Familiares de las víctimas de la tragedia de Once y sobrevivientes del accidente ocurrido hace un año realizaron un homenaje en Plaza de Mayo en recuerdo de sus seres queridos, aunados con el pedido de justicia «sin banderas políticas».

Docenas de familiares con remeras blancas y negras que llevaban impresos los rostros de los muertos en el accidente ferroviario se ocupaban de distintas tareas alrededor del escenario montado delante de la Pirámide de Mayo, mientras recibían constantes muestras de afecto de quienes acompañaron la manifestación.

«Queremos que este acto siga con el espíritu de memoria para las víctimas y de un franco pedido de justicia sin banderas políticas, tal como ocurrió esta mañana en la estación y este mediodía en la catedral», dijo a Télam Paolo Menghini, padre de Lucas, el joven al que hallaron muerto dos días después del choque, en una cabina del tercer vagón.

Familiares de muertos y heridos repartían carteles con la leyenda «JU5+1CIA para las víctimas de la tragedia de Once» entre turistas y transeúntes que se acercaban a escuchar alguno de los espectáculos musicales que se sucedían en el escenario.

En la pantalla electrónica montada detrás del escenario los rostros de las víctimas se fundían con los de miles de ciudadanos que participaron de la campaña «500.000 caras por justicia», que los familiares llevaron a cabo durante todo el año.

Sobre la baranda que separaba al escenario del público, cientos de personas dejaban pancartas o pequeños mensajes improvisados de solidaridad o pedido de justicia.

Silvia, esposa de Claudio Belforte, fallecido en el accidente, confesó: «nunca participé de un acto, pero hoy estoy acá porque siento el amor de la gente y es reparador».

«Estar todos juntos nos da fuerza para pedir que esto nunca vuelva a ocurrir y para seguir unidos pidiendo justicia sin banderas políticas», afirmó.

Juan Carr, titular de Red Solidaria, destacó «la reacción de distintos espacios sociales y políticos que abrazan con sinceridad a las familias en su reclamo de justicia» y lamentó que «algunos quieran obtener réditos personales».

«Tengo fe en la madurez del pueblo que puede distinguir entre reclamo de justicia y oportunismo político de pocos», agregó el dirigente social.

Haydeé, madre de Juan Carlos -fallecido en el tren siniestrado- bregó para que «esto no vuelva a ocurrir. Por eso es importante que todos los argentinos nos acompañen, porque esta tragedia está más allá de cualquier bronca cotidiana», manifestó.

Los primeros grupos musicales en tocar fueron los que perdieron algún integrante o allegado en el accidente. También fueron los más aplaudidos por los familiares.

El acto central comenzó a las 19.45 con la proyección de un audiovisual que recordó cada una de los actos en reclamo de justicia que las familias llevaron adelante en los últimos doce años.

Luego tomó la palabra el premio Nóbel Adolfo Pérez Esquivel que señaló que «sabemos que las vidas que se perdieron no van a volver, pero tenemos que trabajar PARA que esto no ocurra nunca más».

Más tarde, familiares de las víctimas subieron al escenario para leer poemas y cartas que escribieron para cada uno de sus seres queridos.

Además se leyó un documento colectivo de los familiares de las víctimas de tono crítico hacia el gobierno. «Ya nadie duda que la tragedia empezó a gestarse muchos años antes. Lo que pasó el 22 de febrero no fue un accidente ni la maniobra de un conductor imprudente, fue una tragedia previsible, producto de la situación desastrosa en la que funcionaba el servicio, producto de la ambición desmedida y del descontrol cómplice de los funcionarios, empresarios y sus socios sindicalistas», expresó el texto en uno de los párrafos.

Los familiares, pidieron que el 22 de febrero sea «instituido como un día de duelo nacional, un día para recordar a tantas muertes absurdas» y añadieron: «Y no nos referimos solo a nuestros muertos. Nos rodean muchas familias que, como nosotros, han sido víctimas de la corrupción enquistada en el poder como Cromañón, Kheyvis o Beara. Pero también las víctimas de la violencia policial, institucional, de género, de tránsito, tanta muerte evitable, que dejó lugares vacíos para siempre. Mariano Ferreyra (víctima de la misma trilogía siniestra de empresarios, sindicalistas y funcionarios que nosotros) Marita Verón, los pibes de Ecos, tantos otros hermanos en el dolor».

«Pelearemos para que absolutamente todos los responsables empresariales, políticos y sindicales sean condenados con la máxima dureza. Lo haremos por nuestros muertos y heridos, por nosotros y nuestras familias, por sus amigos, compañeros y por cada usuario del Sarmiento», remarcó el extenso documento.

«La lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo debe ser un ejemplo, pero no queremos ni debemos pasar 35 años para obtener justicia», señalaron en otro pasaje.

Entre quienes asistieron al acto hubo, además, dirigentes políticos y sindicalistas opositores al gobierno nacional.

Se acercaron al acto en Plaza de Mayo los diputados Enrique Tomas (Peronismo Federal); Victoria Donda y Claudio Lozano (FAP); y Patricia Bullrich (Unión x Todos), entre otros.

También asisiteiron los sindicalistas enrolados en las filas de la CGT de Hugo Moyano, el canillita Omar Plaini y el titular de los judiciales, Julio Piumato.

Desde el Frente de Izquierda participaron Vilma Ripoll, Jorge Altamira (PO), Luis Zamora, entre otros.

En el caso del PRO, las presencias fueron pocas pero allí dijeron presente miembros de La Solano Lima, organización que lidera el legislador macrista Cristian Ritondo.

Por su parte, un grupo de miembros del Movimiento Proyecto Sur, encabezado por el diputado Fernando “Pino” Solanas, marchó junto a trabajadores ferroviarios que lidera Rubén «Pollo» Sobrero, del cuerpo de delegados de la ex línea Sarmiento.

En tanto, la Unión Cívica Radical envió una adhesión al acto que se realizó en la Plaza de Mayo, que contó con unas cientos de personas que reclamaron justicia.

Promediando el acto los familiares leyeron un duro comunicado en el que reconocieron la acción judicial pero subrayaron las responsabilidades políticas de funcionarios y empresarios.

El accidente ocurrió el 22 de febrero de 2012, cuando la formación de la línea concesionada a la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA), que circulaba desde la estación Moreno no alcanzó a frenar al llegar a la estación terminal de Once e impactó -a unos 20 kilómetros por hora- contra los paragolpes de contención.

Hace tres días, el Juez Claudio Bonadío dio por concluída la investigación y elevó la causa que estará a cargo del Tribunal Oral Federal Uno, que analizará la responsabilidad de los 28 imputados, entre los que figuran los empresarios de TBA Sergio y Roque Cirigliano, los ex secretarios de Transporte Juan Pablo Schiavi y Ricardo Jaime y el maquinista Marcos Antonio Córdoba.

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