El juez Reinaldo Rodríguez llamó a indagatoria al teniente Roberto Diab y al comisario Juan Perizzotti, por torturas a Silvia Suppo durante la dictadura militar. Perizzotti no quiso declarar y Diab adujo no recordar nada.

La frustrada indagatoria fue llevada a cabo este miércoles bajo iniciativa del juez federal santafesino quien ya había ordenado la detención de un ex guardiacárcel de la dictadura, Oscar Farina, imputado en la causa que investiga, entre otros crímenes del terrorismo de estado, las tres violaciones de las que fuera víctima Suppo  mientras permanecía privada de su libertad ilegítimamente en un centro de clandestino de detención en las afueras de Santa Fe.

Según se conoció a partir del relato que Silvia hiciera en el juicio al ex juez Víctor Brusa en 2009, fue en 1977 cuando al quedar embarazada, fue obligada contra su voluntad a abortar en una clínica privada para “reparar el error”, según le escuchara decir a Perizzotti. Con “error” se refería a las tres violaciones.  Según el testimonio de otra víctima que declaró dos veces en la causa, la habían ido a buscar María Eva Aebi y Farina, “que pertenecían a la GIR y que por comentarios de las otras detenidas eran colaboradores directos de Perizzotti”.

El caso que investiga los tormentos por lo que tuvo que atravesar Suppo, es ciertamente, paradigmático, no sólo porque Silvia fue finalmente asesinada en democracia -marzo de 2010- poco después de su declaración, sino porque, en palabras de la abogada querellante, Lucila Puyol de HIJOS: «considera a las violaciones en centros de detención como un delito autónomo de lesa humanidad, en el marco del plan represivo».

«Los abusos sexuales no constituían hechos aislados, sino que conformaban una práctica habitual que se exteriorizaba a través de diversas conductas que lesionaban el marco de protección a la integridad sexual previsto por el ordenamiento legal», detalló Puyol.

Farina es, entonces, sólo el primer detenido en la causa; pero tanto el fiscal como la querella solicitaron otras indagatorias, en las que se encuentran las fallidas del miércoles a Diab y Perizzotti, pero también a otros dos policías más: al comisario Ricardo Silvio Ramón Ferreyra, condenado ya a 22 años; y la mencionada María Eva Aebi, guardia cárcel en la década del 70 penada ya también con 19 años.

No obstante, la investigación es más amplia al incluir los homicidios de dos militantes de la Juventud Peronista, Reinaldo Hattemer y Rubén Luis Carignano y el secuestro y torturas a otros cinco. Llamativamente, las cinco indagatorias ya habían sido solicitadas por el Ministerio Público hace más de un año, pero sólo fue hasta hace poco que el juez Rodríguez las ordenó.

La indagatoria a Diab, que duró alrededor de una hora, comenzó pasado el mediodía. Su abogado, Alejandro Otte, admitió que “no había mucho por decir”.

“Se le leyeron los hechos que se le imputan, en los que por supuesto no tiene ningún tipo de responsabilidad”, indicó y afirmó que su cliente “desconoce a las víctimas y manifestó tener la conciencia limpia y tranquila».

En tanto la Fiscalía considera que Diab deberá responder por los homicidios de Hattemer y Carignano; la privación ilegal y tormentos sufridos por Silvia y Hugo Suppo, Jorge Destéfani, Ricardo Díaz y Graciela Rabellino; y las tres violaciones de Silvia en un centro clandestino. Sin embargo, el teniente coronel permanecerá libre a pesar de todas las acusaciones en su contra y de estar actualmente procesado por otros 46 asesinatos más. Y es que, en mayo de 2010,  la Cámara Federal de Rosario le otorgó la excarcelación y la libertad por razones de salud, por lo menos hasta tanto se emita una resolución por parte de la Cámara Nacional de Casación Penal.

Perizzotti, por su parte, llegó puntual a las 9 de la mañana. No se quedó mucho tiempo: entró y salió, ya que se negó a prestar declaración.

Un 25 de enero, pero de 1977…

Un 25 de enero, pero de 1977 un grupo de tareas secuestró a Reinaldo Hattemer durante el casamiento de su hermano en la iglesia Sagrado Corazón de la santafesina ciudad de Rafaela. Por aquellos tiempos, Hattemer era novio de Silvia.

Rubén Luis Carignano, fue secuestrado tres meses después, el 23 de mayo. Supuestamente se “suicidó” en una celda de la comisaría 4ª. A la mañana siguiente, la novia de Reinaldo y su hermano, Hugo Suppo junto con Jorge Destéfani y el matrimonio Díaz – Graciela y Ricardo -, fueron raptados.

Un 25 de enero, pero de 1977 comenzó el horror para ellos. Hoy, sólo tres están vivos: Jorge murió en 2009, antes de declarar en el proceso a Brusa, y  Silvia tres meses después de hacerlo, en marzo de 2010. Reinaldo permanece desaparecido.

Son los nombres que ahora el teniente coronel Roberto Diab parece no recordar.

Fuente: Rosario 12.

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