En un mano a mano con el eslabón, el entrenador rojinegro expresó “el placer” que siente al dirigir a “grandes jugadores” en el club de sus amores y aseguró no sentirse “condicionado” por el clásico. También realizó un balance de las primeras fechas y elogió el trabajo del Tata Martino y el Flaco Theiler.
Tarde soleada en Bella Vista. En la cancha principal del predio al que asiste diariamente con la misma pasión que lo hacía antes de colgar los botines o mientras entrenaba las divisiones inferiores, Gustavo Raggio recibe en su segunda casa a este semanario para charlar sobre su trabajo y todo lo que rodea al mundo leproso.
“Trato de pararme más allá de la realidad y disfrutar de esto que realmente es espectacular”, arranca el DT luego de terminar con la jornada de trabajo, y prosigue: “Entrenar a jugadores que tienen tres mundiales encima, que han pasado por el fútbol europeo, que han sido dirigidos por entrenadores de elite es gratificante”.
Un agradecido del lugar que le toca ocupar, Raggio agacha la cabeza y con humildad tira: “Es sorprendente que jugadores con esa trayectoria tengan hacia mi persona el grado de aceptación a nuestro mensaje, aunque ya sabía a qué clase de futbolistas iba a entrenar”.
“A todos los vi jugar, porque soy hincha de este equipo. Ahora soy hincha dirigiendo”, dice Carozo, y destaca la relación con el plantel, con quien permanentemente habla de fútbol. “Somos un cuerpo técnico muy abierto al diálogo”, ya que “con el grupo hablamos un montón de fútbol, porque tenemos jugadores que han pasado por los mejores clubes, han tenido grandes entrenadores y sería muy poco inteligente de mi parte no poder absorber la experiencia de ellos”.
Fanático de la Lepra y obsesivo del entrenamiento, el entrevistado afirma que sus dirigidos “son tan de Newell’s, quieren mucho al club y son tan inteligentes que jamás pretenderían interferir en cuestiones que son del técnico”.
“Demuestran un grado de amateurismo futbolístico impresionante que todos los días me hacen ser un mejor entrenador. Voy aprendiendo sobre la marcha, sin dejar de lado las responsabilidades y recordando que uno acá administra pasiones, porque la gente sólo evalúa el ganar”, subraya.
Sorpresa y media
El 10 de junio será un día imborrable para el entrenador que desde esa fecha para atrás se desempeñaba en las divisiones inferiores del club del Parque Independencia. «¿Raggio?» se habrá preguntado más de uno cuando luego de tantos nombres que andaban merodeando como candidatos para ocupar el banco del Coloso, la dirigencia designó al ex defensor. Y esa sorpresa incluyó a quien hoy comanda los hilos del equipo. “Obvio que me sorprendió. Y más allá de que ya estaba viendo la posibilidad de probar mi capacidad de entrenar a jugadores profesionales, nunca me autopostulé, ni presenté proyecto”, reconoce.
Balance positivo
Desconocidas por los hinchas sus capacidades como DT, Gustavo debió ganarse a base de resultados las primeras aprobaciones del trabajo realizado en este corto período que lleva con el buzo rojinegro. Y a pesar de sumar 15 unidades en 7 fechas y ser junto a Independiente uno de los escoltas del líder River, el DT sostiene que el balance “es mucho mejor de lo que reflejan los resultados”, aunque reconoce atravesar un buen momento desde lo numérico.
“El presente nos tiene bien. Este es un equipo y un grupo distinto al de años anteriores. Se han ido varios jugadores importantes y los hemos reemplazado con jerarquía, pero distinta capacidad futbolística”, analiza y ejemplifica: “Oscar (Ustari), no es igual al Patón (Guzmán), Coti (Fernández) no es igual al Gabi (Heinze)”.
Raggio afirma que de cara a lo que viene “el grupo está confiado” y cree que con el correr de los días formará “un gran equipo”, aunque lamenta “no haber podido entrenar una semana normal, ni parar el once ideal”, debido a las innumerables lesiones de sus mejores piezas, situación que ha sabido sortear gracias “al buen funcionamiento de aquellos a los que le toca ingresar”.
