Hace exactamente 45 años, el simpatizante canaya Orlando Turco Espip se metiá al campo de juego de la vieja cancha de Central, evitaba un gol en contra del club de sus amores ¡y se daba el lujo de salir jugando!

Se disputaba la sexta fecha del campeonato Nacional del ’67 y Central, que era dirigido técnicamente por Miguel Ignomiriello y perdía 2 a 1 ante San Martín de Mendoza, estaba totalmente volcado al ataque en busca del gol del empate. En uno de los tantos contragolpes del equipo cuyano, el delantero Valencia le pasó la pelota por encima de la cabeza al Gato (con botas) Andrada, que era el arquero canaya, y la bola se dirigía –mansamente y sin rivales a la vista que pudieran impedirlo–, a traspasar la línea de meta y convertirse en el tercer tanto de la visita.

En ese preciso momento, el Turco Espip, un fanático del equipo auriazul, estaba saltando al terreno de juego con la única intención de ir a increpar al árbitro Aurelio Bossolino, que según cuentan los memoriosos, estaba dirigiendo realmente muy mal y a favor del conjunto mendocino. “Nosotros queríamos ir a increpar al árbitro porque nos estaba afanando el partido”, rememora el hincha canaya a la distancia, y agrega, “entonces hicimos un boquete en el alambrado y saltamos el Alemán y yo. Pero justo cuando estoy ingresando al campo de juego propiamente dicho, veo que la pelota venía solita y mansa a meterse en el arco nuestro. Ahí ni lo dudé, pese a que Pascutini y el propio Andrada me gritaban que la dejara pasar, la detuve unos metros antes de la raya de gol, me la lleve hacia la derecha y después sí, me dediqué a discutir con el árbitro..”, contó hasta el hartazgo el protagonista de aquella jugada que lo metió definitivamente en la historia del fútbol mundial.

Lo más llamativo de semejante anécdota, es que el Turco, no sólo evitó el gol, si no que se dio el lujo de salir jugando con un “compañero”. “¡El hijo de puta se la tocó a Fanesi!, se la dio redondita al pie antes de ir a pelearse con el árbitro Bossolino.”, contó varias veces uno de los jugadores de aquel equipo que se destacaba porque sus jugadores ingresaban de traje a los encuentros que iba a disputar.

Hace un tiempo ocurrió un hecho similar pero el protagonista fue el masajista de un equipo holandés que, luego de atender a uno de sus jugadores lesionados, evitó con golpe de cabeza que le conviertan un gol al equipo en el que brinda sus servicios profesionales. Al publicar la noticia, la mayoría de los medios de todo el mundo destacaban que eso ya había ocurrido en la Argentina, en un partido en el que “Rosario Central perdía ante el San Martín mendocino…”.

Y lo mismo ocurría cada vez que El Gráfico o alguna otra revista especializada en fútbol, revelaba qué debía cobrar el árbitro en caso de que alguien externo a los 22 futbolistas que disputan un encuentro ingresaba y tocaba el balón. Allí se explicaba que el juez debía marcar tiro indirecto desde el lugar en el que hubiera sucedido la acción y que el antecedente era un partido en el que “Rosario Central, bla, bla, bla….”.

Lo cierto es que el Turco se mandó una verdadera canayada y cumplió el sueño de todo hincha: salvar un gol en contra del equipo de sus amores.

Más notas relacionadas
Más por Redacción Rosario
  • Central empató ante Caracas en Venezuela

    El Canaya igualó 1-1 en su visita a Caracas, en el marco de la 3ra. fecha del grupo G de l
  • Club de lecturas

    En el marco del Día del Libro, Argentino obsequió obras de Fontanarrosa a capitanes rivale
  • Los siete Locos

    El Marcelo Bielsa de Newell’s, Vélez, Athletic Bilbao, Leeds United, y las selecciones de
Más en Deportes

Dejá un comentario

Sugerencia

En Diputados no hubo quorum para tratar el presupuesto de las universidades

Unión por la Patria había pedido una sesión especial para tratar el tema junto con la rest