El Chino tendrá quizá la última oportunidad para meterse entre los grandes de la historia del boxeo, por lo que el eslabón se calzó los guantes, subió al cuadrilátero y junto al ex boxeador y entrenador Lucho Ploner analizó el combate y recordó al Loco Bielsa como púgil.
En la semana previa a la revancha que el campeón mundial Floyd Mayweather le concedió a Marcos Maidana, Luciano Ploner recibió a este periódico en su gimnasio Boxeo para Todos para charlar sobre la pelea que el Chino pidió antes de bajarse del ring el 3 de mayo pasado cuando el norteamericano lo venció por puntos.
“Va a salir una pelea buena”, se entusiasmó Lucho en referencia a la cita del próximo sábado, nuevamente en el MGM de Las Vegas. “Yo quisiera que gane Maidana, pero lamentablemente no es tan fácil. Ojalá encuentre una mano de nocaut, porque ganar por puntos va a ser difícil”, prosiguió el ahora entrenador, mientras sus discípulos comenzaban la jornada de entrenamiento.
El ex púgil pronosticó una contienda “complicada”, en la que “el Chino va a buscar meter la mano para noquear, porque a eso lo lleva en la sangre”, aunque advirtió que “su rival está entrenado para que no le peguen”. Desestimó la posibilidad de que “ Mayweather vaya a buscarlo”, ya que el nacido en Margarita “es de ir para adelante y el otro boxea bien, pero también es pegador”. En este sentido, avisó que si bien el estilo del estadounidense es “moverse, tratar de que no lo toquen para ir sumando puntos, cuando puede, pega”.
“Maidana lo va a ir a buscar y él traba, agarra, y si no lo prende va a salir una pelea más o menos parecida a la otra”, palpitó Ploner.
Boxeo para Todos
Guantes, bolsas, pesas, cuerdas que delinean el perímetro de un ring, no cabe duda que en el gimnasio ubicado en Alem y Pellegrini, donde cantidad de entusiastas se vuelcan diariamente a este deporte, resuma box, respira box. Las paredes del lugar prácticamente no se ven, tapadas por cuadros, pósters y recortes de diarios que recuerdan a su dueño en plena actividad.
Queda claro que le pelea de Sergio Maravilla Martínez ante Chávez marcó un antes y un después para el común de la gente que se había distanciado de este deporte. Y los gimnasios tampoco estuvieron exentos de este cambio, según consignó el entrevistado, que desde 2002 enseña en Boxeo para Todos: “Lo de Maravilla fue algo extraordinario porque se metió en la casa de todos con las peleas que hizo, por como hablaba, por ser un tipo inteligente, sano, lo que al boxeo le ayudó un montón para que la gente común lo conozca”.
Tras considerar que “al argentino le gusta el boxeo como el fútbol”, Ploner indicó que después de la pelea del quilmeño, de quien algunos con poca memoria sólo recuerdan su última imagen ante Cotto, “se llenaron todos los gimnasios”.
Loco por el boxeo
El fútbol y el pizarrón corren por las venas de Marcelo Bielsa, que es un apasionado de este deporte que Panzeri definió como el arte de lo imprevisto, del que no logró destacarse como jugador, pero sí sentado en el banco. Donde tampoco tuvo suerte ni pudo brillar fue arriba de un ring, una faceta poco conocida del ahora entrenador del Olympique de Marsella, que durante su estadía en Rosario se puso bajo las órdenes de Lucho en las instalaciones de Alem al 1600.
“Venía a entrenar acá antes de que se vaya a Chile”, reveló sobre el paso del ex DT de Newell’s y de la selección argentina. “Después nos hicimos muy amigos. Parecía muy serio, pero es re piola”, continuó entre risas, y valoró: “Aprendí mucho de él, porque siempre le iba preguntando por cosas del fútbol y de todo”.
Su trayectoria como pugilista duró aproximadamente un año, y no alcanzó a concretar un combate. “Quería pelear, pero era muy grande y pesado. Estábamos organizando algo acá, pero después le salió lo de la Selección de Chile y no se pudo hacer. Es una materia pendiente”, lamentó Ploner, quien aún mantiene una buena relación con su ex pupilo: “Él me llama de vez en cuando, pero yo no quiero molestarlo mucho porque tiene compromisos. Siempre manda algún regalo”, destacó.
Golpe a golpe
Sus primeros pasos por la lona los dio a los 16 años y tras 66 combates como amateur, ascendió al profesionalismo. “Antes tenías que hacer por lo menos 60 o 70 peleas para ser un profesional en serio”, señaló Luciano, cuya trayectoria se desarrolló entre los años 1979 y 1988. De esa época guarda sus mejores recuerdos porque estuvo entrenando en el emblemático Luna Park, donde conoció, entre tantos otros, a Carlos Monzón y a Walter Desiderio Gómez. “Gracias al boxeo viajé por todas partes y conocí a mucha gente importante”, subrayó.
Por último, comparó su etapa como púgil con la actualidad, en la que “la televisión cumple un papel muy importante” porque “te ven y enseguida conseguís sponsor y te bancás con eso” y además por los derechos televisivos “te pagan bien”.
“Si no tenés alguien que te banque es imposible llegar, porque si trabajás no podés entrenar y te agarran los que están bien físicamente y no llegás a nada”, cerró.
Entrevista publicada en la edición 159 del periódico el eslabón