La de este lunes al martes fue la novena noche de disturbios en Ferguson, EEUU, pese al despliegue de la guardia nacional. La tensión social, ya exacerbada, sumó este martes la provocación del Ku Kux Klan, que inició una campaña de apoyo al policía que el sábado último ejecutó a un joven negro dando comienzo a las protestas.
Durante la noche, centenares de manifestantes volvieron a ocupar la Avenida West Florissant de Ferguson, epicentro de las protestas, en una concentración que comenzó en forma pacífica y terminó con enfrentamientos, varios detenidos, algunos heridos y el uso de gases lacrimógenos y bombas de humo para dispersar la protesta, informaron los medios locales, citados por la agencia EFE.
Los enfrentamientos ocurrieron a partir de las 22 (0, hora en Argentina), cuando la policía advirtió a los manifestantes que debían despejar la calle si no querían ser detenidos, después de que varias personas lanzaron bombas molotov, botellas y otros objetos contra los efectivos.
Casi dos horas después, los agentes empezaron a avanzar hacia los manifestantes, vestidos con uniformes antidisturbios y alertando a través de los altavoces de que el área dejaba de ser segura, la gente debía volver a sus casas y los periodistas tenían que salir de la zona de las protestas.
La orden fue atendida por la mayoría de los manifestantes, aunque un grupo de alrededor de un centenar de personas resistió y en ese momento sucedieron las detenciones, que superaron la decena, indicaron las mismas fuentes.
Algunas de las personas que participaron en la protesta aseguraron en las redes sociales que escucharon el sonido de disparos. Por su parte, la cadena Fox informó que al menos una persona resultó herida en una mano de un balazo.
A la 1 (3, hora en Argentina) la zona de protestas estaba bloqueada con barreras y por agentes, de manera que algunas personas encontraron problemas para abandonar el lugar con sus vehículos.
A lo largo de la noche el fuego también fue protagonista: los manifestantes lo usaron para evitar el avance de la policía y al menos un edificio fue incendiado.
La decisión de desplegar la Guardia Nacional, la milicia estatal que suele movilizarse en catástrofes naturales y también para afrontar situaciones de desorden público, no sirvió para calmar la situación en Ferguson, en la novena jornada de protestas tras la muerte del joven Michael Brown el sábado 9.
La tensión que se vive en la pequeña ciudad cercana a Saint Louis obligó a cerrar las escuelas durante el resto de la semana como medida de precaución.
Durante las protestas, el fotógrafo de Getty Images Scott Olson fue detenido y puesto en libertad poco después sin que hayan trascendido los motivos.
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) extendió las restricciones de vuelo sobre Ferguson –a no menos de 3.000 pies de altura– hasta el día 25.
También se vieron en las manifestaciones varios observadores de Amnistía Internacional.
Además, el rapero Nelly, que creció en Saint Louis, se unió a las protestas con una camiseta en la que se leía «#MikeBrown», el nombre del joven asesinado a manos de un agente en circunstancias aún por esclarecer y con versiones contradictorias entre el policía y los testigos.
El rapero pidió que las marchas sean pacíficas y que se traten de evitar los saqueos y enfrentamientos. Pero, como en jornadas anteriores, la protesta que vivió momentos tan simbólicos como una caminata con rosas en lo alto durante el día, a la noche se transformó y dejó más detenidos, heridos y enfrentamientos.
Con banca del KKK
Miembros de tres estados de la organización racista Ku Klux Klan (KKK) viajaron a Ohio para recaudar fondos para Darren Wilson, el policía blanco de 28 años que mató a plena luz del día y de seis balazos al joven afronorteamericano.
«Con el estado policial en Ferguson, celebraremos el acto de recaudación de fondos en Sullivan City, localidad ubicada a unos 96 kilómetros de Ferguson», informaron los Caballeros del Nuevo Imperio, una de las formaciones integradas en el KKK, en un comunicado citado por Europa Press.
El líder de la formación racista, Charles Murray, detalló que en el acto participarán «tres facciones diferentes del KKK» y agregó que «las donaciones serán de diez dólares o más».
Sobre el destino de lo recaudado dijo que: «Todo el dinero estará destinado al policía que hizo su trabajo contra ese negro criminal», de acuerdo a declaraciones recogidas por el portal de noticias The Raw Story.
Murray advirtió, a cualquiera que se oponga al acto, que los organizadores «portarán armas».
Además, los Caballeros del Nuevo Imperio hicieron públicos sus planes de «proteger las empresas de los blancos cerca de Ferguson».
«Con los negros fuera de control, tenemos un grupo que irá a los alrededores de Ferguson. No podemos permitir que haya negros matando y robando a blancos inocentes», señalaron en un comunicado.
Por su parte, el alcalde de Sullivan, Thomas Leasor, aseguró que la Alcaldía no fue informada de los planes del KKK.
«En nombre de la ciudad de Sullivan, recalcó que no hemos respaldado ni respaldaremos ninguna actividad basada en el odio, y más específicamente en una basada en el odio racial», remarcó Leasor.
Brown murió el 9 de agosto cuando un agente de policía le disparó, en circunstancias que, según declaró un testigo y aseveró la familia de la víctima, el joven estaba desarmado y no opuso resistencia cuando el agente abrió fuego.
Las conclusiones preliminares de la autopsia realizada por Michael Baden –un experto forense que revisó las del presidente John F. Kennedy y Martin Luther King– que fueron hechas públicas sugieren que Brown se había entregado cuando fue tiroteado.
Shawn Parcells, uno de los expertos forenses presentes en la autopsia, explicó que una de las balas alcanzó a Brown en la parte superior de la cabeza y otra entró por encima de la ceja derecha para salir por la mandíbula y volver a entrar en su cuerpo.
Parcells también sostuvo que está claro si las múltiples heridas que el joven Brown presenta en los brazos se deben a que los tenía levantados porque se estaba entregando, tal y como asegura un testigo.
En total, se encargaron tres autopsias para esclarecer las circunstancias de su muerte.