El “tractorazo” que Federación Agraria organizó este miércoles en Rufino, convocó a unas escasas 500 personas llegadas de Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Entre Ríos, Santa Fe y Mendoza. El acto expuso la interna de la Mesa de Enlace.
Tras la realización de una una caravana de tractores y camionetas cuatro por cuatro, los ruralistas se concentraron en el cruce de las rutas 33 y 7. Según informó el semanario La Tribuna de Rufino, “allí los oradores dejaron ver sus coincidencias, pero sobre todo sus diferencias”.
Según la crónica periodística, las diferencias no sólo se evidenciaron entre los integrantes de la Mesa de Enlace ‒que promovió en 2008 las acciones destituyentes hacia el gobierno nacional tras el conflicto por la Resolución 125‒ , sino hacia el interior de la propia Fedaración Agraria. A tal punto llegó la exposición del quiebre interno que Alfredo De Angelis hizo reiterados llamados a “la unidad”, luego que Pedro Peretti lanzara una línea interna de FAA que quiere destronar a Eduardo Buzzi, y separarse de la Mesa de Enlace.
De acuerdo al relato de La Tribuna, el representante de la Sociedad Rural de Santa Fe, Luis Gribaudo, tomó el micrófono para plantarse en una postura casi en las antípodas de la que luego explicitó Buzzi. «El gobierno no nos va a decir que hacer»; «¿por qué no vamos a poder comprar libremente un dólar?», «el gobierno no es el dueño de nuestra economía»; «el gobierno es el resultado de una elección embustera»; dijo el ruralista santafesino.
A su turno el presidente de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, dijo que había que hablar «de una concepción de país» y no sólo del sector rural. Y luego de criticar el aumento de impuestos ‒estuvo muy presente en el acto la discusión por el incremento del inmoviliario rural en provincia de Buenos Aires‒, se quejó por las ganancias del sistema financiero, de las mineras, y reclamó que se recupere el 100 por ciento de YPF.
También fustigó a las multinacionales cerealeras y señaló que «ponerle techo al aumento salarial perjudica al mercado interno», donde se comercializa la carne y la leche que produce el campo.
«Hay que cuestionar la política agropecuaria a favor de los pooles de siembra, de los fideicomisos financieros, a las exportadoras, así serán viables sólo 3 mil empresas que van a terminar sembrando toda la Argentina», subrayó.
«Necesitamos una moderna legislación de arrendamientos, con un período (de arriendo) de 5 años, para desalentar a los pooles de siembra que llegan y se van rápido. Necesitamos un ente de comercio de granos, retomando las viejas tradiciones y ponga equilibrio en cuanto va a la mercado interno y en que condiciones se hace la exportación. Hoy exportan 4 multinacionales…», afirmó, señalando que todo esto es consecuencia de «un capitalismo de amigos».
Contrariamente a la opinión del representante de la Sociedad Rural, Buzzi no cuestionó la legitimidad del gobierno nacional, y aunque lanzó numerosos dardos hacia ese blanco, su discurso pidió que el Estado “intervenga más y mejor en la economía”.
Para ser una protesta de corte nacional, tal cual la publicitaron las entidades ruralistas, con delegaciones venidas de todas las provincias productoras, la convocatoria fue notablemente escasa.
En definitiva, el “tractorazo”, además de medir el menguado poder de convocatoria de la Mesa de Enlace, sirvió para exponer aun más, las contradicciones internas cada vez más evidentes que presenta el bloque de las patronales agrarias.
