Doctor Bizarro

La única banda de rock del Mercosur que interpreta canciones de dibujitos animados, series, películas y videojuegos que marcaron la infancia de, por lo menos, dos generaciones, vuelve este sábado al escenario pero para hacer su retirada definitiva. Los Doctor Bizarro prometen una fiesta inolvidable.

Aparentemente, Doctor Bizarro es un ser anónimo que convocó a los integrantes de la banda y les encomendó un capricho: volver locos de nostalgia a muchos jóvenes de veintipico que son capaces de conmoverse hasta las lágrimas con la intro españolizada de Los Caballeros del Zodíaco, o entrar en éxtasis con el opening de los Thundercats. Esta sería la versión oficial, como si Doctor Bizarro fuese una suerte de Patricio Rey, pero más cool. Por eso “los elegidos” prefieren compararse con los Ángeles de Charlie.

“Doctor Bizarro nació una tarde que estábamos con mi amigo Brian, guitarrista de la banda, y nos pusimos a tocar algunas canciones que nos acordábamos, como la de X-Men, Mario Bros o el Inspector Gadget. Algo que pasa en cualquier grupo de amigos, nada más que nosotros ahí mismo pensamos que nadie había hecho una banda para hacer esos temas”, contó Pablo, el bajista del grupo.

Cuando fueron invitados al piso del Show de AJ, Llorente les advirtió: “Miren que a mí de locos no me van a ganar”. Al conductor estrella le llamó la atención ver en un evento a seis tipos disfrazados de “super héroes” arriba de un escenario y por eso los invitó a su programa. Pero mientras este señor copaba la pantalla chica local, los músicos y todos los que transitamos la infancia entre los años ochenta y noventa, nos delirábamos con la descomunal oferta de la industrial cultural infantil, en su mayoría, concentrada en la afamada “caja boba”. Y aunque por aquellos tiempos todavía se jugaba en la calle, a la pelota, al ring raje y a las bolitas, las consolas de videojuegos también eran de uso popular. ¿Quién no tuvo un Family Game, un Sega?.

Ahora que las nuevas generaciones acuñan el rótulo de “nativos digitales”, Doctor Bizarro le canta a la generación del “niño índigo” amo y esclavo de la televisión. Llorente lo intuyó, pero nosotros lo vivimos.

That 90’s show

Producción de videos de apertura, proyecciones y vestuario son aspectos fundamentales del show que la banda desde sus inicios en 2006 brinda en una performance teletransportadora de mentes. Si se lo ve de afuera y en mute, el público veinteañero de Doctor Bizarro sería como cualquier otro en un boliche viendo a un grupo de rock. Pero en realidad todos esos tipos están bailando al palo canciones de Xuxa o agitando con los Cazafantasmas. Habría que ver cómo se ponen muchos al grito de Silveeerhaaawks, de los inolvidables Alcones Galácticos.

“Vamos por todo o nada, queremos dar un último recital para cerrar la historia de la banda y digamos que, salvando las distancias monstruosas y gigantescas, esto sería nuestro Abbey Road”, arriesgó Bloppa, sobre el tan ansiado evento denominado “La Batalla Final”.

Vuelven para irse por siempre jamás, por eso cada detalle del próximo y último show será un golpe de efecto tras otro, donde tampoco faltarán los golpes bajos y la demagogia que los caracterizó siempre. “Tenemos una lista de 60 temas, y la idea es que cuando ya crean que no quede nada, terminen todos babeados, porque hay sorpresas”, adelantó Pablo.

“Cada vez que tocábamos pensamos que podíamos dar más, hacerlo mejor. Pero siempre llegábamos con lo justo, arriesgando. Este es el show más preparado de todos, hace más de un año que venimos pensando en esto, además se agrandó mucho el equipo de trabajo” agregó el bajista.

Uno de los motivos del retiro es que un integrante de Doctor Bizarro se va a vivir al extranjero. Otra de las razones es “porque quizás ya estamos viejos para estas cosas”, reflexionó el músico, al fantasear con un posible remate: “No estaría mal que nos vayamos del escenario con traje y portafolios”. Pero no, Pablo no quiso adelantar nada.

Lo cierto es que este sábado 21 de junio, sobre el escenario de Willie Dixon, Damián Arderiu, Brian Loughlin, Fernando Posner, José Maria Garassino, Pablo Alvarez de Igarzábal, Rafael Giménez López, Candela Bianchi y Laura Ciccerone darán la batalla final para despedirse a lo grande de sus fans, niños de casi treinta años que se suben a un Delorean rumbo a los locos noventa, década de la que podrán decir que fue una basura, pero fueron nuestros años felices, el paraíso perdido de cualquiera, la infancia. ¿Quién se puede negar ante la propuesta de volver, aunque sea por una noche?

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