Manuel es el primer nieto que recuperó su identidad en integrar la comisión directiva de Abuelas.

Este martes una caravana de militancia atravesará la ciudad hacia los tribunales federales, para acompañar a los testigos del tercer juicio contra represores de la dictadura. «Este proceso tiene una carga muy grande porque yo sobreviví a una masacre y me encontraré con los asesinos de mi madre”, afirmó el querellante Manuel Gonçalves.

El nieto restituido Manuel Gonçalves, sobreviviente y querellante en el juicio oral y público que comenzará este martes en Rosario por –entre otros hechos– el asesinato de su madre, otros dos adultos y dos niños de cinco y tres años, afirmó que llegar a esta instancia después de 35 años «es ver llegar la justicia que tanto tardó».

«Este juicio llega con una carga muy grande porque yo sobreviví y a esa masacre y por fin me encontraré con quienes asesinaron a mi madre y a todos los que vivían en la casa», expresó el 57º nieto recuperado por Abuelas de Plaza de Mayo.

Manuel nació el 27 de junio de 1976 en algún lugar elegido por su madre para escapar del terrorismo de Estado, y a los cinco meses fue el único sobreviviente del ataque a la casa donde vivían junto a cuatro personas más y que se conoce como la «Masacre de la calle Juan B. Justo», ocurrida el 29 de noviembre de 1976 en la ciudad bonaerense de San Nicolás.

El último gesto maternal de su madre Ana María del Carmen Granada fue el de envolverlo en un colchón y esconderlo en un placard hasta que fue encontrado y entregado en una adopción irregular; y hoy 35 años después, el joven que conoció su verdadera identidad en 1995, puede empezar a ver un final con justicia para su trágica historia.

Manuel estaba en el vientre de Ana María cuando su padre Gastón –militante de la juventud peronista–, fue secuestrado el mismo día del golpe militar –24 de marzo de 1976–, y visto por última vez con vida cinco días después, en un camión celular estacionado detrás de la comisaría de Escobar, donde prestaba servicios el ex subcomisario Luis Abelardo Patti.

Una semana después apareció en un paraje de la ciudad de Escobar, fusilado y carbonizado, y por su asesinato, el 14 de abril de 2011 la justicia condenó a Patti a la pena de prisión perpetua.

«Siempre me pregunté para qué y por qué sobreviví, y esta instancia es una de las pocas cosas que me hacen encontrar una respuesta: para esto, para que se termine con la impunidad y los responsables paguen», subrayó Gonçálves.

A pesar de constituirse por segunda vez como querellante, este juicio tiene para Manuel una carga simbólica agregada.

«Ellos (los asesinos) nunca se imaginaron que el bebé que sacaron de allí iba a querellarlos 35 años después», relató el primer nieto recuperado que integra la comisión directiva de Abuelas de Plaza de Mayo.

Caravana y radio abierta

Desde Juicio y Castigo Rosario,  espacio integrado por querellantes y testigos de causas por delitos de lesa humanidad, organizaciones de derechos humanos, sociales, culturales y políticas, invitaron “a seguir siendo parte de este proceso histórico de juzgamiento a los genocidas, y en el que se comenzará a escribir un nuevo capítulo el próximo 3 de julio”.

La caravana partirá a las 8.30 de este martes desde Oroño al 6200 “para luego hacer un ruidoso ingreso por esa arteria rosarina hasta llegar al frente del tribunal federal” del número 940 del mismo bulevar.

Luego, a partir de las 9.30, cuando se inicie la audiencia en el Tribunal Oral Federal 2, una radio abierta retransmitirá las palabras de los protagonistas del juicio y actuarán la Murga La Memoriosa y otros artistas locales.

Desde Juicio y Castigo señalaron que desde hace varios meses vienen “coordinando acciones conjuntamente con la Mesa de la Memoria por la Justicia de San Nicolás –que nuclea a testigos, querellantes y organizaciones de esa ciudad–, a partir de las cuales pretendemos lograr que este proceso no quede encerrado en las cuatro paredes del tribunal, sino que se pueda instalar afuera, en la calle y en los medios, tanto de San Nicolás como de Rosario”.

“La idea es esperar a los compañeros que vienen acompañando a los testigos y querellantes de distintos lugares, que en este juicio serán de San Nicolás, Capital Federal, Paraná, Nogoyá y Romang”, añadieron.

El juicio

Este nuevo juicio unificará “tres causas con 15 víctimas, unos 70 testigos y tres imputados”, según precisó Lucas Ciarniello, abogado de HIJOS Rosario y querellante en representación de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.

Los imputados son: el coronel retirado Manuel Fernando Saint Amant, en aquel entonces jefe del Area Militar 132 y del Batallón de Ingenieros 101 de San Nicolás; el coronel retirado Antonio Federico Bossié, jefe de Operaciones de la zona; y el ex comisario jefe de la delegación San Nicolás de la Policía Federal, Jorge Muñoz.

De una parte, seis de las 15 víctimas corresponden a lo que se denominó la “Masacre de Juan B. Justo”, operativo conjunto de fuerzas militares y policiales que asaltó una vivienda ubicada en esa calle a la altura del 600, en la madrugada del 19 de noviembre de 1976 y mataron una familia entera: el matrimonio conformado por Omar Amestoy y María del Carmen Fettolini y sus dos pequeños hijos, Fernando (5) y María Eugenia (3).
Esta misma causa también contempla el asesinato de Ana María Granada, madre de Manuel Gonçalves, el único sobreviviente de la mencionada masacre y a quien se le restituyó su identidad luego de 19 años gracias a la búsqueda de Abuelas de Plaza de Mayo.

Por otro lado, se analizará el caso de los ocho militantes de la Juventud Peronista desaparecidos entre abril y mayo de 1977 en los nicoleños barrios Trípoli, Don Bosco y Santa Rosa: María Regina Spotti, María Rosa Baronio, Eduardo Luís Reale, Horacio Arístides Martínez, María Cristina Alvira, Raquel Rosa Alvira, Víctor Gustavo Almada y Martín Adrián Almada; a los que se añade el crimen José María Mastroberardino, quien fuera víctima de la dictadura por alquilar su vivienda al matrimonio Almada-Spotti.

Integrado por los jueces Omar Digerónimo, Beatriz Caballero de Barabani y Jorge Venegas Echagüe, el TOF 2 de Rosario confirmó que las audiencias se realizarán los lunes, martes y miércoles –comenzando este martes 3 de julio- entre las 9.30 y las 17.00. No obstante, algunas testimoniales se tomarán en San Nicolás donde también se leerá la sentencia.

Ciarniello, anticipó que el juicio se extenderá por “algo más de tres meses” y que “existe una gran cantidad de pruebas, tanto testimonial como documental, para llegar a una sentencia condenatoria” de los acusados.

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