrucción del hecho, podría cambiar el sentido de la pesquisa, sobre todo en la responsabilidad de los agentes policías, hasta este martes, investigados por facilitamiento de evasión.
Con las últimas medidas, el juez Sánchez debe establecer si hubo dolo por parte de los policías o una negligencia inusitada que llevó al imputado a pensar una estrategia de fuga con audacia y extrema destreza o, la versión más difícil de probar, pero no menos seria, que el reo o algunos de sus allegados “transó” con efectivos policiales la huída.
En cualquiera de los casos, nada podrá hacer salir del asombro a funcionarios judiciales y policiales que este martes al mediodía estuvieron presentes en la reconstrucción de los hechos y observaron cómo Juan Manuel Martínez se hizo de un juego de llaves que se encontraban arriba de una heladera ubicada a pocos metros de la puerta del calabozo.
Con la lleve en su poder, el entonces detenido se movió rápido y logró abrir el candado, correr la barra de hierro que traba la reja y fugarse por los fondos de la seccional. Insólito, pero posible. Todo ello, si la mínima atención de la cabo que estaba en la comisaría en ese momento.
Martínez, acusado de robar un comercio de la peatonal San Martín el pasado 11 de abril y luego violar a la empleada de la pilchería, contó con los elementos que fueron secuestrados un mes y dos días después del calabozo: la lanza conformada por dos palos atados con pedazos del forro del colchón de la celda a la que adhirió una cuchara en la punta. Así, pudo extender la caña larga y hacerse las llaves.
Para el abogado Claudio Torres del Sel, defensa del policía Zapata, “la explicación que da Martínez es cien por ciento creíble”.
“El que tiene que dar explicaciones ahora es el ministro de Seguridad”, acusó. “Vamos a ir con una querella contra el ministro para que aclare los términos y que dé las pruebas de por qué dijo que se trataba de un acto de corrupción”, agregó.
Según el abogado se trató de una “gravísima acusación, sin medir siquiera que estos policías tienen una familia atrás”.
Fuentes: Notifé, Sin Mordaza