El técnico deseó “llegar a la fecha 14 expectante como ahora”, y aclaró que “el equipo tiene que ser protagonista, pero las obligaciones la tienen otros”. Sobre el puntero indiscutido del Campeonato de Primera División señaló: “River tiene bastante competencia y eso nos puede beneficiar”.
En cuanto a los aspecto a mejorar, indica que es fundamental “tener a todos aptos, porque de un mejor entrenamiento sale un mejor juego”, y explica: “Creo mucho en la competitividad. El nivel de Coti Fernández es muy bueno hoy, porque Ortíz todos los días intenta jugar, y en eso se basa, en mi opinión, la realidad del fútbol”.
Partido clásico
La fecha 12 volverá a encontrar a leprosos y canayas en el Gigante de Arroyito. Si bien Carozo evitó hablar de aquel cotejo, por la sencilla razón de que “aún falta mucho y primero esta el partido del lunes ante Racing”, asegura que el hecho de haber caído en las dos anteriores ediciones del clásico, “no condiciona para nada”, porque -argumenta- “esto es un proceso nuevo, y yo también soy nuevo”.
Tenencia compartida
La posesión del balón tan característica en años anteriores ha ido perdiendo en porcentaje según los datos que muestra la televisión en cada partido. Este Newell’s invicto es el de menor tenencia de los últimos cinco años, aunque no está en la idea del entrenador cambiar la forma de juego que impuso el Tata Martino.
“Soy de la idea de tener siempre la pelota. Si estoy en este equipo es por lo que hice en mi pasado en inferiores, donde siempre hemos jugado de esa forma”, señala y advierte: “Después, de acuerdo al rival o por la necesidad urgente de ganar, además de jugar bien uno le puede dar más o menos verticalidad, ser más o menos ofensivo o tener más contención, como cuando jugamos con los tres volantes”.
El Tata y el Flaco
Como hincha rojinegro y como colega, Gustavo Raggio es admirador del actual entrenador de la Selección Argentina, quien dejó un gran recuerdo en su reciente paso por la institución. Aunque su arribo al combinado nacional le sacaría al hacedor del gran presente que viven las divisiones inferiores del club. Por lo tanto, el entrevistado califica la llegada del Tata y la inminente contratación de Jorge Theiler como coordinador de las selecciones juveniles, como “una justicia futbolística” porque “los mejores tienen que estar en los mejores puestos”.
“Lo que ha hecho Jorge acá en cinco años y medio es increíble y además ya estuvo en la Selección y por eso sería justo”, agrega y justifica: “Los resultados están a la vista, pero no sólo desde lo futbolístico, sino también en cómo viven los equipos de Newell’s, el comportamiento, no protagonizan escándalos que por ahí se ven en otros equipos. Tiene una cultura futbolística que lo hace manejar de una manera distinta”. Y pide que “el sucesor tiene que salir del club, porque sabe de qué se trata esto”.
De banco a banco
Si bien la carrera del oriundo de Villa Constitución al frente de un plantel profesional atraviesa sus primeros momentos, el entrenador de 42 años ya cuenta con un recorrido por ligas del interior. Cuando decidió dar por concluida su etapa dentro del campo de juego, asumió en la Asociación Atlética Luján de Cuyo, de Mendoza. “Jugué mucho tiempo en el Nacional B en San Martín y después el Argentino en Independiente en esa provincia y tenía muy buena relación con la gente que manejaba Luján de Cuyo”, recuerda.
Luego tuvo dos etapas en Unión de Arroyo Seco, la última en 2009, mismo año en el que lo convocaron para el proyecto de divisiones inferiores de Newell’s, por lo que trabajaba en simultáneo en ambos clubes.
En la Lepra estuvo a cargo de la 8va. división y en 2010 le sumó la 9na. Al año siguiente dirigió la 5ta., hasta cumplir su sueño de entrenar la Primera.
Raggio evalúa su paso por las ligas del interior como “muy positivo”, porque en esos lugares en los que “la mayoría de los jugadores realizan otras actividades durante el día para vivir, uno agudiza el ingenio para entrenar, planificar las cargas, la cantidad de jugadores”.
Nota publicada en la edición 161 del periódico el eslabón
