En un acto realizado en la estación de trenes ubicada en Once familiares, amigos y sobrevivientes homenajearon a las víctimas y exigieron Justicia a un cumplirse el primer aniversario de la tragedia donde 51 personas perdieron la vida.
Con un cerrado aplauso comenzó el homenaje y pedido de justicia en el andén número dos de la estación, un poco antes de las 8.32 de la mañana, hora en que sucedió el accidente hace exactamente un año. Un rato más tarde sonó la habitual sirena con que se recuerda a las víctimas cada mes.
Los familiares se ubicaron detrás de una bandera que pedía «JU5+ICIA PARA LAS VICTIMAS» y al escuchar la sirena muchos de los presentes en el lugar comenzaron a llorar, posteriormente se hizo un minuto de silencio.
Los deudos luego ofrecieron flores y velas encendidas, al borde del andén, en momentos en que coincidentemente arribaba un tren con pasajeros, que se sumaron al recuerdo, en un acto embargado por el dolor.
Además, participaron también actores como Manuel Callau y otros artistas ofrecieron pinturas, dibujos y poemas que escribieron para recordar el accidente que protagonizó el tren 3772, al chocar contra las vallas de contención.
Al homenaje también se sumó Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo línea Fundadora y una treintena de trabajadores del Sarmiento, que llevaron una cinta negra en el pecho, en señal de luto y en solidaridad con víctimas y familiares.
«Nosotros también somos trabajadores y sentimos el dolor de ellos», expresó Ramón, boletero de la estación.
El accidente ocurrió en la mañana del 22 de febrero de 2012 a las 8.32, cuando la formación 3772 llegaba a la estación de Once no logró detener su marcha y colisionó con los sistemas de paragolpes y de contención, y murieron 51 personas y 703 sufrieron heridas.
Callau leyó un texto donde recordó lo ocurrido luego del accidente y nombró a algunos ex funcionarios cuyos nombres fueron abucheados por algunos de los presentes.
«Lo único que importa en este momento es que esto no vuelva a pasar, y para esto es muy importante que todos reaccionemos y que los gobiernos, tanto el de la Ciudad como el nacional, sigan invirtiendo en justicia, transporte, educación», expresó Ruth, una participante del acto que se acercó en solidaridad con los familiares.
Los familiares se refugiaban en los abrazos de sus seres queridos y otros familiares de las víctimas en busca de consuelo a tanto dolor y a su vez también valoraron el accionar de la justicia.
Karen, hija de uno de los fallecidos el 22 de febrero de 2012, Darío Cellie, conmovida por el recuerdo que llevaba de su padre estampado en su remera, expresó que la elevación de la causa a juicio oral es un «gran avance» y en el mismo sentido se manifestó Nahini Pontiroli, hermana de Tatiana, quien agregó que tienen «esperanzas» en la justicia.
«La causa está yendo bien. El Juez Bonadío está trabajando muy bien y estamos muy contentos por cómo está llevando el caso», manifestó, con la rosa en mano que les entregaban a todos los familiares, Eufrasia, madre de Sandra Reyes, quien murió en la tragedia.
Claudio, yerno de Isabel López, otra de las víctimas de Once, sostuvo que «desde el punto de vista de la justicia vemos que la causa avanza, pero en relación a la situación ferroviaria en general no ha cambiado».
En este sentido, Juan, padre de Leonel Frumento, destacó que «el sistema ferroviario fue desguazado desde la época de Menem» y consideró que «tenía que haber un quiebre en la sociedad como lo fue la tragedia de Once y ahora hay que recomponer todo esto, que no se va a hacer en pocos meses. Esta línea del Gobierno, que realiza mejoras, debe continuar con las siguientes administraciones».
En tanto, Carlos, trabajador del Sarmiento, sostuvo que existen renovaciones, pero «no se está encarando la solución de fondo del Ferrocarril Sarmiento».
Algunos de esos cambios son visibles para algunos pasajeros, como es el caso de Federico, quien manifestó que «veo mejores los coches y el funcionamiento de los andenes, antes veía que la gente se amontonaba en las puertas del tren, ahora hay una puerta de entrada y otra de salida».
Nora Cortiñas manifestó su «solidaridad» con los familiares y manifestó sentirse «víctima de la tragedia, por lo que llevo el duelo desde el 22 de febrero del año pasado».
«El día que encontraban a Lucas (Menghini Rey) estaba con una tía de Paolo», recordó y pidió «que mejoren el servicio» y finalizó su intervención diciendo «las 51 víctimas de Once presentes ahora y siempre», que repitió tres veces como lo hacen en sus actos las Madres cuando recuerdan a sus familiares desaparecidos.
Previamente, Paolo Menghini Rey, padre de Lucas, el joven que fue encontrado muerto en una de las cabinas de conducir, dos días después de la tragedia, había cerrado el acto con un pedido de «justicia para las víctimas de Once», que todos reiteraron tres veces más en un cerrado aplauso.
Fuente: Télam
