Juani Favre presentó este sábado su álbum La paz ciencia,  en el Teatro Príncipe de Asturias del Parque de España. Antes fue entrevistado por  el eslabón

No es revelación porque hace más de quince años viene trabajando en una obra rica, experimental y heterogénea, pero es sin dudas un músico emergente de la canción popular de Rosario y del país. Versátil, prodigio e inquieto, Juani Favre presenta  La paz ciencia, su último disco solista, mientras espera la salida de otro más que grabó hace poquito en Buenos Aires.

Sobre la mesa tiene un póster de Bob Marley. Arrancó contando que desde que era chiquito escuchaba tango con su abuela “que se sabía todas las canciones”. Pero antes que nada, aclaró: “Yo no vengo del rock, pero generacional y culturalmente estoy atravesado por la cultura del rock. Sobre todo el de los ochenta, por mis hermanos más grandes”. El folclore latinoamericano lo acompañó siempre: primero Silvio Rodríguez, después él mismo interpretó a la gorra el cancionero popular en sus viajes por todo el continente. Además el jazz, la psicodelia, y su experiencia con la música ceremonial en la selva amazónica del Perú, todo eso y quizás mucho más, está en permanente juego en la intensa y no tan breve obra de este joven artista.

Por eso, situar en un tag de género a un músico y compositor itinerante como Juani es cuanto menos incómodo. Pero para llegar y entrar en su obra se podría bosquejar un mapa y partir desde el punto exacto donde se mixturan todos esos géneros, ritmos y sabores: la canción latinoamericana. ¿Que si él está de acuerdo? Bueno, no tanto. En la charla que mantuvo con este semanario, Juani renegó un rato con el asunto de las etiquetas:“Yo no digo que hago música latinoamericana ni folclore, no me quiero quedar ahí. Duke Ellington dijo algo así como que no jodan con los géneros, la música es y siempre fue una sola. Corta la bocha”. Quizás ese lugar de imprecisión o devaneo sea la expresión más genuina de un estilo propio, singular, fruto del talento y un trabajo minucioso que, más tarde o más temprano, dará que hablar, y que cantar.

En este sentido el músico señala que “más allá de lo que uno pueda captar directamente de algunas experiencias –a propósito de sus viajes– para incorporar cosas hay que esperar, no se puede forzar un estilo”.

En su rol de compositor y productor musical, Juani, que es multi-instrumentista, colaboró con numerosos artistas y además compuso la música original para obras de teatro, danza , circo y producciones audiovisuales.

Para el sello independiente Planeta X, colectivo al cual pertenece desde sus comienzos “cuando todavía no existía internet”, editó varios discos y entre ellos, el último: La Paz Ciencia, que presentará este sábado 17 de mayo en el Centro Cultural Parque España, acompañado por una banda notable de músicos rosarinos integrada por Emiliana Arias, Martín Cabezudo, Natalio Rangone, Katarina Haara Löfstedt, Cecilia Thoren, Ernesto Pocho Mansilla, Rodrigo Javega, Franco Santangelo, Julián Sanzeri, Alfredo Chyla y su hermano Oscar Favre.

Grabado y editado entre abril y junio del 2013, La Paz Ciencia es uno de los discos que se hizo en menos tiempo, entre viajes del autor. A diferencia de otros materiales, el álbum tiene una impronta más pop. Melodías simples e igualmente conmovedoras en las que subyace, –como en la mayoría de su repertorio, aunque de un modo más intimista– un dejo de saudade, tal es el caso de El fuego de la paz o La noche, pero siempre allanando el camino de lo posible, lo vital, el deseo.

“Son las emociones las que van dictando”, dice al mismo tiempo sobre un proceso creativo en el que, según su experiencia “hay que ir en la búsqueda de algo que no estaba en uno, o que uno no creía que tenía”.

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Foto: Manuel Costa

Orillero

Si bien Juani insiste en ir al hueso, “ en ir a buscar las emociones y sacarlas afuera”, también hay búsquedas en otras formas de expresión artística. No por nada, el último hit del verano rosarino La cumbia de la palometa, fue compuesta por él junto con los Orilleros del Paraná y la Orquesta Infinita. “A fines del año pasado nos reunimos después de mucho tiempo y con la idea de poder trabajar otra vez con la orquesta se nos ocurrió La cumbia de la palometa, en medio del fenómeno. En principio nosotros somos muy amigos del río Paraná y fue un homenaje, pero concretamente a uno de los músicos, el Negro Lucas, lo mordió una palometa que le sacó un pedazo de dedo. Habíamos ido a tocar a la isla y él tocó igual. Cuando nos juntamos el verano pasado, él estaba de viaje y en su honor le hicimos la canción que cuando volvió la tocamos juntos, porque digamos que él es el protagonista”, contó Favre entre risas.

“Cuando trabajo en la orquesta, con la que hacemos una música más festiva, o en la calle, apelo a otro repertorio. También trabajé en música para chicos y la verdad que a mí me gusta trabajar desde ese lugar al que me acerqué adrede. Y quizás nunca vuelque eso en algo que haga solo”, reflexionó.

Dar cuenta del universo Juani, más allá de las taxonomías que se practiquen sobre lo que no se deja clasificar, por rebeldía, por el instinto natural de algo vivo que está en permanente transformación, es una tarea compleja y hasta innecesaria. Lo que vale la pena es el viaje y cualquiera de sus canciones es un pasaje de ida a un mundo mejor.

Lo que viene

Un adelanto a medias, porque falta saber el nombre, pero al menos el eslabón se jacta de tener la primicia de que hay disco nuevo en puerta. “Ya está grabado. Estaría en una etapa de mezcla y no va a tardar mucho en salir, según me dijeron”, aseguró Juani, quien hace tres semanas viajó a Buenos Aires convocado por Adrián Dárgelos, líder de Babasónicos y productor musical. “Es un disco de guitarra y voz, totalmente acústico, grabado en vivo y en dos días”, resumió. Dicha placa incluirá temas ya editados y material nuevo, y será el séptimo disco de Juani, después de La paz Ciencia (2013), Afuera de la Soledad junto a Hermanxs (2008), Macromoléculas (2005), Misterios de la energía (2003), Sos mi tren (2001) y Uruguay (2000).

Publicada en el eslabón nº 141.

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Un comentario

  1. juan cima

    20/05/2014 en 9:30

    Hola gente, me enviò un sobrino una nota de ustedes llamada dieces y dioses que se refiere a la liga cañadense con un poco de historia de los clubes que la conforman y los personajes de cada uno de los pueblos, si son tan amables quisiera que me envien por email las tres, la misma es para reenviarlas a un amigo de Villa Eloisa que hace años que vive en España desde ya muchas gracias Juan

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