Se acusaba al sitio de infringir la ley de propiedad intelectual y debía decidir la Corte Suprema. Pero hubo acuerdo extrajudicial con principales querellantes, no todos. Los responsables del sitio consideraron que hay desconocimiento de la industria cultural sobre herramientas y uso de internet.

Los principales querellantes en la causa penal que se lleva adelante contra el sitio argentino Taringa! desistieron de seguir con la causa, que acusaba a sus tres responsables de infringir la Ley 11.723 de propiedad intelectual.

En el sitio se pudo leer:  «Luego de varias conversaciones, los principales querellantes en la causa iniciada en el año 2009 contra nosotros, han desistido como acusadores argumentando que ya no están interesados en continuar con la denuncia que habían realizado. Si bien el juicio sigue su curso, logramos llegar a un acuerdo con algunos autores que formaban parte de la demanda para colaborar en el caso de que haya algún posteo que pueda linkear a un contenido que infrinja derechos de propiedad intelectual».

«Esto es un paso importante para nosotros pero seguimos pensando que es fundamental que se sancione en la Argentina un nuevo marco regulatorio que contemple los cambios que introdujo Internet en la manera en la que compartimos y accedemos a la cultura y a la información. También nos mantenemos firmes en nuestra postura de que Internet debe mantenerse como un espacio libre de censura, colocando el derecho a la libertad de expresión por sobre cualquier otro derecho social o económico», añadió la web.

“Llegamos a un acuerdo mediante el diálogo –explicó Hernán Botbol, uno de los fundadores de Taringa!– porque les brindamos a los querellantes la posibilidad de denunciar y sacar de circulación muy rápidamente las obras que tienen derechos de autor.” De esta manera, con diálogo, aseguró Botbol, “es como se van a solucionar todos los problemas vinculados con el desconocimiento que tiene la industria cultural del cambio que supone Internet”.

El caso había llegado a la Corte Suprema porque la Justicia entendía que en la web que crearon –y que en nueve años se convirtió en un suceso– se facilitaba la descarga de obras sin autorización. Edgardo Donna, Mosset Iturraspe y Francisco Ferrer, prestigiosos autores de obras jurídicas que habían iniciado la causa, desistieron de continuarla tras lograr el acuerdo.

Los hermanos Matías y Hernán Botbol y Alberto Nakayama, son los responsables de Taringa! y, en el transcurso del juicio que se les seguía, no descartan tener que presentarse a una Primera Audiencia del Juicio Oral. “Quedan algunos otros querellantes, pero estoy seguro que vamos a llegar a un consenso, también”, dijo Botbol. La seguridad del joven está fundada en la certeza de que “en un lapso cercano, a nadie le va a interesar descargar obras, ni musicales, ni películas, ni libros, porque se están multiplicando los servicios de pago por consumo o de disfrute online que se financian con el modelo de la publicidad en banners”.

Botbol indicó que actualmente menos del 4% del tráfico en su sitio corresponde a las famosas descargas famosas que llamaron la atención de la industria. “De ahora en más, el funcionamiento va a seguir siendo el mismo, con la diferencia de que nosotros estamos más tranquilos en el aspecto legal”, agregó. “Lo que se va a terminar imponiendo es el acceso al contenido desde dispositivos móviles con múltiples pantallas –explicó– desde el televisor, desde la tablet, el auto o un reproductor personal, bajar la música o las películas no es práctico, por eso son tan exitosos los servicios en la nube.”

El acuerdo que alcanzó Taringa con sus querellantes va en el mismo sentido que el fallo conocido hace 48 horas, en el que la Corte Suprema daba la razón a Youtube en el sentido de que no es delito penal subir una película a la Web. Hay toda una camada de emprendedores tecnológicos que abogan por una nueva Ley de Derechos de Autor, que sustituya a la obsoleta Ley Noble (creada a instancias de Roberto Noble, fundador del diario Clarín). “Hace unos años no había alternativas a la descarga de contenidos, hoy estamos en condiciones de trabajar con otra solidez tecnológica”, afirmó Botbol.

Los diez primeros años de Internet fueron de conflicto, dijo, “pero vamos hacia una nueva etapa. Ya nadie en una discográfica cree que es buena idea querer vender un CD”, 500 bandas ya subieron voluntariamente sus discos a Taringa Música para su reproducción y distribución gratuita.

Historia de una web exitosa

Taringa nació en 2004 de la mano de Fernando Sanz, un estudiante secundario porteño, que no tenía más pretensión que compartir con sus amigos contenidos que consideraba interesantes de Internet. Un año después el sitio era un suceso, tenía unas 30 mil visitas y una cantidad similar de posteos o entradas. En 2006, los hermanos Botbol y Alberto Nakayama tomaron la posta del proyecto y dos más tarde ya tenían un millón de usuarios registrados.

Hoy, pese a las restricciones que sufrió el sitio para el explosivo servicio de descargas, tienen 75 millones de usuarios únicos, lo que los convierte en la red social nacida en Latinoamérica más grande. Taringa Música, por ejemplo, la sección del sitio en que se ejercita la posibilidad de escuchar música cedida por los propios artistas, ya tiene 100 mil reproducciones diarias y 500 bandas que ya subieron su música.

Fuente: Tiempo Argentino- Taringa

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