En un inesperado resultado que culminó con el público local aplaudiendo de pie a los germanos, Alemania derrotó al dueño de casa con un increíble marcador: 7 a 1. Con goles de Müller, Klose, dos de Kroos, Khedira y dos de Schurrle, la selección europea vapuleó a Brasil en el Mineirao y se metió en la gran final. El descuento fue de Oscar.

En media hora de juego, con un estilo vertical, imparable e hipe refectivo, los germanos demolieron el sueño del hexacampeonato con goles de Thomas Müller (11m.), Miroslav Klose (22m.), Toni Kroos en dos oportunidades (24m. y 25m.) y Sami Khedira (29m.).

El ingresado Andre Schüerrle, con un doblete a los 24 y 33 minutos del segundo período, configuró la caída más abultada de los brasileños en la historia de la competencia.

Con el tiempo reglamentario cumplido, Oscar consiguió el descuento de Brasil, que recibió silbidos y la humillación del «ole» de sus propios hinchas.

Los «torcedores» que colmaron el Mineirao, donde Brasil había sufrido la última caída oficial en casa (Perú 3-1, Copa América 1975), rompieron en llanto y, algunos de ellos, abandonaron las tribunas antes de terminada la primera parte.

La ilusión del segundo Mundial organizado en su país se derrumbó en minutos para Brasil y entregó imágenes de desasosiego de los «torcedores» brasileros que hicieron a los relatores de la TV –demasiado eufóricos por el triunfo germano– el recordado «Maracanazo» de 1950 cuando Uruguay le ganó la final en Río de Janeiro 2-1 ante más de 100.000 personas, luego de marchar en desventaja de 1-0 al descanso.

Sin Neymar (lesionado) ni su capitán Thiago Silva (suspendido), los dirigidos por Luiz Felipe Scolari no tuvieron respuestas futbolísticas para torcer un partido ante un adversario perfecto.

Alemania, campeón en 1954, 1974 y 1990, jugará su octava final en 18 participaciones ante Argentina u Holanda, el domingo próximo a las 16 en el Maracaná.

Brasil, ganador en 1958, 1962, 1970, 1994 y 2002, irá un día antes en Brasilia en busca del tercer puesto con el perdedor de la semifinal restante, que se disputará mañana a las 17 en el Arena Corinthians de San Pablo.

Una nota destacada se la lleva la hinchada local, la que despidió con silbidos a sus jugadores en el cierre del primer tiempo y coreó algunos «oles» promediando el segundo cuando los alemanes tocaban en corto y hacían control de pelota.

Fuente: Télam

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